El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos, de forma que la tasa de referencia para sus operaciones de refinanciación se situará en el 4,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 4% y la de la facilidad de préstamo el 4,75%.

Con esta décima subida consecutiva del precio del dinero, que se ha situado en su nivel más alto en más de 20 años, el BCE sigue adelante con el endurecimiento de su política monetaria.

“La subida de tipos de hoy refleja la valoración del Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación a la luz de los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria”, señala el BCE en un comunicado.

Por otra parte, el BCE ha afirmado que los tipos de interés “han alcanzado niveles que, de mantenerse por un tiempo lo suficientemente prolongado”, contribuirán de forma “sustancial” a devolver la inflación al entorno del 2%.

Con la subida de un cuarto de punto anunciada este jueves por el BCE, en línea con la adoptada en julio, el ‘Guardián del euro’ ha elevado el precio del dinero en 450 puntos básicos durante el actual ciclo de subidas, que dio comienzo en julio del año pasado.

El Consejo de Gobierno del BCE ha señalado que las anteriores subidas de los tipos de interés “siguen transmitiéndose con fuerza” y las condiciones de financiación han vuelto a endurecerse y están frenando cada vez más la demanda, “lo que es un factor importante para que la inflación vuelva al objetivo”.

Asimismo, el organismo dirigido por Christine Lagarde ha pronosticado que la inflación media este 2023 se sitúe en el 5,6%, para moderarse al 3,2% y al 2,1% en 2024 y 2025, respectivamente. Esto supone una revisión al alza de dos décimas para este año y el siguiente, que se justifica en los precios de le energía, pero es una corrección a la baja en una décima para 2025.

La variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos dada su mayor volatilidad, también se ha revisado “ligeramente a la baja”, para quedar en el 5,1% este año, en el 2,9% en 2024 y en el 2,2% en 2025.

De su lado, el BCE ha pronosticado que el producto interior bruto (PIB) de la eurozona se expanda este año un 0,7%, un 1% el que viene, y que se registre una aceleración al 1,5% para 2025. Estas cifras implican una corrección “considerable” a la baja (dos décimas menos en el caso de 2023, medio punto la de 2024 y una décima la de 2025) que el banco justifica en el impacto de la política monetaria restrictiva sobre la demanda doméstica y el debilitamiento del comercio internacional.

Contexto

La decisión del BCE llega después de que la tasa de inflación interanual de la zona euro se desacelerase en julio hasta el 5,3%, dos décimas por debajo de la subida de precios registrada en junio y su nivel más bajo desde enero de 2022. Al excluir del cálculo el impacto de la energía y de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente se mantuvo estable en el 5,5%.

Además, hace una semana Eurostat informó de que el crecimiento del PIB de la zona euro registró una contracción del 0,1% en el segundo trimestre de 2023, idéntica cifra a la del primer tramo del año.

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