A los residentes del edificio Miramar Reñaca, uno de los tres desalojados producto de los socavones en las dunas de Viña del Mar, les llueve sobre mojado.

Al hecho de tener que desocupar los departamentos forzosamente producto del riesgo que implica habitarlos al estar próximos a los deslizamientos, se suma un robo registrado presuntamente durante el pasado fin de semana en al menos 10 departamentos de la torre A de ese condominio, que junto a la torre B suma 150 viviendas.

La delegada presidencial de la Región de ValparaísoSofía González, había establecido un perímetro de seguridad alrededor de los socavones, por el cual fueron deshabitados los edificios, y que es resguardado por carabineros y una patrulla municipal. Además, en octubre autorizó el retiro de enseres por parte de los propietarios bajo un estricto protocolo que les exige una declaración ante notario que exime al Estado de responsabilidad en caso de producirse algún incidente.

El robo en cuestión fue advertido este lunes por un grupo de técnicos que acudieron a revisar los ascensores utilizados durante las mudanzas, los que funcionan con generador eléctrico y durante el fin de semana habían presentado fallas.

Los técnicos “se dieron cuenta que había unos ventanales del edificio abiertos, que se rompieron puertas y así lograron entrar a los departamentos. Esto tiene que haber pasado entre el sábado y el domingo. No hay cámaras, no hay registro, porque no tenemos luz”, cuenta Manuel Ludueña, vocero de la comunidad.

El también propietario critica que “la delegada presidencial lo primero que dijo es que habría seguridad, un perímetro, carabineros, incluso un vehículo municipal, pero parece que no pasó nada, o que no resultó”. En voz de los residentes, reclama que “estamos desamparados. Las autoridades tienen muchos buenos deseos, pero concretamente nada. Con esto, ¿qué nos queda esperar? Tenemos temor de que nos vuelvan a robar. O, Dios no quiera, se tomen estos departamentos”.

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