Una triste noticia conocieron esta mañana los hinchas de Manchester United y ciudadanos ingleses tras conocer el deceso a los 86 años de Sir Bobby Charlton, histórico campeón mundial en 1966.

«Manchester United está de luto tras el fallecimiento de Sir Bobby Charlton, uno de los jugadores más grandes y queridos de la historia de nuestro club. Fue un héroe para millones, no sólo en Manchester o el Reino Unido, sino en cualquier lugar del mundo donde se juega fútbol», fue la declaración oficial desde Old Trafford a través de un comunicado.

«Fue admirado tanto por su deportividad e integridad como por sus destacadas cualidades como futbolista; Sir Bobby siempre será recordado como un gigante del juego», se agrega en el escrito.

Un sobreviviente y ganador de la vida

Robert «Bobby» Charlton, era un joven valor de Manchester United, que fue parte del equipo que sufrió el accidente aéreo conocido como Desastre de Múnich el 6 de febrero de 1958, donde fallecieron 23 personas entre jugadores, staff del club, periodistas y personal áereo.

Charlton fue uno de los nueve futbolistas que se salvaron y meses después disputó la Copa del Mundo en Suecia. Con el tiempo, se alzó como uno de los mejores del planeta con participaciones en el Mundial de Chile 62 y el título de los «Three Lions» en casa en 1966.

Ese mismo año, ganó el Balón de Oro, obtuvo una FA Cup y dos campeonatos de liga, a los que se sumaría un tercero en 1967 y la Liga de Campeones de Europa 1967/68. Por el título continental, fue inmortalizado en la mítica estatuda de la «United Trinity» en el Estadio Old Trafford, donde figura con Denis Law y Geroge Best.

La estatua que tiene Manchester United en las afueras de Old Trafford con George Best, Denis Law y Sir Bobby Charlton. Credit: Photo by Phil Oldham

También dijo presente en el Mundial de México 1970. Luego, tuvo pasos en Preston North End (1973-74) y Waterford United (1974-75), retirándose en 1975.

Una vez retirado fue presidente honorario de Manchester United entre 1984 y 2007, fue nombrado Sir por la Reina Isabel II en 1994, distinción que evidenció su imborrable huella dejada en el fútbol inglés y de su sociedad.

Por Ignacio Soto Bascuñán