Un extenso informe periodístico reveló que, tras acabar con la industria petrolera y agrícola de Venezuela, el régimen chavista de Nicolás Maduro recurrió al narcotráfico para su financiamiento en medio de la grave crisis económica que se vive en el país.

La investigación hecha por el El Miami Herald, en colaboración con el portal de noticias venezolano Armando Info y la Organised Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), dejó en evidencia una compleja red de narcotráfico que implica a altas esferas del régimen venezolano y a miembros de las Fuerzas Armadas del país.

La investigación, que surgió de una masiva filtración de documentos colombianos, se suma a una serie de entrevistas con ex funcionarios de la dictadura chavista, agentes de la DEA y ex miembros de la operación criminal, para construir un detallado panorama de la implicación del régimen de Nicolás Maduro en el tráfico de cocaína.

Los documentos filtrados de la Fiscalía de Colombia, analizados y verificados mediante entrevistas adicionales y otros informes independientes, revelan que militares venezolanos, en asociación con guerrillas colombianas, están directamente involucrados en las operaciones de narcotráfico.

“El resultado final es que Venezuela es actualmente un importante puente en las exportaciones mundiales del narcotráfico, desde donde salen entre 250 y 350 toneladas métricas al año, con un valor en la calle de entre $6,250 millones y $8,750 millones”, reseña el Nuevo Herald sobre el tema.

El ex vicepresidente, Tareck El Aissami, figura en la lista de miembros de esta banda criminal en Venezuela

La situación pone en relieve la complejidad de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos, especialmente en un contexto donde Washington busca fomentar la estabilidad política en la nación sudamericana y ha levantado parcialmente sanciones impuestas por la administración anterior. Estos esfuerzos, no obstante, enfrentan obstáculos como las acciones del régimen para socavar la selección de María Corina Machado como candidata de la oposición tras ganar las primarias, una maniobra que revela las tácticas de Maduro para mantener su poder.

El reporte señala que el involucramiento en el narcotráfico por parte de Caracas ha evolucionado, pasando de un rol de simple complicidad —cobrar por hacer la vista gorda— a ser actores activos y líderes de las operaciones.

El medio de Miami, destacó que Mike Vigil, ex jefe de Operaciones Internacionales de la DEA, se refirió a la dictadura de Caracas como quienes “son los que están a cargo ahora, directamente involucrados en el transporte de cocaína, la distribución de cocaína, no sólo a Estados Unidos, sino también a Europa”.

La investigación, parte de la serie “NarcoFiles: El nuevo orden criminal”, se basa en la filtración de documentos de la Fiscalía colombiana, que fue compartida con más de 30 medios de comunicación a nivel mundial. Los informes de inteligencia colombianos describen al Cartel de los Soles como una “amenaza activa” y detallan su presencia en los departamentos fronterizos de Vichada, Guainía y Arauca, donde han establecido rutas marítimas de transporte de drogas hacia Estados Unidos y Europa y han incursionado en el contrabando de oro y otros minerales.

El Cartel de los Soles, nombrado así por la insignia que llevan los generales venezolanos, se ha convertido en un actor principal del tráfico de drogas, y es considerado por las autoridades colombianas a la par de los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación. El ejército colombiano en sus informes ultrasecretos y obtenidos a través de NarcoFiles, señala que la plataforma es utilizada para el movimiento de contrabando, tráfico de armas y producción de estupefacientes para ser llevados a Venezuela y desde allí distribuidos a otras regiones.

El epicentro de esta red es la región montañosa del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, una zona que cuenta con una alta concentración de plantaciones de hojas de coca, cuya producción, según fuentes de la DEA, ha aumentado debido a un cambio estratégico en la política de erradicación de cultivos ilícitos de Colombia bajo la administración del presidente Gustavo Petro.

De acuerdo con el informe, “cada hectárea de hojas de coca cosechada tiene un rendimiento promedio de 7.9 kilogramos de cocaína en polvo, según cifras proporcionadas por un informe sobre Colombia que acaba de publicar la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

El epicentro de esta red es la región montañosa del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, una zona que cuenta con una alta concentración de plantaciones de hojas de coca

“Esas cifras sugieren que más de 330 toneladas transitaron a través del estado Zulia desde la región del Catatumbo sólo el año pasado, una cifra alarmante dado que los expertos dicen que el Catatumbo suministra sólo alrededor del 60% de las drogas que ingresan a Venezuela. El resto es transportado por ríos en la región de los llanos y la región selvática en el sur”, añade el texto.

El informe del Nuevo Herald también señala que la justicia estadounidense ha presentado cargos contra altos funcionarios del régimen venezolano, incluyendo a Maduro, por liderar el Cartel de Los Soles. A pesar de que estos cargos han sido interpretados por algunos como políticamente motivados, especialmente durante la administración de Donald Trump, la filtración colombiana y las pruebas adicionales buscan disipar estas dudas.

El fenómeno del narcotráfico venezolano, según el informe, complica aún más las relaciones diplomáticas y plantea la interrogante de si al dialogar con el régimen de Maduro se está, de hecho, negociando con narcotraficantes que han tomado control de un Estado. Este dilema se ve reforzado por los volúmenes de drogas detectados y las implicaciones de que la realidad podría estar más cerca de un Estado narco-criminal que de un gobierno involucrado ocasionalmente en actividades ilícitas.

El informe de la consultora de seguridad IBI Consultants, especializada en crimen organizado transnacional en América Latina, apoya esta visión, describiendo al Cartel de los Soles como una “importante organización de narcotráfico, altamente criminalizada que… opera desde los niveles más altos del gobierno venezolano”, según citó el Herald.

Uno de los exagentes de la DEA dijo que dada la estructura jerárquica de las fuerzas armadas, donde cada decisión viene directamente desde arriba, “no hay duda de que los máximos comandantes y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, están directamente involucrados”.

El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, también señalado de participar en el «Cartel de los Soles»

“Pero no es el único”, prosigue el texto. “Entre los solicitados por la justicia estadounidense se encuentran otros 13 funcionarios venezolanos de alto rango, incluyendo a Maduro y al diputado chavista Diosdado Cabello, normalmente considerado la segunda figura más poderosa del régimen. En la lista también figuran el ex vicepresidente Tareck El Aissami, el ministro del Interior Néstor Reverol, el ex jefe de inteligencia militar Hugo ‘El Pollo’ Carvajal, y el general Clíver Alcalá.

El análisis de los NarcoFiles pone de manifiesto que la dependencia económica del régimen venezolano del narcotráfico ha crecido en respuesta al colapso de la industria petrolera y las sanciones estadounidenses. Los ingresos del narcotráfico se han convertido en una fuente esencial para la economía venezolana, con estimaciones que sugieren que en 2022 el tráfico de drogas representó el 8.5% del producto interno bruto del país.

Los reportes detallan tres ejes principales de operaciones: el Eje Catatumbo, el Eje Arauca y el Eje Vichada-Orinoco, cada uno con sus propias rutas y métodos para la movilización de drogas. Desde el Eje Catatumbo, las drogas son transportadas a través de ríos hacia Venezuela y luego a otros destinos internacionales. En el Eje Arauca, las drogas transitan por una región propensa a inundaciones y son transportadas a menudo a través de ríos hasta puntos de distribución y exportación. El Eje Vichada-Orinoco, aunque más pequeño, también contribuye significativamente a la cadena de suministro de drogas.

En última instancia, los expertos citados en el informe sostienen que el régimen venezolano ha convertido el narcotráfico en un instrumento del Estado para sobrevivir, con Douglas Farah, presidente de IBI Consultants, afirmando que “Todo esto es administrado por las mismas facciones poderosas que tienen el control del Estado, que han convertido el narcotráfico en un instrumento del Estado para sobrevivir”.

De acuerdo con el reporte, este escenario pone al régimen de Maduro en el centro de un complejo debate sobre la legitimidad y las acciones necesarias para enfrentar el desafío que representa el narcotráfico a nivel internacional.

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