El Ministerio de Salud dio cuenta el viernes de la semana pasada que ese día llegó al país la primera remesa de la nueva vacuna monovalente contra el covid.

Son 172.800 dosis del laboratorio estadounidense Moderna, que atacan a la subvariante de Ómicron que más circula hoy -la cepa Spikevax XBB1.5-, responsable del aumento de casos en el país del último tiempo.

Y aunque las autoridades sanitarias informaron que desde esta semana esa vacuna se encontrará disponible para reforzar la protección de funcionarios de la salud y de otros grupos de riesgo (mayores de 60 años, pacientes inmunocomprometidos y personas con enfermedades crónicas), no existe mucho interés por recibirla.

Eso es lo que sostiene la profesora y directora del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca, Erika Retamal Contreras, quien en base a recientes datos indicó que “la quinta dosis alcanza una adherencia de 75% en personal sanitario y apenas de un 50% en adultos mayores, grupos que tienen mayor riesgo de enfermar gravemente y que deben ser vacunados ahora”.

La denominada “fatiga pandémica” y la percepción de poco riesgo frente a nuevos contagios son las principales causas del desinterés que hay para vacunarse de nuevo contra el coronavirus.

“No llegamos a los niveles de adherencia de las primeras dos dosis, cuando algunos grupos etarios contaban con un 80 y hasta un 90% de inoculación. Desde la cuarta dosis, cuando empezó el desinterés, hay un descenso importante… Además, hasta la cuarta dosis existían múltiples puntos de vacunación, por lo que era muy fácil y rápido inocularse, mientras que ahora las personas tienen que buscar dónde vacunarse y concurrir a ciertos centros de salud, lo que significa una barrera adicional”, explica la académica.

La profesora universitaria señala que “si bien un grupo importante de la población no sufrió estragos producto del covid, esto se debe, entre otros motivos, a que la mayoría estaba vacunada y por lo tanto había una protección de rebaño”.

Erika Retamal Contreras recuerda que “este no es un virus invernal, pues sus mayores peaks se han visto en etapas primaverales y estivales. Vamos a tener que saber convivir con el coronavirus con brotes epidémicos cada cierto tiempo, por eso la recomendación es vacunarse anualmente”.

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