Este domingo, el Presidente Gabriel Boric y los ministros de su comité político se reunirán pasadas las 19 horas en el Palacio de La Moneda para observar y analizar los resultados que dejará la elección de consejeros constitucionales, los cuales de acuerdo a diversos pronósticos, serán adversos para el oficialismo.

En ese contexto, el Mandatario tendrá una agenda de bajo perfil durante esa jornada. Tras votar en la mañana en su natal Punta Arenas, Boric se trasladará a la sede de Gobierno para conocer los datos que arrojará el proceso, sin contemplar la realización de un discurso al cierre del evento eleccionario, lo cual haría recién al día siguiente.

El objetivo es evitar que se asocie a su figura con la eventual derrota oficialista, dicen en el Ejecutivo, junto con admitir que los equipos del jefe de Estado manejan informes que avizoran un complejo escenario electoral para las dos listas de partidos que lo apoyan, Unidad para Chile (PS, PL, FA, PC) y Todo x Chile (PPD, PR, DC).

El pesimismo ha sido verbalizado esta semana por distintos líderes y figuras del sector. Por ejemplo, el senador Juan Luis Castro (PS), señaló a La Segunda que «creo que es inevitable que haya una derrota. Y esa derrota puede ser de una cuantía que tal vez no se ha ponderado suficientemente».

«No es por ser agorero, pero todos los indicadores señalan que el oficialismo puede estar al borde de perder la elección, no solo en porcentaje, también en el quórum de incidencia de los 3/5. Eso significa que la derecha pueden llegar a los 3/5?, dijo, junto con advertir sobre la necesidad de ampliar la base de apoyo del Gobierno hacia la DC.

En tanto, el secretario general del PC, Lautaro Carmona, aseguró que los votantes del sector aún están golpeados por la derrota del Plebiscito de salida y por la forma en que se generó el nuevo proceso. «Yo entiendo que hay una desafección del mundo progresista, de la izquierda», indicó.

Mientras, el presidente del PR, Leonardo Cubillos, se sumó a esas voces al manifestar a La Tercera que «hay un ambiente que yo comparto, que es con resultados electorales para nuestro sector muy conservadores. El hecho de que no logremos al menos los 2/5 nos pone en peligro de ser meros observadores del proceso».

En ese contexto, en el Gobierno analizan varios escenarios, siendo el avance que podría tener el Partido Republicano por sobre Chile Vamos el más temido. El otro es que las dos listas oficialistas logren solo 21 escaños, dejando sin poder de negociación al sector en la redacción de la nueva Constitución.

Otro asunto que preocupa en palacio es la serie de recriminaciones que provocará la eventual derrota, sobre todo a la tesis que impulsó el PPD de competir en listas separadas. De confirmarse el fracaso electoral, es casi seguro que las fuerzas de izquierda arremeterán sobre la influencia que ostenta ese partido en el Gobierno.

A ello se suma la posibilidad de que sus principales reformas se vean una vez más estancadas o sujetas a modificaciones por parte de la oposición en el Congreso Nacional, convirtiendo al Ejecutivo en un mero administrador en los dos años y medio que le quedan a Boric en el poder.

Ministros descartan efectos

Las dudas sobre el impacto de la elección en la gestión del Gobierno y sus reformas fue un tema recurrente en la previa de los comicios. Al respecto, la mayoría de las autoridades se ciñó a repetir que el proceso no es un Plebiscito sobre la labor del Presidente y que más allá de toda consideración, el resultado será respetado.

Por ejemplo, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo que «es importante recordar que la elección del domingo es para los integrantes del Consejo Constitucional. Por lo tanto, las implicancias más directas que tenga el resultado van a ser la conformación del consejo y cómo va a seguir adelante este proceso constitucional».

«Es importante mantener la lógica de lo que son los procesos políticos. El Gobierno lo que tiene que hacer antes, durante y después de la elección es gobernar y nosotros tenemos muchas cosas ya para los primeros días de la próxima semana y ponernos al día después de esta suerte de compás de espera que se generó en torno a la elección», expresó.

«Así que el proceso constitucional seguirá su curso con la composición del Consejo Constitucional que surja de la elección y el Gobierno seguirá en el suyo en su tarea de gobernar y con el Congreso con todo lo que es el trabajo legislativo que va a ser muy intenso en las próximas semanas y meses», indicó este jueves.

El día anterior, fue el turno de su par del Trabajo, Jeanette Jara, quien desestimó que el resultado de la elección pueda pesar en la tramitación de la reforma de pensiones y endurecer las posiciones de la derecha tras un posible triunfo opositor, recordando que ese tema lleva varios periodos presidenciales sin resolución.

«Hemos pasado tantas elecciones con este tema sin resolver que más que pensar que va a marcar uno u otro rumbo, hay que recordar que es una elección para escribir una nueva Constitución, no para apurar o no una determinada reforma que el Gobierno propone. Pero además, esto requiere una voluntad que pasa la contingencia», sostuvo.

En tanto, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, señaló al respecto que «los procesos electorales y sus resultados los gobiernos tienen que respetarlos, es una decisión de los ciudadanos. Por lo tanto, creo que en eso el Gobierno ha sido muy claro».

Asimismo, recalcó que «como es natural, siempre va a ser un elemento importante para el análisis del gobierno los resultados que expresan la voluntad popular del pueblo chileno», aunque admitió que «sin duda va a haber una conversación y una primera aproximación a los resultados del proceso electoral».

«Pero lo que importa, insisto, es que hay un ejercicio democrático y lo que importa es respetar la voluntad que el pueblo chileno ejerce en las urnas», añadió. Además, confirmó la realización de una reunión entre Boric y los líderes de los partidos en Cerro Castillo a las 20 horas del próximo miércoles, donde se analizarán los resultados.

La mirada de los expertos

Para el cientista político y académico de la Universidad Central, Marco Moreno, el principal impacto que tendrá la elección en el Gobierno será que «la correlación de fuerzas del domingo va a configurar un nuevo mapa político que podría generar cambios en la manera en que se distribuye el poder dentro del Gobierno».

«Por lo tanto, esto obligaría probablemente al Presidente a explorar un eventual ajuste en su gabinete si es que la correlación de fuerzas es muy disímil entre sus dos coaliciones», agregó, junto con destacar que «si el voto de castigo se expresa de manera clara, podría quedar debilitado para llevar adelante una agenda de cambio».

Según Moreno, en ese caso, el Ejecutivo «tendría que concentrarse en dos o tres cosas lo que resta de su mandato (…) el Gobierno podría quedar en una posición más debilitada de la que tiene hoy día, lo que le obligaría a dejar atrás definitivamente su programa y concentrarse en dos o tres reformas, como pensiones y la tributaria».

«Tendría que concentrarse en dos o tres temas en lo que queda de su mandato y eso es una limitante para cualquier gobierno, porque vas a ser en la práctica un gobierno de administración. Hay un riesgo de quedar preso de una mayoría que le impida llevar adelante su agenda de cambio y que tenga que ceder», afirmó.

En tanto, el académico e investigador de Faro de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández, señaló que a la hora de analizar los resultados, en La Moneda deben tener claro dos factores claves. «Lo primero, es que la opinión pública va a analizar los resultados como un plebiscito sobre la existencia del Presidente».

«En ese sentido, si tiene un mal resultado electoral la coalición de gobierno, se va a ver debilitada nuevamente la capacidad del presidente de instalar su agenda y llevarla adelante. Y ya está muy debilitada. Y el segundo factor clave tiene que ver con la disputa interna del gobierno», recalcó.

Según Fernández, «el alma socialista democrática y el que lidera el PC van a estar compitiendo directamente. Y en ese sentido, el Gobierno tiene algo muy importante que decir, porque en el reciente cambio de gabinete el Socialismo Democrático tomó mucha fuerza y si le va muy mal contra el PC, va a quedar puesto en tela de juicio».

«Si tienen un buen resultado electoral, le va a dar fuerza y momento político para instalar de nuevo los temas de agenda con legitimidad democrática, que quedó un poco debilitada después de la derrota del 4 de septiembre. Y además de eso, va a ser clave también cómo le vaya al resto de los otros partidos», advirtió.

Ello, porque a su juicio «si el pacto de la DC con el PR y el PPD, tiene un muy mal resultado electoral, su supervivencia electoral va a depender en buena parte de cómo le va a ir al Gobierno. Van a tener que plegarse más y debería tener un oficialismo un poco más cohesionado, más allá de la división que tiene entre el socialismo y el PC».

«Y por otro lado, si a la oposición le va muy bien, va a haber, desde un punto de vista de retórica política, que no necesariamente tiene juego democrático, un mensaje muy claro para poder restructurar las reformas. Entonces, estas dos dinámicas que se están mirando pueden afectar cómo el Gobierno logra instalar la batería de reformas», cerró.

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