Todavía en los partidos de oposición no terminaban de decantar los resultados del plebiscito del domingo, cuando el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, irrumpió en la agenda con un nuevo debate: su intención de ir por una tercera candidatura presidencial y sin primarias con Chile Vamos.

Elección Parlamentaria: La madre de todas las batallas

El anuncio generó sorpresa en algunos sectores. Sin embargo, se trata de un diseño estudiado en la colectividad y que busca hacer frente al escenario que se abrió post plebiscito. Es decir, prepararse para las municipales, pero también para la que será la madre de todas las batallas: la elección parlamentaria.

Con el triunfo del «En contra», la ratificación de la Constitución actual y la improbable posibilidad de un nuevo proceso constituyente (por ahora), la batalla por generar cambios importantes a la Carta Magna se trasladará al Congreso, donde con los nuevos quórum establecidos sólo se necesitan 4/7 para modificar el texto y mayoría absoluta para la leyes orgánicas constitucionales.

Además, coinciden en el mundo político, con el sistema político actual, ha quedado demostrado que llegar a la presidencia sin el control del Congreso es un «suicidio».

Con este escenario de fondo, en los partidos reconocen que la elegibilidad de sus candidatos tanto para las municipales como las próximas parlamentarias dependerá en parte importante del liderazgo presidencial que los acompañe.

«Con voto obligatorio, al entrar a votar personas menos politizadas e ideologizadas, los líderes de opinión -los candidatos presidenciales- sirven como atajos informacionales», explica a El Líbero el analista político Mauricio Morales.

Squella y primarias con Chile Vamos: «Lo veo poco probable»

En esta línea, en la derecha y especialmente en el Partido Republicano miran con buenos ojos el diseño de la última elección parlamentaria y de consejeros, donde correr por carriles separados con Chile Vamos no sólo les permitió tener más candidatos electos, sino que también, asegurar un mejor escenario para la derecha en ambas instancias.

Por esa razón, incluso, desde la directiva del Partido Republicano salieron a defender a la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, de las críticas del ex consejero Luis Silva, ya que tampoco sirve, dicen, que Chile Vamos se debilite.

«Para las parlamentarias y presidenciales falta mucho, pero es evidente que todos queremos tener de candidato presidencial a José Antonio Kast el 2025 y trabajaremos para que eso ocurra», explica a El Líbero el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, agregando que «sobre la participación en primarias para alcaldes, gobernadores e incluso candidatos presidenciales lo veo poco probable, pero en su momento se irán tomando cada una de esas decisiones».

Matthei y las cuentas alegres en la UDI tras el plebiscito

En Chile Vamos, en tanto, generó incomodidad que Kast saliera a adelantar este debate. En la UDI, creen que Matthei quedó mejor posicionada tras el triunfo del ‘En contra’ y que el escenario puede ser positivo de cara a una presidencial.

Esto dado que si bien Matthei se declaró por el ‘A favor’, siempre se mostró lejana al proceso y no tuvo tapujos para cuestionar algunas decisiones impulsadas por los republicanos al interior del consejo constitucional.

En un estudio publicado este viernes por la empresa Black & White, la alcaldesa de Providencia fue la política mejor evaluada del año con un 31% de respaldo.

Sin embargo, su liderazgo se debe cuidar, dicen en la UDI.

En la directiva han conversado con la alcaldesa sobre mantener el diseño que se ha utilizado hasta ahora, evitando una sobreexposición. En el partido sostienen que con el resultado del plebiscito quedó demostrado que Kast tiene un techo, especialmente en el votante femenino, por lo que Matthei es la única que tiene reales posibilidades de derrotar en una segunda vuelta al candidato o candidata que surja del oficialismo.

Sin embargo, en algunos sectores de Chile Vamos, también reconocen que llegar a la presidencia sin mayoría parlamentaria sería un error. De ahí, que la opción de un enfrentamiento en primera vuelta que permita más arrastre de votos para los candidatos al congreso de la derecha, es una opción que toma fuerza.

Bachelet entra a la carrera

El escenario de una presidencial a dos bandas, también parece haber empezado a tomar fuerza en los partidos de gobierno, donde cada vez hay más conciencia de que los grandes cambios se deberán pelear por ahora en el Congreso.

Tras el plebiscito y su participación en la campaña, la ex Presidenta Michelle Bachelet ha mantenido un rol activo en la escena política. La semana pasada la ex Mandataria fue la protagonista de un foro organizado por Horizonte Ciudadano y Rumbo Colectivo, que reunió a los principales dirigentes de los partidos oficialistas.

Desde ahí cuestionó el liderazgo del Partido Republicano y la derecha en el proceso constituyente e hizo un llamado al gobierno: «necesitamos decisiones oportunas y gestión eficaz en todos los niveles».

En el sector ven a la ex jefa de Estado con cada vez mayor proyección electoral de cara a una posible presidencial, por lo que su liderazgo, dicen, será clave para la elección municipal pero también para la parlamentaria.

En el Socialismo Democrático creen que no se debe cerrar la puerta a ningún candidato del sector, especialmente si esperan mejorar el desempeño en la parlamentaria y apostar a que la centro izquierda histórica recupere su hegemonía. Esto podría ser clave para partidos como el PPD, donde también proyectan otras figuras como el nuevo presidente de TVN, Francisco Vidal, o la actual ministra del Interior, Carolina Tohá.

La apuesta, dicen, es que algunos de estos candidatos este sí o sí en la primera vuelta, evitando una primaria con Apruebo Dignidad. Esto, porque el riesgo de una derrota es real ante la capacidad de movilización de ese sector, pero también porque tanto el PS como el PPD no estarían dispuestos a ser de nuevo «vagón de cola» del FA y el PC.

Vallejo: La posibilidad de supervivencia del ala izquierda y la nueva generación

Mientras, en Apruebo Dignidad creen que la opción de Bachelet no debe cerrar la puerta a buscar a liderazgos que vuelvan a proyectar al ala izquierda y la alianza que han generado entre el FA y el PC. Esto luego del duro golpe que ha significado el «Caso Convenios».

Para algunos quedarse detrás del liderazgo de Bachelet sin intentar nada más, puede significar una renuncia al proyecto que se ha venido construyendo.

En el sector hay quienes dicen que si no logran levantar un liderazgo presidencial que los reposicione en la primera vuelta presidencial, podrían salir derrotados también en las próximas elecciones de diputados y senadores, entregando escaños valiosos a la ex Concertación.

El nombre que más resuena en Apruebo Dignidad para asumir un eventual desafío electoral, es el de la vocera de Gobierno Camila Vallejo, cuyo liderazgo, dicen, trasciende al Partido Comunista, y en el Frente Amplio es vista como una más del bloque.

En el gobierno, de hecho, se ha generado tensión entre el Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad por el tratamiento que ha recibido la vocera versus Tohá. En el PS y el PPD reconocen internamente que Vallejo tiene un liderazgo importante en el sector y que ese liderazgo cuenta con la venia del propio Presidente Gabriel Boric.

La apuesta de Amarillos y Demócratas

El liderazgo presidencial también resultará clave para partidos emergentes del centro, como Amarillos y Demócratas. Para ambos es clave contar con un liderazgo si quieren aumentar su presencia parlamentaria.

Ahí se habla de la posibilidad de una primaria entre la senadora y presidenta de Demócratas, Ximena Rincón, y uno de los fundadores de Amarillos, Cristian Warken.

«Estamos para recuperar un espacio perdido para la clase media (…) Lo demás ya se verá», dijo Rincón esta semana en El Mercurio, al ser consultada por su opción presidencial

Original de El Líbero

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