La semana pasada ya lo habían adelantado algunos economistas. La sorpresa inflacionaria que provocó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de diciembre de -0,5% y que llevó a que la inflación cerrara el año pasado con un alza de 3,9% comenzaba a generar un cambio en las expectativas del mercado.

La primera de ellas apuntó a que en la Reunión de Política Monetaria (RPM) del 30 y 31 de enero, el Banco Central realice recortes más agresivos de su política monetaria. Las perspectivas llegan hasta 200 puntos base, aunque la mayoría esperaba un ajuste de 100 puntos base para la tasa de interés, que hoy se ubica en 8,25%.

La segunda es que la inflación llegaría a la meta de 3% antes de lo que proyectó el Banco Central en su Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre.

Esta reunión será además la primera en la que podría estar Claudio Soto, el nominado por parte de Hacienda para integrar el Banco Central. Su nombre será votado por la sala del Senado este martes, y por ello, se espera que puede ser parte del consejo para esta reunión.

Y ahora esos escenario planteados por el mercado parece que serán una realidad. El consejero del instituto emisor, Alberto Naudon, durante su participación en la X Conferencia BBVA Latinoamérica en Londres: Desarrollos recientes y Perspectivas de mediano plazo de la economía chilena, describió justamente un contexto en el que las previsiones del instituto emisor en el último Ipom se adelantan.

Esto, porque hacia la última parte de su exposición, Naudon sostuvo que “después de un período de alta inflación y una economía sobrecalentada, estamos “volviendo a la normalidad”. Por ello, mencionó que se espera que la economía crezca alrededor de su tendencia que es 2%.

Asimismo, proyectó que la “inflación alcanzará el 3% durante la primera parte de este año”. Esto marca una diferencia con lo previsto en diciembre pasado.

En el Ipom, el BC señaló que el escenario base consideraba que la inflación total convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024, con perspectivas que no varían mayormente respecto de septiembre.

En esta trayectoria, según describió el ente rector, se combina la parte subyacente que se acercará a 3% más rápido que lo proyectado, con un comportamiento menos favorable para los precios de los combustibles y de otros ítems volátiles. En la inflación subyacente, destacaron que las menores perspectivas para el componente de bienes, influido por el mayor retroceso que acumuló en meses recientes.

Asimismo, se mencionó en el informe que “el descenso de la inflación desde sus máximos de 2022 se ha dado en un contexto de paulatina resolución de los desequilibrios macroeconómicos. La moderación del gasto y el cierre de la brecha de actividad —que se habría completado durante el tercer trimestre— han permitido mitigar las presiones inflacionarias provenientes de una economía que por largo tiempo estuvo creciendo por sobre su capacidad”.

Pero esa diferencia que adelantó Naudon no fue la única. El doctor en Economía de UCLA apuntó también a una aceleración en la normalización de la política monetaria. En este punto, mencionó que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se debería ubicar a fines de 2024 en un nivel cercano a la tasa neutral, es decir, en torno a 4%.

Actualmente la tasa de interés se ubica en 8,25%, por lo que, si se concreta lo expresado por el Consejero del ente rector, en 2024 el ajuste monetario sería del orden de 400 puntos base.

La visión de los economistas

Los economistas coinciden con el mensaje principal que entregó el Consejero del BC, Alberto Naudon, ya que prevén que la inflación se ubicará en 3% durante la primera parte del año, lo que es compatible con una tasa de interés cercana a 4%.

Sergio Lehmann, economista jefe de Bci, sostuvo que la inflación se ha reducido en lo último algo más rápido de lo previsto. Por nuestro lado, coincidimos con esta visión y, de paso, da el espacio para recortes más agresivos respecto a lo planteado en el IPoM. La evidencia más reciente va en esa dirección y, sin duda, el Banco Central ha tomado nota.

Felipe Alarcón, economista asesor de Euroamerica, sostuvo que “lo de la inflación en 3% debiese ser entre marzo y abril. pero la tasa en 4% a fin de año ese es más menos el piso del corredor de tasas”. Para el experto, las bajas de tasas sí deben ser agresivas, “particularmente en enero, dado que no hay otra RPM hasta abril”.

Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa no ve como un “gran cambio” el hecho que ahora se espere que la inflación llegue a 3% en el primer semestre. “Lo vemos probable, especialmente al considerar la sorpresa de -0,5% en diciembre que dejó la inflación anual más abajo de lo esperado”.

En cuanto a la tasa de interés, Pincheira dice compartir la visión expresada por Naudon y que “incluso iría más allá, porque proyectamos que llegará a 4% a mediados del segundo semestre”.

Y el investigador del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Ortiz, argumenta que “el cambio en términos de la proyección de corto plazo de la inflación anual, refleja el impacto tanto de una deflación mensual en diciembre en niveles fuera de su patrón histórico. Este hecho refuerza una senda de IPC con variaciones más acotadas de inflación anual”.

Asimismo, el economista menciona que la incidencia de la nueva canasta del IPC “efectivamente debería llevar en el margen a una inflación anual menor, no obstante, dice que “el lograr un 3% para el primer trimestre es un escenario factible con una baja probabilidad. Esperamos que el 3% se alcance a principios del segundo trimestre del año”.

Sobre la Tasa de Política Monetaria, Ortiz afirmó que en medio de una inflación de 3% y un nivel de producto en torno al nivel de PIB potencial, la TPM debería ubicarse en un nivel acordé con la tasa de interés neutral. “Este escenario es totalmente plausible hacia fines de 2024, por lo tanto, una TPM de 4% sería consistente con los equilibrios macroeconómicos básicos”.

En su presentación Naudon también sostuvo que “después de años de baja productividad, los riesgos para el crecimiento están sesgados a la baja. Esto ejercerá presión sobre las finanzas fiscales”.

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