Militantes ecologistas han tirado sopa de sobre contra ‘La Gioconda’, el legendario retrato de Lisa Gjerardini, realizado por Leonardo da Vinci, en el Museo del Louvre, para «denunciar un sistema agrícola enfermo».

‘La Gioconda’ está protegida, desde hace años, por un vidrio blindado. Y la sopa ecologista quizá no ha dañado esa obra maestra del arte universal. Queda el «gesto», en el marco de la crisis nacional y europea del campo y las agriculturas del continente.

El colectivo ‘Riposte alimentaire’ (RP, Respuesta alimenticia) ha deseado relanzar sus actividades con aspiraciones subversivas, interviniendo en el primer museo nacional «en defensa de los agricultores, víctima de un modelo nacional y europeo que los explota y destruye».

«¿Qué es más importante, el arte o el derecho a una alimentación sana y durable?», se pregunta el colectivo RP, que se dice dispuesto a «continuar nuestra lucha en defensa del campo francés».

La vandálica actitud fue rechazada mayoritariamente en redes sociales:

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