El Parlamento de Israel aprobó este miércoles un nuevo presupuesto para el año en curso, con el foco puesto en la guerra sobre Gaza. Así, este 2024 se destinarán 584.100 millones de séqueles (160.000 millones de dólares) en cuestiones militares, es decir, unos 70 millones de séqueles (19.000 millones de dólares) más de los que habían sido acordados para 2023.

De ellos, cerca de 55 millones de séqueles (15.000 millones de dólares) se usarán principalmente para financiar al Ejército y que éste pueda seguir avanzando en el enclave palestino y presionando a Hamas, mientras la restante suma se usará para cubrir gastos del sector civil.

El proyecto contó con el respaldo de 62 miembros de la Knesset frente a 55 que estuvieron en contra, en lo que fueron unas tensas sesiones de debate que se extendieron durante dos días. El ministro de Agricultura, Avi Dichter, miembro de la coalición gobernante Likud, del primer ministro Benjamin Netanyahu, fue una de las voces que manifestó su oposición.

Precisamente, el funcionario se oponía a los recortes sobre el presupuesto para Agricultura y hasta llegó a amenazar con vetar la medida. Sin embargo, tras una serie de negociaciones, llegó a un acuerdo con Netanyahu en el que éste se comprometió a “resolver la crisis agrícola” para Pascua a cambio de su apoyo.

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