El cerebro tiene 86 mil millones de neuronas y 350 trillones de conexiones o sinapsis y desafía constantemente a los científicos, quienes reconocen que tienen muchos enigmas por resolver de este maravilloso órgano.

A menudo, cuando se busca aumentar la neuroplasticidad, y potenciar la salud cognitiva, se piensa en hacer actividades que estimulen la mente como aprender un nuevo idioma, hacer crucigramas o jugar al Wordle. Pero la agudeza mental implica mucho más que juegos: los hábitos cotidianos desempeñan un papel crucial en la salud del cerebro, empezando por la dieta.

Día a día se conocen nuevas investigaciones que demuestran cuán importante es la alimentación para tener un buen sistema inmunológico, para la longevidad y para la salud. Pero, ¿cuál es la relación entre la alimentación y el cerebro? Emilia Caro, bióloga molecular, directora ejecutiva de GEDYT manifestó a Infobae en una nota reciente que la relación entre la dieta y la salud mental es mucho más profunda y compleja de lo que se suele imaginar.

“No es solo una cuestión de saciar el hambre o satisfacer un antojo; la comida que consumimos desempeña un papel central en el funcionamiento del cerebro, afectando directamente el estado de ánimo, la capacidad para manejar el estrés y, en general, nuestra salud mental”.

Y agregó: “Esto se debe a que ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en omega-3, aminoácidos, vitaminas y minerales, proporcionan el combustible esencial para la producción de neurotransmisores, las sustancias químicas del cerebro que transmiten mensajes y juegan roles clave en regular cómo nos sentimos. Entre estos, la serotonina y la dopamina son fundamentales para experimentar sensaciones de felicidad y motivación”.

¿Y qué ocurre con aquellos alimentos que no son buenos para el cerebro? Si bien “darse el gusto” con algunos no hace un gran daño, los especialistas en la salud del cerebro, como son los neurólogos y los neurocientíficos, detallan siete alimentos que conviene evitar, según expresaron en una nota en en HuffPost.

Cuáles son los 7 alimentos “enemigos” del cerebro

1. Gaseosas

El neurólogo doctor Shaheen Lakhan dijo: “Las gaseosas son uno de los peores alimentos para la salud del cerebro debido a la alta concentración de azúcares simples, que dañan los vasos sanguíneos que irrigan este órgano”.

Y agregó en declaraciones al HuffPosr: “Con el tiempo, esto priva al cerebro de los combustibles que necesita para funcionar. El azúcar también causa inflamación, irritabilidad, mal humor y alteraciones del sueño”.

Además, los constantes altibajos, el “subidón” y “baja” del azúcar, también pueden causar un estado de adicción con antojos y abstinencia, y las gaseosas dietéticas no son mejores. “Incluso las versiones light o cero de las gaseosas tienen efectos negativos, ya que los aditivos sin calorías estresan el cerebro y lo engañan para que consuma más calorías y desee azúcar real”, dijo el experto.

2. Papas fritas

Son uno de los principales alimentos que evita el neurólogo Pedram Navab. “Una dieta que incorpora alimentos grasos como las papas fritas puede dañar los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, provocando deterioro cognitivo”, dijo. “Reduce la integridad de la barrera hematoencefálica y provoca daño neuronal en el hipocampo, una parte del cerebro que es fundamental para el aprendizaje y la memoria”.

Un estudio publicado por la revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), indica que un alto consumo de sodio puede elevar la presión arterial, y provocar un impacto negativo en el colesterol y los niveles de azúcar en sangre, tres factores que pueden afectar la salud del cerebro.

3. Margarina

La doctora Shae Datta, neuróloga y codirectora del Centro Langone de Conmoción Cerebral de la Universidad de Nueva York, dijo que ella evita la margarina tanto como sea posible porque contiene grasas trans. “A menudo escuchamos que las grasas trans no son buenas para el corazón y los vasos sanguíneos. Lo mismo se aplica a los vasos del cerebro”, afirmó.

“Un estudio de la revista Neurology encontró que los adultos mayores que tenían los niveles más altos de ácido elaídico (un tipo común de grasa trans) en la sangre tenían más probabilidades de desarrollar demencia. Es mejor limitarse al aceite de oliva y a la manteca de verdad”, afirmó la experta.

4. Proteína en polvo

Si bien se la agrega a los batidos a menudo y se la comercializa como una opción saludable y baja en calorías para las personas que intentan bajar de peso, está llena de edulcorantes artificiales, según la neurocientífica Friederike Fabritius, y causa “estragos en el microbioma gastrointestinal”, expresó. “Un microbioma interno sano y robusto es muy importante para una excelente salud cerebral porque la mayoría de nuestros neurotransmisores se producen en el intestino”.

El doctor Matías Iglesias, del Servicio de Psiquiatría de Fleni, expresó a Infobae en una nota reciente: “Cuando existen desequilibrios en la composición de la microbiota, esto puede desencadenar una respuesta inflamatoria generalizada, que si se mantiene en el tiempo podría impactar en el sistema inmune y activar de manera sostenida la respuesta al estrés. Estas alteraciones sistémicas se propagan a nivel del sistema nervioso central y afectan circuitos neuronales que están implicados en la regulación emocional, en la memoria, en la atención, con la consecuente posible aparición de trastornos como la depresión y el deterioro cognitivo”.

El doctor Iglesias indicó: “Mantener una dieta equilibrada, consumiendo pescado, mariscos, legumbres, verduras, aceite de oliva (grasas monoinsaturadas), yogur, frutos secos, que sea rica en fibra y alimentos fermentados, así como evitar el uso excesivo de antibióticos y reducir el estrés, pueden ayudar a promover una microbiota intestinal saludable y diversa. Además, la ingesta de probióticos y prebióticos puede ser beneficiosa para restaurar y mantener el equilibrio del microbioma. De la misma manera, evitar los alimentos procesados y los azúcares refinados puede ayudar a reducir la inflamación y promover una mejor salud mental”.

5. Alimentos con cannabis

“Además de los efectos de deterioro cognitivo a corto plazo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (también conocido como THC, o lo que produce el ‘subidón’) parece contraer las arterias del cerebro”, dijo el doctor Lester Leung, neurólogo y director del Centro de Accidentes Cerebrovasculares en Tufts Medical Center.

“Esto puede ser muy peligroso cuando lo usan en grandes cantidades personas con migrañas, un dolor de cabeza muy común que, junto con el consumo excesivo de cannabis, puede provocar un derrame cerebral, incluso en personas jóvenes y por lo demás sanas”, apuntó.

6. Alcohol

“La cerveza se compone completamente de calorías vacías sin valor nutricional”, dijo el doctor Byran Ho, neurólogo y director del Programa de Trastornos del Movimiento del Centro Médico Tufts, y esto se cumple en todas las bebidas alcohólicas.

“El alcohol es una neurotoxina que puede dañar tanto el sistema nervioso central como el periférico, incluso si se consume en cantidades moderadas”. Existen varios estudios que demuestran que el consumo excesivo de alcohol afecta negativamente tanto a la estructura como a la función del cerebro.

7. Café descafeinado

Sean Callan, neurocientífico y director ejecutivo de Ellipse Analytics, recomienda evitar esta bebida a menos que se esté seguro de que el proceso de descafeinado no contiene disolventes.

“Los disolventes, los productos químicos utilizados para eliminar la cafeína del café, son generalmente tóxicos para los humanos”, dijo.

Y sumó: “Muchos están relacionados con un mayor riesgo de cáncer o daño neurológico, especialmente en dosis grandes o repetidas. Más allá de eso, se sabe que solventes como el cloruro de metileno (usado en el proceso de descafeinado) atraviesan la placenta, lo que significa que las mujeres embarazadas corren el riesgo de exponer a su feto al solvente”.

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