Una insólita explicación entregó el diputado Mauricio Ojeda, imputado en una de las aristas del Caso Convenios, sobre por qué entregó su teléfono hecho huilas a la Fiscalía.
El congresista independiente, integrante de la bancada del Partido Republicano, tiene calidad de imputado en la investigación por un millonario fraude al interior del Gobierno Regional de La Araucanía, en convenios con dos fundaciones. Este desfalco también se ha conocido como “Caso Manicure” e involucraría el desvío de unos $730 millones.
En una de las tantas diligencias, la PDI pidió al diputado Ojeda la entrega voluntaria de su teléfono, a lo que él accedió. Todo bien, hasta que los policías vieron el terrible estado del móvil: estaba completamente destrozado.
Una llamativa explicación entregó el diputado Mauricio Ojeda, imputado en una de las aristas del Caso Convenios, sobre por qué entregó su teléfono hecho huilas a la Fiscalía.
El congresista independiente, integrante de la bancada del Partido Republicano, tiene calidad de imputado en la investigación por un millonario fraude al interior del Gobierno Regional de La Araucanía, en convenios con dos fundaciones. Este chanchullo también se ha conocido como “Caso Manicure” e involucraría el desvío de unos $730 millones.
En una de las tantas diligencias, la PDI pidió al diputado Ojeda la entrega voluntaria de su teléfono, a lo que él accedió. Todo bien, hasta que los policías vieron el terrible estado del móvil: estaba completamente destrozado.
Fuentes policiales de La Tercera indican que, en apariencia, el celular pudo haber sido arrollado por un vehículo y no víctima de las manitos de un pequeño de tres años.
LO ACUSARON DE QUERER “QUEMAR TELÉFONOS”
Las sospechas crecieron cuando escucharon la declaración de otro de los imputados en el mismo caso. Miguel Ortiz, hermano de Rinett y Juvenal Ortiz, los representantes de Folab, una de las fundaciones investigadas.
Esta persona soltó la lengua sobre cómo Ojeda se habría coordinado con los demás implicados en la investigación, incluso sugiriendo quemar teléfonos.
“Nos indicó que mi hermana debía hacer desaparecer su teléfono, y que él recomendaba que lo mejor era quemarlo, y que él sugería que para justificarlo mi hermana debía decir que como ella estaba muy afectada, con tratamiento psiquiátrico, y la prensa y la gente la llamaban mucho, ella decidió quemarlo”, descargó.
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