Iván Duque, quien fuera Presidente de Colombia entre 2018 y 2022, destacó esta jornada los desafíos que enfrentan las democracias de América Latina en temas como migración, control de fronteras y crimen organizado, en el marco de la conferencia “Seguridad y Democracia en Latinoamérica” organizada esta jornada en Chile por la plataforma La Otra Mirada.

En la instancia, que estuvo marcada por un homenaje a la obra del fallecido exmandatario Sebastián Piñera -y que contó con la presencia de su viuda, Cecilia Morel, y sus hijas-, Duque destacó los lineamientos que, a su juicio, deberían seguir los países de la región para no perder la lucha contra la delincuencia.

Así lo enfatizó primero en una exposición al público presente en el Hotel W, y luego en un diálogo con Magdalena Piñera Morel, hija del exmandatario y quien ofició de entrevistadora en la segunda mitad del evento.

Al respecto, el expresidente Duque relevó que la seguridad de los pueblos es esencial para el resguardo de la democracia, ya que esta es “fundamental para el pleno ejercicio de las libertades”.

En este sentido, Duque sostuvo que la democracia enfrenta una serie de riesgos, especialmente los que representan el crimen trasnacional organizado.

“Tenemos hoy un fenómeno de criminalidad organizada como nunca antes la habíamos visto en la región”, sostuvo Duque, quien indicó que estas bandas son transnacionales, poseen redes de armamento, lavado de activos a través de criptoactivos, reclutan jóvenes para evitar que enfrenten a la justicia, además de empezar a tener presencia en países que nunca habían enfrentado un fenómeno similar.

Así, Duque sostuvo que uno de los principales riesgos en América Latina es la “percepción de quienes creen que esos fenómenos nunca van a llegar a nuestros países. Y resulta que cuando menos se dan cuenta, ya tienen presencia territorial”. En este caso, ejemplificó con la ramificación que ha tenido la banda venezolana conocida como el Tren de Aragua.

En este contexto, ejemplificó señalando que Chile sigue teniendo una tasa de homicidios baja, de 6 por cada 100 mil habitantes, pero “si no miramos bien y no entendemos que ese 6 era un 4 hace un año y medio, no entendemos que es una amenaza exponencial”.

Asimismo, destacó la existencia de lo que calificó como el “fenómeno de la posverdad”, que “hoy está afectando la capacidad operativa de la fuerza pública en distintos lugares”.

Esto, ya que, afirmó, dentro de las fuerzas públicas del continente, hay muchos integrantes que sienten que “quienes hoy los dirigen fueron quienes los atacaron en el pasado y quienes más promovían la judicialización”.

Ante este escenario, Duque propone una serie de ideas para hacer frente al crimen transnacional organizado, principalmente bajo el concepto de que “la fuerza pública es una sola”, es decir que tanto las Fuerzas Armadas como las policías deben trabajar de manera coordinada para hacer frente a este fenómeno.

La idea es tener “inteligencias articuladas, se trabaja tácticamente de la mano, tener grupos de tarea conjunta, comandos de tarea conjunta”.

En este sentido, indicó que es necesario “zanjar diferencias políticas con respecto a dónde está alojada la seguridad, porque si no hay unidad, va a ser casi imposible hacer las victorias rápidas”, destacó.

Asimismo, relevó la necesidad de hacer visibles a los criminales, con mensajes de “Se busca”, recompensas y una red de informantes que abarque a la población civil en todo el territorio.

Indicó que, de esta forma, los delincuentes “no se sienten cómodos, saben que siempre están siendo observados, que sus imágenes y el precio que hay sobre ellos se convierte en una amenaza disuasiva”.

También, el expresidente Duque destacó la importancia de la ciberseguridad y dar trazabilidad a los recursos del crimen organizado, invertir en equipos de vigilancia y actualizar las normas de sanción.

“Flaqueamos donde hay capturas de miembros de esas estructuras, pero cuando llega el momento de la judicialización, están saliendo rápidamente de los centros de detención”, manifestó Duque.

Por otra parte, destacó la necesidad de leyes modernas “que reivindiquen el poder de la fuerza pública”, incluyendo mejorar las remuneraciones de los policías que están en las calles.

El expresidente Duque fue enfático en sostener que la seguridad requiere la “gerencia permanente” del Presidente de la República. “No es delegable de parte del Presidente. Es el Presidente, en su condición de comandante en jefe, el único que puede organizar la articulación de todas las fuerzas”.

Migración

Sobre el problema de la migración irregular que afecta a varios países de la región, incluyendo a Chile, el expresidente Duque sostuvo que, aunque no hay una tesis “universal” que se pueda aplicar en todos los países, explicó la experiencia de Colombia al respecto.

“El migrante que no tiene un mecanismo de legalidad es invisible, porque no puede abrir una cuenta bancaria, no puede entrar al mercado laboral formal, no está en el sistema de salud, no le prestan dinero, y si queda en esa invisibilidad se vuelve en el elemento predilecto de la criminalidad organizada”, destacó.

Así, sostuvo que en su país “otorgamos un estatuto de protección temporal por 10 años”, que permitió a los migrantes tener acceso a los elementos mencionados con anterioridad, además de poder tener una trazabilidad de los ciudadanos extranjeros, con un reconocimiento biométrico y dactiloscópico.

“Al hacerse visibles encontramos que los índices de informalidad, de la pobreza interdimensional y del desempleo, bajaron, mientras el emprendimiento en micro y pequeñas empresas creció en el país”, además de permitir “identificar donde estaban las redes de tráfico de migrantes”.

En este sentido destacó que “una buena política migratoria, por polémica que sea, es fundamental para combatir el crimen trasnacional de manera efectiva”.

Certidumbre a empresarios

En este mismo sentida, Iván Duque sostuvo que la seguridad en un país da certidumbre para la inversión y genera crecimiento económico y confianza

“No conozco un solo país del mundo que no logre progresar sin emprendimiento y sin confianza en el mundo privado”, destacó, al señalar que “Chile está en el momento indicado para involucrar al sector privado en esta estructura que no tiene color político, porque si esto se deteriora, afecta indiscriminadamente a toda la población”.

Tren de Aragua y crimen del teniente Ojeda

El expresidente de Colombia aprovechó la ocasión de fustigar al régimen de Nicolás Maduro en relación con el avance del Tren de Aragua, donde ejemplificó con el caso del exteniente venezolano Ronald Ojeda, quien fue asesinado en Chile por presuntos miembros de esta organización criminal.

Al respecto, sostuvo que “la Fiscalía chilena está haciendo un trabajo muy acucioso y todos los caminos conducen a Caracas”.

Agregó que “el crimen de Ronald Ojeda no es un caso aislado, ojo, hace algunas semanas un canal de la TV colombiana hizo un informe especial donde mostraba que la dictadura de Maduro está utilizando al tren de Aragua para capturar información de inteligencia”.

Así, destacó que, a su juicio, “el caso de Ronald Ojeda está vinculado con una vendetta que tiene sus orígenes en Caracas”.

Consultado en la ocasión por Magdalena Piñera respecto de si es aconsejable para el Presidente Gabriel Boric -como lo afirmó recientemente- intentar dialogar con Nicolás Maduro para lograr llevar a la justicia a los responsables del crimen, Duque fue tajante.

“Nicolás maduro es una criminalidad de lesa humanidad (…) ¿Es confiable hablar con él? No”, indicó el exmandatario colombiano, quien afirmó que, aunque es posible tratar de dialogar, “yo no tengo ninguna expectativa sobre la intencionalidad de Maduro de colaborar en este tema, porque es un tema organizado desde Venezuela”, cerró.

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