¿Qué hace a las smash burgers tan especiales? La clave está en la técnica. El concepto se origina en Estados Unidos durante la Gran Depresión de los años 20’s donde miles de obreros machacaban la carne con latas de aluminio, para luego agregar ingredientes de bajo costo (cebolla, ajo y, en algunos casos, pepinillo) que les permitieran tener un alimento para saciar sus necesidades.

“Al aplastar la carne se consigue la reacción de Maillard, que provoca que se caramelice la grasa de la hamburguesa y se forme una costra crujiente que le aporta ese sabor tan característico”, afirma Darío Molina, Dueño de La Fuente Carrera, local especializado en esta técnica.

En ese sentido, la gran variedad de cortes y carnes que se preparan en Chile fomenta la oportunidad de preparar variados tipos de hamburguesas. “Los mejores cortes que se pueden conseguir en cualquier carnicería y supermercado son el Huachalomo y la Sobrecostilla. La proporción de grasa que debe llevar cada una de las bolas de carne, va entre el 20% y el 30%. La idea es que aunque la carne se tueste en la plancha, siga manteniéndose jugosa”, apunta Dayana Ávila, chef ejecutiva de la fuente.

Además de la técnica de cocción, la calidad de los ingredientes es crucial para preparar una deliciosa hamburguesa, de modo que el pan también cumple una importante función al momento de armar el plato. “Preferimos el pan de papa porque da un toque dulce que se mezcla bien con los otros sabores y además es lo suficientemente consistente como para contener todo hasta el último bocado, sin desarmarse”, afirma la chef.

Con 5 años de experiencia en la industria, La Fuente Carrera en La Reina es uno de los locales con mayor consumo de smash burger en Santiago, llegando a vender más de 10 mil hamburguesas durante finales de 2023. “Nuestro foco está en hacer un producto de buena calidad, y que reafirme las cualidades diferenciadoras de las smash burger norteamericanas. El sabor y la excelencia no se discuten. Nos preocupamos de que todo sea sencillo, de ir a la esencia de los sabores tradicionales de la técnica”, puntualiza Darío Molina.

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