La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) mejoró su mirada sobre el futuro de la economía de Chile y tiene mayor optimismo sobre el futuro del Producto Interno Bruto (PIB) local que otros importantes organismos internacionales.

En concreto, la OCDE elevó sus proyecciones de crecimiento para Chile de un 1,8% que informó en noviembre del 2023 a 2,3% para este año. La OCDE también elevó sus proyecciones para Chile durante este año, tras que en noviembre del 2023 las había bajado de 1,9% a 1,8%.

“Una recuperación de los salarios reales, favorecida por la caída de la inflación y unas condiciones financieras más flexibles, respaldará una recuperación del consumo durante 2024-25″, dijo la OCDE en su reciente informe.

Sin embargo, su mejor mirada también advierte que, “la confianza empresarial ha mejorado, pero el crédito estancado seguirá frenando el crecimiento de la inversión durante 2024″.

Otra de las amenazas que resalta la OCDE para Chile es una mayor desaceleración de China, teniendo una caída en la demanda de metales. Esto, en el contexto que la superpotencia es el principal comprador de metales del mundo, primer socio comercial de Chile y la principal exportación del país son materias primas.

El calentamiento global fue otra de las amenazas para Chile ante los daños que pueda generar su avance en la economía (como incendios y sequías), reduciendo el crecimiento y requiriendo más gasto del Estado. Otra de los llamados fue en generar acuerdos, ya que la OCDE estimó que la fragmentación política puede frenar “las reformas tan necesarias”.

Las proyecciones del organismo internacional se ubican por sobre la que anunció de forma reciente el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, ambas instituciones ven al país creciendo un 2% este año. En tanto, en su reciente Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central estimó que el contexto da para prever un crecimiento entre 2% y 3% para este año. Mientras que, las proyecciones del gobierno del Presidente Gabriel Boric estiman para este año un crecimiento de un 2,5%.

Para 2025, el organismo internacional también elevó su proyección de 2,1% a 2,5%, una mirada en línea con el FMI y por debajo de la del Banco Mundial (2,2%).

En su análisis sobre Chile, la OCDE también ve como la demanda de minerales apoyará el crecimiento de las exportaciones en Chile. Mientras que, sobre la inflación, la OCDE la ve llegando a su rango meta del 3% a mediados del 2025.

Otro de los argumentos para sus proyecciones es que ven al Banco Central reduciendo la Tasa de Política Monetaria de forma sostenida y llegando una tasa neutra a mediados del 2025. Además, la OCDE asume que habrá una política fiscal menos expansiva entre 2024 y 2025, y que los niveles de deuda se mantendrá de forma sostenible.

Llamado de la OCDE

En su informe de perspectivas, la OCDE estimó que Chile debe avanzar en reducir la burocracia de la tramitación de permisos para los proyectos de inversión y en una reforma al sistema tributario.

“La competencia y el espíritu empresarial se ven sofocados por procedimientos regulatorios largos y complejos. Revisar el conjunto de regulaciones, pasar a esquemas de ‘licencia cero’ y procedimientos digitales siempre que sea posible, junto con un mayor gasto en investigación y desarrollo, puede ayudar a aumentar la productividad y el crecimiento”, dijo la OCDE en su informe.

Mientras que, la reforma en materia de impuestos, la OCDE comentó que se debe “hacer que el sistema tributario sea más ecológico y progresivo y al mismo tiempo mejorar la administración tributaria”. Un trabajo que la OCDE ve que puede lograr aumentar la capacidad de gasto para reducir “significativamente las desigualdades y financiar proyectos verdes que respalden la descarbonización”.

Panorama regional

Las economías de mayores ingresos en América Latina tendrán un crecimiento modesto este año y el próximo, a excepción de Argentina, debido a que la demanda externa continúa siendo débil, dijo el jueves la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El organismo, que tiene su sede en París, dijo en su informe semestral de perspectivas para la región que, en promedio, las principales siete economías latinoamericanas crecerán un 1,4% este año y un 2,4% en 2025, una ralentización después del avance del 1,9% de 2023.

“En 2025, las perspectivas para la región tienen un tono más positivo, asociado a un mayor crecimiento de la demanda externa, y una menor inflación, ya dentro de los rangos meta de los bancos centrales”, dijo OCDE en el informe.

Pero los riesgos económicos continúan sesgados a la baja, ya que “las tensiones geopolíticas globales y la volatilidad en los mercados financieros globales podrían tener un impacto negativo sobre la región”, advirtió.

Los desastres climáticos y su efecto en la economía fueron otras de las alertas.

En el desglose de proyecciones, Costa Rica encabeza el crecimiento con un avance previsto de un 3,6% para este año, mientras que Perú y Chile siguen, ambos con un 2,3% en 2024, con perspectivas de otro repunte para el próximo año gracias a una esperada recuperación de los salarios que elevará el consumo y un relajamiento de la política monetaria.

Entre las economías de mayor peso, el organismo espera una ralentización en Brasil al 1,9% desde la expansión de 2,9% el año pasado y una desaceleración en México al 2,2% en 2024 desde el crecimiento de 3,2% del 2023.

En Brasil, la principal economía de la región, la OCDE considera que el gasto de los hogares será el motor clave de crecimiento, alentado por un robusto mercado laboral; un escenario similar al de México, donde la solidez del empleo sostendrá la demanda interna.

Las perspectivas para Colombia también ofrecen cierto optimismo, puesto que se proyecta un repunte parcial de la inversión a medida que mejoran las condiciones financieras, aunque la inflación ha continuado en niveles elevados a pesar de su trayectoria decreciente.

El informe llama la atención sobre la situación de Argentina, donde prevé que la economía se contraiga un 3,3% este año por el impacto de la hiperinflación y los severos ajustes fiscales que considera “necesarios”, pero que lastran el consumo. Para el 2025, la OCDE estima una recuperación del PIB al 2,7%.

“La consolidación fiscal anunciada debería continuar”, señaló el reporte sobre la economía argentina. “Junto con el fin de la financiación monetaria y el refuerzo del balance del banco central, dicha consolidación restablecerá la estabilidad macroeconómica”, añadió.

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