Si alguna vez escuchó que tomar té puede ayudar a bajar de peso, no estaba equivocado. Ciertos tipos de té están repletos de antioxidantes que ayudan a estimular el metabolismo, aumentar la quema de grasa, reducir la inflamación o actuar como detox para el cuerpo.

Pero el té no solo actúa a nivel físico, su consumo puede ayudar a controlar el apetito y reducir los antojos, promoviendo así una ingesta calórica más equilibrada. Esta combinación de beneficios lo posiciona como una herramienta valiosa en el camino hacia una vida más saludable y activa.

La dietista registrada Lauren Manaker, escribió un artículo para Health compartiendo los 7 mejores tés que pueden ayudarte a bajar de peso.

Los 7 mejores tés que pueden ayudarte a bajar de peso

1. Té verde

El té verde, derivado de la planta Camellia sinensis, ha sido objeto de numerosos estudios debido a sus potenciales beneficios para la salud, entre ellos, su capacidad para ayudar en la pérdida de peso. Este efecto se atribuye principalmente a dos componentes clave presentes en el té verde: las catequinas y la cafeína.

Las catequinas son un tipo de antioxidante que se encuentran en abundancia en el té verde, especialmente en forma de epigalocatequina galato (EGCG). Estas sustancias han demostrado tener varios efectos beneficiosos para la salud, incluida su capacidad para influir en el metabolismo y la oxidación de las grasas.

Estudios han demostrado que las catequinas pueden aumentar la termogénesis, es decir, la producción de calor en el cuerpo, lo que a su vez puede aumentar el gasto energético y la quema de calorías, reduciendo potencialmente la grasa corporal, particularmente en el área abdominal, según Manaker.

Por otro lado, la cafeína presente en el té verde también desempeña un papel importante en la pérdida de peso. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que puede aumentar temporalmente la tasa metabólica y promover la movilización y oxidación de las grasas almacenadas en el cuerpo. Además, la cafeína puede mejorar el rendimiento físico durante el ejercicio, lo que puede aumentar aún más el gasto calórico.

2. Té negro

El té negro, al igual que el té verde, ha sido objeto de interés en relación con sus posibles beneficios para la salud, incluida su capacidad para ayudar en la pérdida de peso. Aunque el té negro y el té verde provienen de la misma planta, Camellia sinensis, experimentan diferentes procesos de oxidación durante su producción, lo que resulta en perfiles de sabor y composiciones químicas distintas. Sin embargo, el té negro también contiene componentes que pueden influir positivamente en la pérdida de peso.

Uno de los principales mecanismos a través de los cuales el té negro puede contribuir a la pérdida de peso es mediante su contenido de cafeína. Al igual que en el té verde, la cafeína presente en el té negro actúa como un estimulante del sistema nervioso central, lo que puede aumentar temporalmente la tasa metabólica y promover la oxidación de las grasas almacenadas en el cuerpo.

Además de la cafeína, el té negro también contiene otros compuestos bioactivos, como las teaninas y los flavonoides, que pueden influir en el metabolismo y la composición corporal. Según Manaker, el té negro aumenta los niveles de flavonoides, particularmente teaflavinas y tearubiginas, que se cree que contribuyen a la pérdida de peso y la reducción de grasa. Estos compuestos pueden mejorar el metabolismo y ayudar a reducir la grasa visceral.

Por otro lado, algunas investigaciones sugieren que las teaninas pueden tener efectos beneficiosos sobre el estrés y la ansiedad, lo que podría ayudar a reducir el consumo de alimentos impulsado por el estrés y los antojos emocionales, factores que a menudo contribuyen al aumento de peso.

3. Te Oolong

Aunque hay menos estudios específicos sobre el té Oolong en comparación con el té verde o el té negro, hay evidencia que sugiere que el té Oolong, una variedad semi-fermentada de té, puede influir positivamente en el metabolismo y la composición corporal, lo que podría contribuir a la pérdida de peso.

Una de las formas en que el té Oolong puede ayudar en la pérdida de peso es a través de su contenido de polifenoles y catequinas. Estos compuestos antioxidantes pueden aumentar la tasa metabólica y promover la oxidación de las grasas almacenadas en el cuerpo. Investigaciones sugieren que los polifenoles del té Oolong pueden estimular la lipólisis, el proceso mediante el cual las células grasas liberan ácidos grasos para ser utilizados como fuente de energía, lo que puede facilitar la pérdida de peso.

“Algunos datos han demostrado que el consumo de té Oolong durante dos semanas aumentó la oxidación de grasas, lo que podría ayudar a las personas a perder peso. Además, un informe mostró que se ha observado que el té Oolong reduce los niveles de azúcar e insulina en la sangre, lo que podría respaldar aún más los esfuerzos de pérdida de peso”, escribió la dietistas en el portal.

4. Té de menta

El té de menta, una infusión refrescante y aromática derivada de la planta Mentha piperita, ha sido asociado con una serie de beneficios para la salud, incluida su capacidad para promover la pérdida de peso.

Uno de los posibles mecanismos mediante los cuales el té de menta podría ayudar en la pérdida de peso es a través de su efecto sobre la digestión y el sistema gastrointestinal. La menta ha sido tradicionalmente utilizada para aliviar problemas digestivos como la indigestión, el malestar estomacal y la hinchazón. Al mejorar la digestión y promover el vaciamiento gástrico, el té de menta podría ayudar a reducir la sensación de plenitud y contribuir a una menor ingesta calórica.

“Además, se ha demostrado que el aroma refrescante y vigorizante de la menta reduce el apetito, lo que podría provocar una disminución de la ingesta calórica”, explicó Manaker.

Otro posible mecanismo mediante el cual el té de menta podría influir en la pérdida de peso es a través de su efecto sobre el estrés y el estado de ánimo. Se ha demostrado que el estrés crónico puede contribuir al aumento de peso al aumentar la ingesta de alimentos emocionales y promover el almacenamiento de grasa abdominal. La menta se ha utilizado tradicionalmente como un remedio natural para reducir el estrés y promover la relajación, lo que podría tener efectos positivos indirectos sobre el control del peso.

5. Té de jengibre

El té de jengibre, una infusión que se prepara a partir de la raíz de jengibre fresca o seca, ha ganado popularidad en el ámbito de la salud y el bienestar, especialmente en relación con la pérdida de peso.

Uno de los principales beneficios del jengibre para la pérdida de peso es su capacidad para aumentar la termogénesis. La termogénesis es el proceso mediante el cual el cuerpo quema calorías para producir calor, y puede contribuir a la pérdida de peso al aumentar el gasto energético. El jengibre contiene compuestos bioactivos como los gingeroles y los shogaoles, que se ha demostrado que tienen efectos termogénicos, lo que significa que pueden aumentar la producción de calor en el cuerpo y, por lo tanto, aumentar el gasto calórico.

“Un estudio a pequeña escala demostró que beber una bebida similar al té de jengibre (jengibre molido disuelto en agua caliente) estaba relacionado con una menor sensación de hambre, una menor ingesta de alimentos y una mayor saciedad en comparación con aquellos que no consumían la bebida de jengibre”, escribió la dietista.

6. Té de hibisco

El té de hibisco, elaborado a partir de la infusión de los cálices de la flor de hibisco, tiene un sabor ácido que puede actuar como una bebida saciante y sin calorías para quienes no quieren beber agua sola.

Uno de los posibles mecanismos mediante los cuales el té de hibisco podría ayudar en la pérdida de peso es a través de su capacidad para inhibir la producción de amilasa. La amilasa es una enzima que descompone los carbohidratos complejos en azúcares simples, lo que facilita su absorción en el torrente sanguíneo. Al inhibir la actividad de la amilasa, el té de hibisco puede reducir la absorción de carbohidratos, lo que podría ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre y prevenir picos de insulina que puedan contribuir al aumento de peso.

“Los compuestos principales que se encuentran en el hibisco, incluidas las antocianinas, pueden ayudar a inhibir la absorción de carbohidratos, posiblemente reduciendo el impacto de la ingesta calórica de azúcares y almidones”, explicó Manaker.

Además, el té de hibisco es rico en compuestos antioxidantes, incluidos los flavonoides y los ácidos orgánicos. Estos antioxidantes pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo y la inflamación, que están implicados en el desarrollo de la obesidad y las enfermedades metabólicas. Al reducir la inflamación y mejorar la salud metabólica, el té de hibisco podría facilitar la pérdida de peso y la prevención del aumento de peso.

7. Té de rooibos

El té de rooibos, una infusión proveniente de las hojas de la planta del arbusto rojo sudafricano Aspalathus linearis, contiene polifenoles, especialmente flavonoides como la quercetina y la rutina. Estos compuestos antioxidantes tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo, que está asociado con el aumento de peso y la obesidad. Al reducir la inflamación y mejorar la salud metabólica, el té de rooibos podría facilitar la pérdida de peso y la prevención del aumento de peso.

Además, el té de rooibos es naturalmente libre de cafeína, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que desean reducir su consumo de estimulantes. A diferencia de la cafeína, que puede aumentar temporalmente la tasa metabólica y la quema de calorías, el té de rooibos tiene un efecto más suave y calmante en el cuerpo. Esto puede ser beneficioso para aquellos que son sensibles a la cafeína o que prefieren evitarla por la noche.

Es importante tener en cuenta que el consumo de té por sí solo no garantiza la pérdida de peso y que los resultados pueden ser modestos. La pérdida de peso efectiva generalmente requiere cambios en la dieta y el estilo de vida, como una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico. Además, es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier plan de pérdida de peso, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes o se están tomando medicamentos.

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