Hay nuevo augurios para la economía chilena. Y es que el Gobierno, el mercado y agentes extranjeros han recalculado su proyección respecto del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año (y el próximo), mejorando sus previsiones luego del buen desempeño que mostró la actividad en el primer trimestre -con una expansión de 2,3%- y la positiva sorpresa que ha significado el precio del cobre en niveles históricos.

El foco de preocupación, eso sí, sigue están en los probles pronósticos para la inversión.

De todas formas, y además del cobre, hay otros condimentos que están alimentando el optimismo de los analistas, como el ciclo de bajas a la tasa de interés que está llevando adelante el Banco Central, lo que dinamiza la economía, acompañado por la brusca baja que ha mostrado el valor del dólar en las últimas semanas.

Banco Mundial

Uno de los primeros en mejorar los pronósticos de la economía nacional fue el Banco Mundial. En abril, publicó el informe «Competencia: ¿el ingrediente para crecer?», en el cual la entidad prevé que Chile crecerá un 2% este año, un aumento en comparación a la estimación anterior de 1,8%.

No obstante, el organismo internacional disminuyó de 2,3% a 2,2% la proyección de expansión económica para el próximo año.

En todo caso, el pronóstico para este año del Banco Mundial padilece en comparación a los últimos que han surgido de diversos organismos. Sin ir más lejos, en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de abril el Banco Central señaló que espera que la economía se expanda entre 2% y 3% este año. Mientras que el Ministerio de Hacienda cree que habrá un crecimiento de 2,7% en 2024.

En 2025, en tanto, según Hacienda, la actividaría mostraría un alza de 2,5%.

Otras proyecciones

En la encuesta de Consensus Forecast de mayo a 27 entidades tanto locales como extranjeras, el promedio de las apuestas para 2024 señaló un crecimiento económico de 2,4% para 2024, y de 2,3% para el próximo año.

En ese sentido, Oxford Economics es quien tiene más alta la expectativa para este 2024 con un 3,3%. Seguido de Banchile Inversiones, Banco Bice y Scotiabank (todos con un 3%).

Por el contrario, en la parte menos optimista está Euromonitor Intl (1,7%), AGPV (1,8%) y Citigruop (1,9%).

LarrainVial también se hizo presente en esa encuesta y estimó un 2,8, ubicándose en la parte alta de las estimaciones.

En su informe a inversionistas, Leonardo Suárez, director de Estudios de LarrainVial, sostuvo que la escalada del precio del cobre condicionaría un crecimiento real de 4% de la economía chilena en 2025, impulsado por una expansión de 7% en la demanda interna que elevaría los ingresos fiscales, con la posibilidad de alcanzar un superávit fiscal de 1,5% del PIB el próximo año.

El economista también señaló a El Mercurio que la escalada del precio del cobre, sumado al peso que seguiría apreciándose y a las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos inicie una gradual reducción de sus tasas, le daría espacio a la autoridad monetaria para reducir la TPM al nivel de la Fed como ocurrió en los años 2003 y 2004. Para 2024 el informe apuntó a un crecimiento del PIB de 2,8% y de 3,8% en la expansión de la demanda interna.

Así, el informe de Larraín Vidal pronosticó que el Comité de Expertos podría subir en el margen el crecimiento potencial 2025-2029 por sobre el 2,1% anual para 2024-2028.

Por su parte, el reporte de Bank of America «Emerging Insight: Chile», actualizó las proyecciones de crecimiento e inflación de Chile ante «el boom del precio del cobre y los shocks externos».

El análisis dio cuenta que «la inflación ha sido mayor de lo esperado en lo que va del año. Sin embargo, los recientes shocks globales respaldan mucho a la moneda chilena, incluido un gran salto en los precios del cobre y el reciente repunte de las tasas estadounidenses».

En ese sentido, el informe remarcó que «esto llevó a una apreciación sustancial del peso chileno que facilitará la lucha contra la inflación y respaldará nuevos recortes de las tasas de interés. La economía se está recuperando pero el consumo privado está rezagado».

«El PIB creció un 2,3% interanual en el primer trimestre del 2024. Aunque estuvo ligeramente por debajo del consenso de Bloomberg (2,5%), el país todavía crece alrededor de su potencial», complementa el escrito.

Por el lado de la demanda, el crecimiento «estuvo liderado por el consumo público (4,3% interanual) y las exportaciones (3,2% interanual)», sin embargo, el escrito advirtió que «el consumo privado quedó rezagado (0,6% interanual).

Ajustado estacionalmente, el PIB creció un «impresionante» 1,9% intertrimestral frente al cuarto trimestre del 2023, nuevamente impulsado por el gasto público y las exportaciones.

«Pronosticamos un crecimiento del PIB del 2,8% este año en medio de una política fiscal y monetaria expansiva y un repunte del precio del cobre».

Otro importante actor ve con buenos augurios la economía chilena es JP Morgan. Diego Pereira, economista jefe para el cono sur de ese banco de inversión, destacó el «fuerte crecimiento» que registró el país en el primer cuarto de 2024. También remarcó que de un rendimiento «estelar» de la minería y un «impulso bastante bueno» de lo componentes no mineros.

El freno: inversión y gasto público

No obstante a este cambio de pronósticos de la economía chilena, la inversión y el gasto público asoman como las piedras de tope.

En el informe del Bank Of America se da cuenta de que el déficit fiscal alcanzó un 3,5% del PIB en marzo, «lo que añade riesgos al alza para el déficit presupuestario para 2024 del 1,9% del PIB».

«Los ingresos adicionales por cobre evitarán un mayor deterioro. Creemos que el Gobierno será cauteloso con el crecimiento del gasto futuro», agregó el análisis.

Por su parte, JP Morgan remarcó su preocupación por la inversión. Pereira señaló al Diario Financiero que en el primer semestre de 2024, la inversión es básicamente plana en comparación con el cuarto trimestre de 2019. En el mismo periodo, el PIB real es un 12,4% superior.

Al respecto. el ministro de Hacienda, Mario Marcel, se refirió cuando presentó el informe de Finanzas Públicas en la Comisión de Hacienda del Senado hace algunos días.

Primero, sostuvo que «tenemos una relación deuda PIB que está por debajo de lo que se había proyectado y, en la medida que se cumpla con la meta fiscal del año, eso se va a reducir un poco más a 40,3%».

Con respecto a la inversión, en tanto, el secretario de Estado indicó que «es necesario mejorar las condiciones financieras, cerrando la fase restrictiva del crédito de la banca privada». En esa línea, sostuvo también que mientras continúe la normalización de la política monetaria aquello se irá haciendo posible.

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