El presidente de Argentina, Javier Milei, sigue acumulando millas en el extranjero. Ahora mismo, está en su cuarta visita a Estados Unidos, donde se reunirá con Mark Zuckerberg, creador de Facebook y jefe de Meta, y asistirá a una cumbre en Silicon Valley. Ahí, él y su comitiva se encontrarán con representantes de Open IA, Google y Apple. En el camino de vuelta a Buenos Aires aprovechará de pasar a El Salvador, donde estará en la asunción de Nayib Bukele, tras su reelección en febrero pasado.

Con ese itinerario ya lleva siete giras internacionales, pero el pasaporte del libertario tiene espacio: invitado especial por Giorgia Meloni, Milei tomará parte en la reunión del G7 que se hará en Italia durante junio. Y junto a eso, otra gira se espera hacia el mismo continente, pero a finales de mes.

Además, Milei será galardonado por su “defensa ejemplar de las ideas de la libertad” durante una gala llamada “Cena de la libertad”, que se celebrará el próximo 21 de junio en el Casino de Madrid. Será su retorno a España tras su polémica participación en la reciente cumbre del partido de extrema derecha Vox, donde calificó de “corrupta” a la esposa del jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, desatando una crisis diplomática entre ambos países.

A medio año desde que Milei asumiera el cargo, en los medios argentinos ya sacan la calculadora: cuando el presidente vuelva de El Salvador, habrá recorrido más de 143 mil kilómetros, estando en total 30 días fuera de Argentina. Y ya supera a Cristina Kirchner como el mandatario argentino más viajero en su primer semestre.

Curiosamente, pocas veces se ha encontrado con presidentes en alguno de estos viajes. A pesar de haber estado en Estados Unidos cuatro veces como mandatario, no registra ninguna reunión con Joe Biden, y sí eventos religiosos.

Si el primer viaje fue al Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, después fue cuatro veces a Estados Unidos (visitando Nueva York, Miami, Austin, Washington, Los Ángeles y San Francisco), pasó dos veces a España, una vez al Vaticano, a Israel y Alemania. De las ocho giras, ninguna incluye a los países vecinos de Argentina.

En tanto, en Argentina, su gobierno no ha logrado imponer en el Congreso su norma fundamental, conocida como “Ley Bases”. Y de hecho, no le han aprobado ninguna ley, y las peleas en el Legislativo continúan. Desde el diario Clarín, el editor Pablo Vaca opinó en una columna: “La multiplicación de viajes pese a los nulos éxitos legislativos da otra pista sobre los intereses reales de Milei: así como adora mostrarse en el exterior como una estrella política internacional, detesta descender al barro de los acuerdos y las negociaciones. El problema es que eso es un problema. Sencillamente, el gobierno sufre de falta de gestión”.

Frente a esta falta de gestión, un cambio de piezas clave podría ser la solución, aunque le cueste un amigo en el camino: Nicolás Posse, quien era jefe de gabinete, renunció este lunes, y fue reemplazado por Guillermo Francos, que hasta ahora era ministro del Interior. El motivo, expuesto en un comunicado de la Casa Rosada, alude a una “diferencia de criterios y expectativas en la marcha del gobierno y las tareas encomendadas”.

La salida de Posse, sin embargo, no sorprende a nadie, ya que se veía hace semanas un grave deterioro de su relación con Milei. Al respecto, el ingeniero industrial publicó un comunicado, asegurando que “continuará acompañando, como desde el primer día, las ideas de la libertad, la defensa de la vida y la propiedad y el proyecto de una Argentina libre impulsado por el presidente Milei. Lo hará desde un nuevo rol, que será dado a conocer en los próximos días”.

La gestión de Posse se había visto marcada por una polémica de “espionaje interno”, que llevó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a quejarse por la información que manejaba el jefe de gabinete. Como en película de espías, le habría dicho Posse a Pettovello “pásala bien en Punta del Este”, en un momento en que la ministra no habría compartido información de su viaje con nadie. Medios argentinos detallan que desde la Casa Rosada su figura era muy cuestionada, y que tanto el asesor Santiago Caputo como la hermana del presidente, Karina Milei, venían tiempo madurando la idea de sacarlo.

Como reemplazo en el cargo, de todos modos, no llega una persona nueva, sino el ministro de Interior Guillermo Francos, que se hará cargo de las tareas de jefe de gabinete sin dejar las que tiene. Desde el análisis político argentino, aseguran que se trata de una figura mucho más dispuesta a dialogar.

Irónicamente, en el mismo día de su asunción como solución “política” al problema del gobierno de Milei, Guillermo Francos “habló de más” para radio Rivadavia: “El presidente me elige a mí porque se da cuenta que con la política argentina a él se le hace complicado, porque no la entiende, porque tiene diferencias, por equis motivos. Y yo tengo una posibilidad mayor de dialogar”.

El columnista del diario La Nación, Carlos Pagni, por su parte, opinó: “Es la apuesta de Milei a un funcionario que tiene una característica principal: el aplomo. Lo hemos visto en todo este tiempo en el que tuvo que negociar la Ley Bases, que podría llegar a tener dictamen este miércoles en el Senado. Francos demostró tener nervios de acero, inclusive para soportar una lógica que está en el corazón de La Libertad Avanza y que es un discurso muy antipolítico sin el cual Milei no se sostendría en las encuestas”.

En ese sentido, Pagni asegura que la serenidad de Francos debe “parecerle atractiva” a una personalidad intensa como la de Milei. “La segunda característica que refuerza Milei con la designación de Francos es una valoración de la política. Francos no es un profeta, es un negociador, alguien que quiere tener resultados, que está dispuesto a ceder alguna pureza de la idea en función del resultado. Es un dialoguista”, definió el periodista en su columna.

En tanto, otro personaje entraría al gabinete de ministros en Argentina: el “ideólogo” de Milei, Federico Sturzenegger. Considerado como el autor del “mega-DNU”, el gran paquete de leyes que terminó siendo rechazado por el Senado argentino, se espera que se lo ponga en una posición que le permita llevar a cabo la “desregulación total” de la economía. Se trataría de un “ministerio ad hoc”, que se llamaría “Modernización Económica”. Ya la semana pasada, Milei lo había anticipado: “Entra Federico Sturzenegger como ministro. Es un caso de 2+2 es 4″.

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