Fueron semanas de audiencias, testigos sorpresa y el expresidente Donald Trump en el banquillo de los acusados, pero este miércoles, por fin, se terminaron los argumentos y empiezan las decisiones. Los 12 jurados encargados del caso Stormy Daniels, donde se acusa al expresidente de falsificar documentos para cubrir un soborno a una actriz porno, ya tienen todos los datos sobre la mesa, y decidirán si Trump es o no culpable de alguno de los 34 cargos que enfrenta.

A puertas cerradas, luego de cinco meses de evidencias y testimonios, el jurado deliberará sobre la situación del expresidente, aunque no hay ninguna claridad, de momento, de cuánto se demorará en expresar su veredicto. Por la parte de Trump, en tanto, el caso es claro: se declaró no culpable, y niega cualquier delito de los que se le acusa.

A la salida del juzgado en Nueva York, Trump llegó a decir: “Ni la Madre Teresa podría absolverse de estos casos. Todo este asunto está amañado”. Con las elecciones presidenciales en noviembre, el expresidente ha intentado politizar el juicio, asegurando que se trata de una persecución.

Ahora bien, de qué manera afectaría este juicio las posibilidades de Trump de ser presidente, eso lo tiene en sus manos el juez Juan Merchan. Si el veredicto del jurado indica que Trump es culpable de alguno de los 34 cargos de falsificación de los que se le acusa, la pregunta inmediata es qué castigo recibirá el expresidente.

Esa decisión cae completamente en Merchan, pero algunos indicios bajan bastante las posibilidades de ver al candidato entre las rejas. Antes que todo, los crímenes por los que Trump está acusado, o sea, falsificación de papeles de negocios, es un delito “clase E” en el estado de Nueva York, la clase menos seria. Lo máximo que alguien puede pasar en prisión por uno de esos delitos es cuatro años.

Siendo ese el máximo, el mínimo depende del condenado, y en este caso, todos los expertos legales coinciden en que Trump estaría cometiendo un delito “por primera vez”, y se trata de uno no violento, por lo que la cárcel es una probabilidad más bien baja. “Creo que el juez probablemente no lo encarcelaría sólo en esas circunstancias”, indicó a The Guardian Cheryl Bader, profesora de derecho en la Universidad de Fordham.

“Pero también dado que es un expresidente, tiene un destacamento del Servicio Secreto y también es el presunto candidato republicano, creo que un período de encarcelamiento sería muy difícil desde el punto de vista logístico, pero también tendría implicaciones políticas que creo que el juez Merchan querría evitar”, detalló la experta.

En ese caso, es probable que cualquier castigo consista en multas, libertad condicional, servicio comunitario o alguna combinación de los tres anteriores. “Me gustaría verlo en servicio comunitario: recogiendo basura en el metro”, declaró Karen Friedman Agnifilo, exfiscal superior de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, a The Guardian.

Sin importar por qué o cómo se condene a Trump, esto no afectará su capacidad legal para postularse para presidente. La Constitución norteamericana no prohíbe a los condenados postularse para cargos públicos. Cabe incluso la posibilidad, en ese caso, de ejercer como presidente desde prisión. A pesar de esto, lo que sí se sabe es que, en cuanto presidente de Estados Unidos, Trump no podría indultarse de ninguna condena, ya que se trata de un delito en el Estado de Nueva York.

Este miércoles, durante la última jornada de las audiencias por el caso Stormy Daniels, el abogado de Donald Trump, Todd Blanche, dedicó dos horas para convencer al juzgado de que las acusaciones hechas por el fiscal de Manhattan no corresponden. En lo que fue su “argumento de clausura”, Blanche enumeró 10 razones por las cuales el jurado debería absolver a Trump.

Esto, considerando los testimonios del excolaborador de Donald Trump, Michael Cohen, que durante la audiencia dio detalles que inculparían al expresidente. Según Blanche, defensor del magnate, uno de los argumentos es que “no fue Trump quien creó los documentos falsos, sino Michael Cohen”. Otro argumento fue que, de haber violado las leyes de financiamiento de campañas, Trump lo habría hecho “sin voluntad de hacerlo”. Además, aseguró que el caso descansa en el testimonio de Cohen, que “miente en todo”.

A la salida de la corte, en tanto, surgió una novedad: el equipo de Biden por fin organizó algo, después de semanas evitando tomar parte en el juicio penal de su adversario. Así, la campaña del actual presidente demócrata organizó una conferencia de prensa, aunque no se trató de los juicios. Según el actor Robert De Niro, que participó en la alocución, “solo estaban aprovechando” la concentración de la prensa en Manhattan.

De Niro, que se ha vuelto casi un portavoz de la campaña de Biden, indicó que la idea era más bien hablar de Trump en cuanto amenaza como presidente. “Si Trump vuelve a la Casa Blanca, puedes despedirte de estas libertades que todos damos por sentadas. Y las elecciones… olvídense de ellas, eso es todo. Ya está hecho, si entra, lo puedo decir ahora mismo: nunca se irá. Nunca se irá”, indicó el actor.

Hasta el momento, la campaña de Biden había querido mostrarse cautelosa en cuanto a politizar o no el juicio del expresidente, y se esperaba que el juicio “hablara por sí mismo”. Sin embargo, una parte de los cercanos a Biden argumentaba que había que involucrarse, ya que el mismo Trump politizaba constantemente el asunto. Al final, por lo visto, triunfó la segunda postura.

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