El fiscal nacional general de Venezuela, Tarek William Saab, reafirmó este jueves sus polémicos dichos respecto a la hipótesis que manejaría sobre el secuestro y posterior homicidio de Ronald Ojeda, y que involucraría a agentes de inteligencia chilenos.

Saab también cuestionó la labor del Ministerio Público de nuestro país, ya que a su juicio la investigación que ha llevado adelante sobre este caso ha carecido de «profesionalismo» y elementos de convicción.

Lo anterior, luego de que la delegación enviada en mayo por Venezuela hacia Chile no fuese recibida ni por el fiscal nacional Ángel Valencia ni por el persecutor a cargo de la causa, Héctor Barros. Tampoco se les dio acceso a la carpeta de investigación.

La indagatoria de la Fiscalía chilena contrasta por completo con lo planteado por Saab, ya que apunta a un eventual crimen de carácter político contra Ojeda planificado desde Venezuela, y en el cual incluso habrían participado miembros del Tren de Aragua, quienes habrían escapado hacia ese país tras el asesinato.

Al respecto, el fiscal venezolano afirmó que «la conclusión nuestra es muy clara: esa investigación está débilmente desarrollada, sin elementos de convicción para ninguna de las hipótesis que han lanzado, y les daría vergüenza y pena que nuestros directores generales, que conocen mucho del tema del proceso penal y la materia de cooperación internacional, tuviesen ya con papeles en manos la convicción, y luego de las reuniones de que efectivamente esas investigaciones carecen de profesionalismo, carecen de elementos de convicción real y que entonces se impone una nueva teoría de investigación».

«Aquí ahora hay una nueva línea de investigación (…) de que funcionarios, agentes de seguridad extranjeros hayan incursionado en Chile y con apoyo de agentes de inteligencia chilena y grupos delictivos hayan ejecutado el asesinato para enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela, que casualmente, en esos días, en esos momentos, estaban en su punto más positivo de desarrollo», complementó.

En ese sentido, reiteró que la intención del crimen fue «generar un efecto de un falso positivo, una acción de falsa bandera, para luego comenzar con estas teorías, cada una más descabellada que la otra. Eso debe investigarse y me confirma la sospecha de que pudiera ser esto así, ya que, ¿Cuál es el temor (a investigar)?».

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