Astrofísicos de la Universidad de Copenhague han observado una explosión ‘perfecta’ en el espacio que formó una esfera completamente simétrica, lo que —aseguran— «no tiene sentido», informa la institución educativa en su sitio web.

Se trata de una explosión mil veces más brillante que la de una nova clásica y que se conoce como kilonova, un acontecimiento astronómico poco estudiado que ocurre cuando dos estrellas de neutrones se fusionan.

La primera observación de una kilonova se observó en 2017, lo que permitió a los científicos recopilar los primeros datos de este tipo de fenómenos.

Hasta ahora se pensaba que las kilonovas suelen formar una nube aplanada, por lo que la forma esférica de esta ha causado perplejidad entre los científicos.

¿Qué son las estrellas de neutrones?

Las estrellas de neutrones son extremadamente compactas y se componen principalmente de neutrones. Suelen tener apenas unos 20 kilómetros de diámetro, pero pueden pesar casi dos veces más que el Sol. Así, una cucharadita de materia de estrella de neutrones pesaría tanto como el Monte Everest.

Dado su pequeño tamaño y alta densidad, una estrella de neutrones puede tener campos magnéticos un millón de veces más fuertes que los campos magnéticos más potentes de la Tierra. Una estrella de neutrones es una de las posibles etapas finales de la evolución estelar.

«Debería tener forma aplanada»

«Tenemos dos estrellas supercompactas que orbitan entre sí 100 veces por segundo antes de colapsar. Nuestra intuición, y todos los modelos anteriores, dicen que la nube explosiva creada por la colisión debe tener una forma aplanada y bastante asimétrica», afirma Albert Sneppen, estudiante de doctorado en el Instituto Niels Bohr y primer autor del estudio publicado en la revista Nature.

Sin embargo, esta kilonova era completamente simétrica y tenía una forma cercana a una esfera perfecta.

«Nadie esperaba que la explosión tuviera este aspecto. No tiene sentido que sea esférica, como una pelota. Pero nuestros cálculos muestran claramente que lo es. Probablemente, esto significa que las teorías y simulaciones de kilonovas que hemos estado considerando durante los últimos 25 años carecen de física importante», afirma Darach Watson, profesor asociado del Instituto Niels Bohr y segundo autor del estudio.

Una nueva clave para la física fundamental

El descubrimiento puede proporcionar una nueva clave para la física fundamental y ayudar a calcular la edad del Universo.

La llamada ‘escalera de distancias cósmicas’ es el método que se utiliza hoy en día para medir la rapidez con la que se expande el Universo, y consiste en calcular la distancia entre diferentes objetos del universo.

«Si son brillantes y esféricas en su mayoría, y si sabemos lo lejos que están, podemos utilizar las kilonovas como una nueva forma de medir la distancia de forma independiente, un nuevo tipo de regla cósmica», sugiere Watson, subrayando que para ello se necesitan datos de más kilonovas. En este sentido, espera que los observatorios detecten muchas más en los próximos años.

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