Un equipo internacional de astrónomos ha observado seis galaxias masivas en su aspecto de cuando el universo solo tenía el 3 % de su edad actual. De ser confirmadas, contendrían más masa de la que se creía que existía en todo el universo para ese momento. Este descubrimiento, aparentemente imposible, realizado con el telescopio espacial James Webb (JWST), echaría abajo nuestro modelo del universo y forzaría un replanteamiento drástico de cómo se formaron las primeras galaxias después del Big Bang, comunicaron los investigadores.

Un imposible para los modelos actuales

«Estos objetos son mucho más masivos de lo que nadie esperaba», subrayó Joel Leja, profesor en la Universidad del estado de Pensilvania, EE.UU., y participante del estudio. «Solo esperábamos encontrar pequeñas galaxias jóvenes en este momento, pero hemos descubierto otras tan maduras como las nuestras, en lo que anteriormente se entendía como el amanecer del universo», manifestó.

Así mismo, en otro comunicado, el investigador principal del estudio, el profesor Ivo Labbé, de la Universidad de Tecnología de Swinburne, Australia, planteó que este descubrimiento «podría transformar nuestra comprensión de cómo se formaron las primeras galaxias en nuestro universo». «Nunca hemos observado galaxias de ese tamaño colosal y tan temprano después del Big Bang», comentó.

Las seis galaxias recién encontradas tienen más de 12.000 millones de años. Surgieron entre 500 y 700 millones de años después del Big Bang, y alcanzan tamaños de hasta 100.000 millones de veces la masa de nuestro Sol. «Esto es demasiado grande para existir, dentro de los modelos actuales», explicó Labbé.

Hipótesis alternativas

Se están llevando a cabo mediciones de seguimiento para confirmar lo observado y descartar otras explicaciones. «Una alternativa, igualmente fascinante, es que algunos de los objetos pertenezcan a una nueva clase de agujeros negros supermasivos emergentes, nunca antes vistos», expuso Labbé. La investigación se basó en algunas de las primeras imágenes tomadas por el JWST, en julio de 2022. El informe de la investigación fue publicado este miércoles en Nature.

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