“Barones” socialistas, “cardenales” DC o “coroneles” de la UDI, eran apodos de los primeros años de la transición democrática que se referían a figuras señeras de algunas colectividades que guiaban la política.
Aunque esos apodos han ido cayendo en desuso con la misma renovación política que se ha dado en las últimas elecciones, un renacimiento de estos dirigentes de antaño, como también de sus contemporáneos y de otras figuras de un pasado más reciente, podría darse en las próximas elecciones al Consejo Constitucional, una de las tres instancias que redactarán la nueva Carta Fundamental.
Andrés Zaldívar, Carmen Frei, Juan Carlos Latorre y Hosaín Sabag, por la DC. Sergio Bitar, Guido Girardi, Francisco Vidal, Adriana Muñoz y Adriana Delpiano, por el PPD. Ricardo Núñez, José Antonio Viera-Gallo, Juan Pablo Letelier, Marcelo Schilling, por el PS. Germán Becker y Baldo Prokurica, por RN. Carlos Recondo, Edmundo Eluchans, Hernán Larraín, Víctor Pérez y Claudio Alvarado, por la UDI. Ellos han sido solo algunos de los nombres que están sondeando los partidos más tradicionales. En muchos casos, la respuesta ha sido una negativa si es que no fue derechamente un portazo. Sin embargo, algunos declaran estar disponibles.
Esta búsqueda también ha alcanzado a los expresidentes de la República, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, Eduardo Frei y Sebastián Piñera (incluso para otras instancias designadas), pero hasta el momento todos los exmandatarios se han negado.
También hay colectividades más nuevas que también recurrirían a la fórmula de rostros conocidos que fueron, por ejemplo, ministros en gobiernos de la Concertación. Los demócratas podrían postular a Carlos Maldonado (exradical), mientras que Convergencia Social, tienda donde milita el Presidente Gabriel Boric, quiere llevar a Yerko Ljubetic (ex-DC) en la Región Metropolitana.
Dirigentes de Chile Vamos sostienen que también sería interesante llevar en una lista del sector a Mariana Aylwin (ex-DC y hoy en Amarillos), pero ella dice que todavía nadie le ha ofrecido postular a la instancia constituyente.
A diferencia del Comité Técnico de Admisibilidad y de la Comisión Experta, que son designados por el Congreso, el Consejo Constitucional es la única entidad cuyos miembros saldrán de un proceso eleccionario con voto universal y obligatorio.
Son cincuenta consejeros, distribuidos por cada región, mediante el mismo sistema electoral que se aplica al Senado.
Sin embargo, la búsqueda de postulantes para el nuevo órgano electo del proceso constituyente se ha vuelto más difícil de lo esperado para los partidos.
“Nadie quiere ser candidato”, dice, bajo reserva de identidad, uno de los negociadores de la reforma que habilitó este nuevo itinerario constitucional.
Este problema ha golpeado particularmente a los partidos del Frente Amplio.
Un factor que incide en ese desincentivo es la veda electoral. Quienes sean elegidos (como también quienes sean designados para la Comisión Experta o del Comité Técnico de Admisibilidad) deben estar dispuestos a renunciar, al menos en principio, a competir “en las próximas elecciones de Presidente de la República, diputado, senador, gobernador regional, consejero regional, alcalde y concejal”.
Tampoco podrían -en teoría- postular “a ningún cargo de elección popular en la primera elección que corresponda a cada cargo que se cree en virtud de la nueva Constitución”, dice la última reforma.
Por lo tanto, para un político, que aún tiene intenciones de mantenerse activo, no resulta interesante perderse la posibilidad de llegar al Congreso o a una municipalidad en el futuro próximo. Solo podrían asumir cargos en un gobierno o bien tener un rol de segundo orden en un municipio, salvo que una nueva Constitución -en una acción que probablemente sería polémica y discutida- les levante la inhabilidad.
Esto ha llevado a varias directivas a mirar a su elenco de militantes históricos, muchos de los cuales estaban alejados de la vida partidaria o de la política más contingente, por lo que tampoco sería un problema para ellos volver al retiro una vez que culmine el nuevo proceso constituyente.
Un segundo factor que ahuyente a figuras más jóvenes o que no son políticos profesionales, es el riesgo y el cuestionamiento al que podría estar sometida la nueva instancia constitucional. El fracaso de la disuelta Convención Constitucional marcó negativamente a algunos de sus integrantes. Salvo aquellos que estaban amparados por universidades o se han reinventado en el gobierno y en municipios, los exconvencionales han enfrentado problemas de reinserción política y laboral.
Ese antecedente, de hecho, refuerza la mirada de los partidos en sus dirigentes más experimentados, que están culminando su trayectoria política (si es que ya no la tienen cerrada) y, al menos, ya tienen resuelta su vida laboral. En todo caso, la dieta que tendrán los consejeros (60 UTM, alrededor de $ 3,7 millones) es más alta que la que tenían los antiguos constituyentes (50 UTM).
Además, hay un tercer elemento electoral que favorece a los experimentados, según coinciden dirigentes del oficialismo y la oposición.
A diferencia de los convencionales que eran electos por distritos (territorios más pequeños, donde pueden surgir liderazgos locales, similares a los diputados), los consejeros ahora compiten en toda una región, al igual que los candidatos a senadores.
Además, el poco tiempo de campaña dificulta que rostros nuevos se den a conocer a sus electores. El 6 de febrero deben inscribirse los candidatos y el 7 de mayo son las elecciones, es decir, en tres meses (uno de ellos en período de vacaciones) deben tratar de conquistar electorado, tarea que se haría más compleja aún si es que se mantiene la decisión del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), de no conceder una franja televisiva.
“Me han planteado para ver la posibilidad de llevar candidatos con experiencia y lo estamos evaluando. A esta edad no es un tema de ambición, es de servicio y estaré disponible si la gente cree que uno puede ser un aporte para el debate. Yo a mis 82 años me siento con toda la energía de serlo. Si hay gente que cree que puedo ser una contribución, se someterá a voluntad popular”, señala Sergio Bitar, quien fue senador, presidente del PPD y ministro de Salvador Allende, de Lagos y de Bachelet.
En su partido, de hecho, se envió una carta a varias figuras históricas para persuadirlas a competir en los próximos comicios de constituyentes. “Nosotros queremos buscar el mejor elenco que junte experiencia y juventud. Para esa búsqueda hemos hablado con diferentes candidatos, la mesa del partido le envió una carta a nuestras figuras históricas de los gobiernos de la Concertación para que puedan ser candidatos y estamos en esas conversaciones. Esperamos que ellos pongan toda su experiencia y capital político a disposición de este gran desafío que tiene el país”, dice José Toro, secretario general del PPD.
En la DC, Andrés Zaldívar admite que “muchos me lo han planteado, pero creo que debe haber otros candidatos. Me han llamado de la directiva, por su puesto, pero voy a ver. No he dado todavía mi respuesta”, añade el expresidente del Senado y exministro de Eduardo Frei Montalva y de Bachelet.
En todo caso, uno de los puntos que pedían algunos dirigentes históricos de la Falange era que el partido compitiera en listas separadas, aspecto que quedó relativamente resuelto en la junta nacional de esta semana.
El exsenador y expresidente socialista, Ricardo Núñez, quien también uno de los fundadores de la Concertación, con su antigua facción partidaria, comenta que “me siento disponible, voy a esperar la resolución de mi partido, mientras tanto hay temas políticos previos a cualquier designación de candidatos, que espero que los resuelva muy luego el PS y todo el mundo progresista, mientras ello no ocurra estamos a la expectativa”. Consultado si prefería una o dos listas, Núñez se excusa de opinar, porque “estoy un poco alejado de los temas contingentes…, no me parece que sea el momento de poner condiciones, es el momento de manifestar disposición”.
En la UDI, en tanto, señalan que están abiertos a competir los exdiputados Carlos Recondo y Edmundo Eluchans, quien también fue presidente de la Cámara.
En RN, otro exdiputado, Germán Becker, también estaría entusiasmado, dicen en su colectividad.
No todas las figuras históricas, sin embargo, están en la misma posición.
En RN, admiten que los intentos por convencer al exsenador y exministro Baldo Prokurica han sido infructuosos.
En el PS, el exdiputado y exsubsecretario Marcelo Schilling asegura que “nadie me ha pedido nada”, a pesar de que algunas fuentes de su partido señalan que los mismos parlamentarios socialistas de la Región de Valparaíso lo apoyarían si vuelve a competir por la zona.
Otros señalan que el exsenador socialista Juan Pablo Letelier dio una respuesta negativa a su directiva, al igual que José Antonio Viera-Gallo, quien en todo caso no cierra la puerta a un rol designado por el Congreso.
“Me pidieron que fuera candidato por la Región del Biobío y dije que no. Volver a hacer una campaña, no estoy para eso a esta altura de mi vida. Me llamó de allá el senador Gastón Saavedra y gente de la región, también la presidenta del PS, Paulina Vodanovic. Prefiero ayudar desde afuera”, comenta Viera-Gallo, quien fue subsecretario de Justicia de Salvador Allende, diputado, presidente de la Cámara con el retorno de la democracia, senador, ministro secretario general de la Presidencia de Bachelet y ministro del Tribunal Constitucional.
En la UDI, señalan fuentes del partido, la negativa a competir también fue categórica de los exsenadores Víctor Pérez, Hernán Larraín y Claudio Alvarado. En todo, en el gremialismo dicen que Larraín podría ser designado como experto.
“Los partidos políticos deberían hacer un mix entre experiencia y nuevas generaciones. Si se produce un retorno al ruedo masivo de figuras políticas que ya han tenido una trayectoria, algo que puede ser bueno, desde la perspectiva de un aporte, puede ser malinterpretado por la ciudadanía y convertirse en una desventaja”, expresa Alvarado, quien también fue alcalde, diputado y subsecretario y ministro en los dos gobiernos de Piñera.
/Escrito por José Miguel Wilson y Martín Browne para La Tercera
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