La semana donde el mercado volvió a temer una crisis financiera internacional podría haber terminado este domingo. Al menos así lo espera el Banco Central de Suiza luego del anuncio de adquisición del aproblemado Credit Suisse (CS) por parte de UBS, el principal banco del país.
Años de escándalos corporativos, multas de cientos de millones de dólares y salidas constantes de los principales ejecutivos de Credit Suisse culminaron cuando a inicios de la semana pasada la entidad informó de pérdidas por US$7.904 millones en 2022, y con el reconocimiento por parte del auditor de “debilidades materiales” en sus informes financieros en los últimos dos años.
Todo ello, en una semana donde los mercados se mostraban temerosos del sector bancario, luego de que el fin de semana previo se habían producido las caídas del Silicon Valley Bank y del Signature Bank en EE.UU., la segunda y tercera mayor quiebra de bancos en el país desde 2001.
Fue en este escenario cuando el miércoles pasado el Saudi National Bank, (controlado por el fondo soberano del país), mayor accionista de Credit Suisse con un 9,88%, comunicó que no estaban disponibles para participar de una nueva inyección de capital en la institución, pues ya habían concurrido en diciembre pasado y no querían sobrepasar el 10% por los costos regulatorios. Eso provocó un desplome de la acción de 24%, llevando a que el Banco Central suizo anunciara la disponibilidad de liquidez por más de US$50.000 millones para la entidad.
Sin embargo, eso no bastó para calmar al mercado.
Así, en la semana el Dax alemán terminó perdiendo 4,87%, mientras que el FTSE100 de Londres bajó 7,87%, el CAC 40 francés un 3,73% y en EE.UU. el S&P500 retrocedió 4,05%; plazas donde los protagonistas volvieron a ser los bancos. En la bolsa de Zurich, en tanto, Credit Suisse cayó 32,85% en igual lapso, lastrando a todo el sector. De hecho, Santander bajó 10,37%, Deutsche Bank 20,38%, UBS 14,88%, Société Générale 20,9% y JP Morgan 10% en esos cinco días.
La operación
Fundado en 1856 por Alfred Escher, con el fin de entregar financiamiento para la infraestructura del ferrocarril de Suiza, Credit Suisse será ahora absorbido por su rival UBS, entidad que más que la duplica en tamaño.
Según reportaron Financial Times y Bloomberg, UBS ofreció inicialmente US$1.000 millones para tomar el control de la entidad en problemas, oferta que habría sido rechazada en un principio, todo esto en medio de versiones que apuntaban a que el gobierno suizo analizaba nacionalizar la entidad para evitar un contagio hacia todo el sector financiero europeo.
Finalmente, UBS cerró la compra ofreciendo US$3.230 millones, muy por debajo de la capitalización de US$7.330 millones que registró Credit Suisse el viernes.
Así, los accionistas de Credit Suisse recibirán 1 acción de UBS por cada 22,48 acciones de Credit Suisse que posean, lo que equivale a 0,76 francos suizos por acción por una contraprestación total de 3.000 millones de francos (US$3.230 millones), dijo UBS.
Según consignó Reuters, UBS también acordó asumir hasta US$5.400 millones en eventuales pérdidas por la cartera de crédito, mientras que el gobierno suizo absorberá los siguientes US$9.000 millones de eventuales pérdidas, y UBS las posibles pérdidas adicionales.
Además, el Banco Central suizo proporcionará una liquidez sustancial al banco fusionado, anunció en una conferencia de prensa en la capital suiza, Berna. Detalló que el acuerdo incluye US$108 mil millones en asistencia de liquidez para UBS y Credit Suisse en su proceso de absorción.
Según su reporte anual 2022, al 31 de diciembre del año pasado los mayores accionistas de UBS son BlackRock, que reveló una participación de 5,23%; fondo de acciones internacional de Dodge & Cox, con 3,02%; Compañía de Servicios Financieros de Massachusetts, con 3,01%; sociedad limitada de socios artesanales Milwaukee, con 3,15%, y Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, con 3,01%.
“Con la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, se ha encontrado una solución para asegurar la estabilidad financiera y proteger la economía suiza en esta situación excepcional”, sostuvo el Banco Central suizo en conferencia de prensa.
También en una rueda de prensa, la ministra suiza de Finanzas, Karin Keller-Sutter, señaló que la eventual caída del banco habría tenido sin duda “severas consecuencias” en los mercados globales, y que esta operación “no es un rescate, es una solución comercial, la mejor solución”.
El efecto sobre los empleos no quedó claro de inmediato. UBS dijo que esperaba un ahorro anual de costos de unos US$7.000 millones para 2027.
Adicionalmente, poco después del anuncio del domingo por la noche, la Fed y el Banco Central Europeo emitieron declaraciones para tranquilizar a los mercados. “El sector bancario de la zona del euro es resistente, con fuertes posiciones de capital y liquidez”, indicó el BCE.
Al cierre de está edición, Bloomberg reportaba que los seguros de incumplimiento de UBS (CDS por sus siglas en inglés) se elevaban 40 puntos básicos.
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