«Operó en mi contra un grupo de interés empecinado en hacerme la vida imposible». Así resumió su paso por la Cancillería la ex ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, que hoy realizó una entrevista casi un mes después de dejar el cargo.
Urrejola, quien se vio envuelta en diversas polémicas como la filtración de un audio con críticas al embajador de Argentina, agregó en el diario El País de España que «la resistencia que sufrí en Chile sobrepasó todos los límites. Entiendo el debate y las críticas políticas, pero eso se transformó en críticas personales, acoso, inventos a través de la prensa».
Según el diagnóstico de Urrejola, «existe un grupo fuera de la Cancillería de personas vinculadas a los temas internacionales a quienes incomodó la renovación y modernización que nos propusimos llevar adelante. Han manejado la política exterior y tienen una relación de hace muchos años entre ellos, independientemente del color político y sus diferencias».
Según la ex ministra, «en el mundo de la política exterior, llámese cancillerías u organismos internacionales, sigue existiendo misoginia (…). Yo no creo que con un hombre con un currículum como el mío todo esto hubiera ocurrido».
TPP11
El en último cambio de gabinete, Urrejola dejó el cargo junto a la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes, y el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, José Miguel Ahumada, con quienes, según trascendió, no logró coordinar un equipo.
Uno de los temas en que su opinión chocó con la de Ahumada fue la política en torno al TPP11 y las side letters, impulsadas por el subsecretario.
«José Miguel (Ahumada) partió con una posición muy dogmática y luego fue cediendo. Fue un aprendizaje de él, aunque no desconozco que sus posiciones causaron revuelo político y que yo debía responder por ello, porque tenía que salir yo a explicar», comentó.
«Es importante señalar, sin embargo, que José Miguel (Ahumada) tenía el respaldo del Presidente en estos temas, como el TPP11», agregó.
Autocrítica y salida
Consultada sobre una autocrítica, Urrejola aseguró que «tuvimos una mala gestión comunicacional. No supimos comunicar lo que estábamos haciendo y pasamos a ser una Cancillería reactiva a las bombas que aparecían, algunas inventadas y otras no».
Y sobre su salida, estimó que «la verdad, no lo esperaba. Yo recibí constantemente el respaldo del Presidente y no imaginé que saldría, a pesar de que también estaba consciente de que estaba debilitada por el episodio del audio».
«Con respecto a lo del rey de España, fue parte del aprendizaje y no solo en Relaciones Exteriores, sino en general en su papel como Presidente: cuidar más las palabras», señaló.
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