Elena Rojas Crespo, 60, fue detenida el jueves en Renca, con los 23 computadores robados el miércoles por la noche desde el Ministerio de Desarrollo Social. La mujer —que tenía antecedentes por tráfico de drogas— identificó a su nieto Miguel Ángel Apablaza como quien llamó al edificio de calle Catedral haciéndose pasar por el ministro Giorgio Jackson. Autorizó a Carabineros a revisar su teléfono, quienes encontraron un mensaje donde su nieto le pidió cargar dinero a uno de los números usados para llamar al ministerio. Su declaración ayudó a acreditar el rol del principal imputado a la fecha, pero dejó abierta la incógnita de quién le dio el “dato” y dónde quedaron los documentos. A continuación, su testimonio.

La petición. “Mi nieto Miguel Ángel Apablaza Suárez es el hijo de mi hija Elizabeth Suárez y está privado de libertad en la cárcel de Puente Alto. Me llamó por teléfono anoche (miércoles) a eso de las 22 horas desde el teléfono que tengo guardado en mi celular como ‘Anchelito hijo’ y me dijo: ‘Madre, ¿me podis (sic) recibir una encomienda?’ Como yo sé que siempre anda en cosas raras, le dije: ‘Hijo, no me vayas a meter en problemas’. Tú sabes que yo tengo antecedentes (por tráfico de drogas) y no puedo meterme en problemas. Y él me dijo: ‘cómo se te ocurre, madre, tranquila’ y no me señaló de qué se trataba la encomienda que tenía que recibir”, declaró el jueves ante la fiscal María José Grez.

  • “Me dijo: ‘Ándate a Manuel Rodríguez (…), comuna de Renca, y te quedas ahí parada a la espera y va a llegar un Uber y te va a entregar la encomienda”.
  • Miguel Ángel Apablaza, 24, quien cumple condena hasta el 11 de enero de 2027, tiene un amplio prontuario. Fue condenado por 2 homicidios cometidos en 2014, cuando tenía 14 y 15 años, a reclusión en un centro del Sename. También tiene sentencias por lesiones, receptación de vehículo robado, robo con intimidación y robo en lugar no habitado. De acuerdo con la imputación de la fiscalía, el miércoles por la noche llamó desde la cárcel de Puente Alto al ministerio de Desarrollo Social afirmando que “soy el ministro Giorgio Jackson”.
  • Luego dio un WhatsApp donde tenía una imagen del ministro guardada, para dar verosimilitud a su historia y pedir que entregaran computadores a un conductor de Uber y una caja fuerte con documentación a 3 hombres (con overoles y máscaras faciales), que llegaron en otro auto.
  • Apablaza fue imputado como autor de robo con violencia y su abuela, como encubridora. Para él la fiscalía pidió prisión preventiva anticipada (por si deja la cárcel antes de 2027) y para ella arresto domiciliario. El tribunal accedió.

La entrega. “Fui al lugar junto a mi nieta de 13 años y ahí llegó un vehículo rojo, no era auto, era más tirado a camionetita, más grande. Este auto se para justo ahí, yo no sabía si preguntarle algo o no y el caballero me vio y dijo: ‘¿no será usted la persona de la encomienda?’ Y le dije: ‘sí’. Y atravesé la calle y me bajó unas bolsas grandes, matuteras y una de un carrito de feria. Una era más grande que la otra; una era de un metro por un metro y la otra de un metro y medio y tenía dibujos de flores”.

  • “Cancelé a la persona de Uber $8.870. Le pagué con mi cuenta rut con transferencia. Le transferí la plata ahí mismo desde mi celular, la cuenta Rut es mía, y el chofer se fue”.
  • Según testificó el conductor de Uber, se enteró por las noticias que había participado del robo y se presentó ante Carabineros. Estos observaron los datos de la transferencia desde una cuenta Rut y, siguiendo las coordendas que les había dado de la entrega, llegaron a Renca.

La identificación de los computadores. “Justo en ese momento bajó un chico de una micro y le pedí ayuda para atravesar las bolsas. Después me llamó mi nieto y me preguntó si estaba todo bien. Le dije que sí y (dijo) que me iba a llamar mañana”.

  • “Me llevé las bolsas a mi casa, ubicada en Los Patagones (…) comuna de Renca. Me las llevé en un taxi, uno cualquiera que iba pasando y me costó $2.680 la carrera y pagué en efectivo. Cuando llegué a la casa entré las bolsas y me dijo mi nieto que le enviara una foto al WhatsApp de las bolsas. Ahí me dijo que eran unos computadores”.
  • “Tras esto le tomé una foto al contenido y me fijé que había 23 computadores. Luego de eso me acosté y el jueves me levanté y prendí la tele (…). Empiezo a ver que decían que habían robado unos computadores de un ministerio y me percaté que se trataba de lo mismo que yo tenía”.

La duda sobre el motivo del robo. “En las noticias decían que habían robado justo 23 notebooks (…). Quedé muy preocupada porque me di cuenta (de) que estaban culpando a un caballero (Giorgio) Jackson, y que se veía algo muy serio. El caballero tenía una investigación que no entendí mucho”.

  • “Dije, bueno, esto es serio, no es un juego, (como) que se robaran cualquier cosa en una casa. Entonces ahí le hablé a Miguel Ángel por WhatsApp y le pregunté si estaba viendo lo que pasó y me responde y me dice: ‘vieja, de qué te urges’. Yo creo que a él le pagaron o le ofrecieron una moneda para hacer esto. No lo puedo asegurar porque realmente no lo sé, pero a él lo escuché muy tranquilo, por lo que no sabía realmente que esto era algo grave”.
  • “Yo pienso que él no sabía lo que estaba haciendo, sino, no me hubiera mandado a mí, porque yo lo crie como una madre. Además, crie a sus hermanos”.

El contacto para reducir los computadores. “Le dije por WhatsApp que necesitaba sacar todo esto, los computadores de la casa, que no podía tenerlos aquí. Estas bolsas pesaban mucho y le dije por mensaje de WhatsApp que me dijera qué iba a hacer con las bolsas y me dijo: ‘llévalas al mismo punto donde las recibiste, a Manuel Rodríguez’ (…), porque iba a llegar un auto, un Uber, y las iba a sacar de ahí, y las iba a reducir. No me dio el nombre de quién haría eso”.

Su detención. “Tomé 2 bolsas con un carrito de feria y le hablé a un amigo para que me hiciera un favor de trasladar las cosas. Esta persona nunca supo lo que se estaba llevando, no quiero decir su nombre, pero es alguien que no tiene nada que ver. Yo sólo le pedí que me llevara en auto a Manuel Rodríguez”.

  • “Llegué hasta Manuel Rodríguez, le avisé a mi nieto donde estaba y me dijo: ‘espera un Uber que va a llegar y se va a llevar las cosas’. En eso que estoy esperando vi mucho movimiento y veo a 2 señores que vienen hacia mí. Veo a estos 2 señores atravesando por otra calle y me doy cuenta de que eran carabineros de civil”.
  • “Me dicen: ‘señora, su carnet’. Les dije que no tenía y me preguntaron si el bolso era mío, les dije que sí, pero que era algo que me habían hecho llegar anoche, que eran unos computadores, y ahí me detuvieron y me trasladaron a la unidad OS-9”.

El número que confirmó la participación de Apablaza. Según relató la fiscal en la audiencia de este viernes, la mujer autorizó a Carabineros a revisar su teléfono. En éste encontraron un mensaje de mayo donde su nieto le pidió dinero para cargar uno de sus teléfonos. Este resultó ser uno de los 2 números usados para llamar el miércoles por la noche al edificio del ministerio.

  • La declaración de Rojas Crespo ayudó a acreditar el rol del principal imputado a la fecha en el caso, pero dejó abierta la incógnita de quién le dio el “dato” y dónde quedaron los documentos que estaban en la caja fuerte.

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