El banco de inversiones estadounidense Bank of America proyecta que el precio del cobre se mantendrá estable en los próximos cinco años en torno a los US$ 4 dólares la libra. A juicio de la entidad financiera el precio se apoyará de una recuperación de China, en donde creen que finalmente sus autoridades tomarán medidas que permitan un mayor crecimiento. Asimismo, dicen que los inventarios del mineral están con una capacidad limitada.
- En un informe Global Metals Weekly de la última semana de agosto indica que el mineral alcanzará los US$ 3,99 en 2023, en US$4,42 en 2024 , en US$ 4,76 en 2025 en US$ 4,40 en 2026 y en US$ 4,04 en 2027.
- “La demanda en China ha sido irregular, pero el gasto en redes ha compensado completamente la debilidad del sector inmobiliario”, señala.
- Indica que “la demanda debería equilibrarse durante el año 2023 y mantenerse en los siguientes”. Agrega que “los inventarios son bajos, lo que es favorable, pero también podría aumentar la volatilidad”. A su juicio existirá un déficit de mineral en 2023.
La opinión en Chile. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) en su último ajuste a fines de julio prevé que el precio del cobre promedio en 2023 será de US$ 3,85 la libra mientras que para 2024 lo ve en US$ 3,75 la libra.
- A su juicio estos niveles se deben a la incertidumbre respecto del crecimiento económico de China, cuyo PIB continuó desacelerándose en el segundo trimestre llegando a 6,5%, lo que ha llevado a reducir los pronósticos de crecimiento para 2023 desde 5,5% a un 5%.
- A esta situación se suma la contracción económica que está afectando a la eurozona, y dudas sobre la expansión económica en Estados Unidos.
- Codelco por su parte, en el informe de resultados del primer semestre, asegura que «más allá de la coyuntura actual, con una mirada de largo plazo, las perspectivas del mercado son promisorias. Frente a la amenaza del cambio climático, la descarbonización tiene al cobre como protagonista, de la mano de la transición energética, la electrificación y la electromovilidad. A esto se suma el crecimiento esperado de Asia Emergente y la aspiración de una urbanización sustentable impulsando el futuro del consumo de cobre».
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