La detención de un ex policía señalado por la justicia argentina como agente inorgánico de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), fue la pista que permitió descubrir una megamaniobra de espionaje en el país vecino con 1.196 informes de inteligencia sobre miles de objetivos, incluidos, el Presidente Alberto Fernández, los candidatos presidenciales Sergio Massa y Javier Milei, periodistas, políticos, jueces, sindicalistas y hasta religiosos realizadas desde hace casi 10 años, que incluyen la elaboración de informes con datos íntimos, de orientación sexual, propiedades o filiación política, cámaras ocultas y hasta el uso de drones.

Así lo consigna un dictamen de 169 páginas que elaboró el fiscal federal Gerardo Pollicita, que sistematiza la información surgida del computador y los celulares del agente Ariel Zanchetta donde dice que trabajó para un grupo de la AFI con gente que respondían a Fernando Pocino, exdirector de Reunión de Información de la AFI, y al exjefe del Ejército César Milani. Ambos supuestamente integraban el ala kirchnerista de la AFI, enfrentados al otrora jefe operativo de la entonces Secretaría de Inteligencia (SIDE) Antonio «Jaime» Stiuso, quien fue desplazado por Cristina Fernández en 2013.

En una especie de currículum que transcribe textualmente el fiscal, Zanchetta afirma: «En el año 2009 le comienzo a trabajar esporádicamente a el sub mayor Pereyra Joaquín, ya que a este me lo había presentado el Subcrio bonaerense Dipiuppo, Ariel. Le hacía trabajo de campo e info a la vieja usanza ya que cuento desde hace largos años contactos a todos niveles y una red de informantes desde que trabajé en el área de inteligencia de la Policía Federal en Capital Federal desde principios de los 90 con políticos, jueces empresarios periodistas y funcionarios de toda índole. Eso le interesó mucho a Pereyra donde me reclutó como inorgánico ya que vio la info que manejaba y su veracidad así le trabaje hasta que empecé a trabajar a full thame (sic.) desde a mediados del 2010 donde se armó un equipo de tareas se integraba con subcrio Ariel Difilippo, Pereyra, Joaquín, Raitano, Diego por parte de Pocino y Milani, Gerardo”.

Fuentes judiciales consultadas por La Nación dijeron que la evidencia hasta ahora señala a supuestos sectores del kirchnerismo en la AFI como quienes encargaban los trabajos realizados por Zanchetta.

Los allanamientos y peritajes realizados en la causa señalaron que el ex policía intercambiaba mensajes con el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade, ex funcionario de la AFI durante la presidencia de Cristina Fernández, y con el vocero de La Cámpora Fabián «Conu» Rodríguez, expresidente de la agencia Télam y actual directivo en la AFIP.

En ese rol de espía inorgánico o cuentapropista, Zanchetta realizó tareas de inteligencia para tres agentes de la AFI, cuyo nombres están transcriptos en el dictamen de Pollicita, pero fueron tachados en la versión pública para no revelar sus identidades, lo que está prohibido por la ley de inteligencia. Zanchetta hizo de todo: armó informes patrimoniales, sexuales, políticos y empresariales; incluso desplegó cámaras ocultas donde hasta registró a un ex ministro, según el relato de Pollicita.

Entre los espiados con cámaras ocultas está el ex ministro de Transporte Mario Meoni, fallecido en 2021. «Se observa la grabación de una reunión en un bar, en la que se registra una conversación de 15 minutos con quien pareciera ser el ex ministro de Transporte de la Nación, Mario Andrés Meoni, sobre quien también se hallaron distintos ‘informes de inteligencia'», dice el dictamen de Pollicita. Meoni fue intendente de Junín, la zona donde opera Zanchetta.

El espía expolicía «caminó» a decenas de «blancos», sacó fotos, obtuvo registros migratorios, entre otras tareas. En el expediente se reproduce un informe sobre el concejero de la Magistratura Miguel Piedecasas, informes sobre propiedades y vehículos, y un documento que menciona cómo supuestos agentes de la policía de la provincia de Buenos Aires colocaron un dron para espiar movimientos de Sergio Massa en un acto, cuando era candidato por el Frente Renovador, en 2015, enfrentado entonces con el kirchnerismo. Dos años atrás, la casa de Massa sufrió un asalto misterioso, en manos de un prefecto, que el candidato siempre vinculó con un operativo de espionaje ilegal.

Según el dictamen fiscal, Zanchetta proporcionó información sobre determinados intendentes y pistas sobre si iban a apoyar al entonces abanderado kirchnerista Daniel Scioli como candidato en 2015. También otros datos que no son reproducidos en el dictamen, y son mantenidos en secreto, para no invadir la intimidad de los espiados ni revelar preferencias sexuales o aventuras amorosas con los que buscaban desacreditarlos.

Otro espía que le escribía a Zanchetta desde la dirección «bolddeblackberry@gmail.com» le pedía que acreditara la solvencia de un objetivo, y le decía de otro sujeto espiado: «Necesito todo, especialmente lo malo que hizo en su vida». Zanchetta respondió con un informe de inteligencia sobre cada uno. En otro mail, le indicaban que les haga «pelo y barba», en alusión al nivel detalle que se pretendía de la búsqueda.

Entre 2009 y 2015, Zanchetta reunió en su notebook Toshiba documentos sobre intervenciones telefónicas ilegales, interceptación de correos electrónicos, utilización de drones y obtención de fotografías.

En su computador había dos archivos de documentos impresos con membretes de la SIDE, de 2014. En formato de texto, ambos con la imagen del logo de la Secretaría de Inteligencia, sin firmas en un caso, se describe una «tarea» a realizar que se identifica como»informe de inteligencia», y se clasifica la información como secreta.

El dron de Massa y «la SIDE» de Scioli

Uno de los archivos se llama «18555-TIGRE DRONE MASSA.docx» y el otro «414530-RESERVADO ESPIONAJE ILEGAL LA SIDE BONAERENSE».doc. En ambos se describe supuestas operaciones de espionaje en el año 2014.

En el primero hay imágenes de supuestos seguimientos a Massa con un dron cuando iba a realizar un acto y a su «entorno». Y en el otro hay un informe con un listado de nombres y teléfonos de algunos de los celulares intervenidos ilegalmente por una supuesta «SIDE paralela de Daniel Scioli».

El segundo documento se llama informe de inteligencia, «La SIDE de Scioli», y está fechado el 25 de marzo de 2014. «Las aspiraciones indeclinables del gobernador Daniel Osvaldo Scioli a la presidencia 2015, hacen que el Gobierno bonaerense haya montado una estructura de inteligencia a los fines cubrir las necesidades informativas. Una parte se les ha encargado a consultoras políticas y económicas, a las cuales se les paga una jugosa suma de dinero. Entre ellas la consultora (tachado) y de la consultora C3 Consulting. Pero también el Gobierno bonaerense ha decidido crear su propio ejército de espías armando una estructura de inteligencia».

«La policía bonaerense posee un andamiaje y un equipo reducido integrado también por civiles y exonerados de la SIDE, solamente dedicada al espionaje político social y el responsable de este aparato de inteligencia clandestino es el comisario general (tachado). Recordemos que Hugo Matzkin, tiene una antigüedad en la fuerza de 33 años de servicio, en sus inicios cuando apenas era un oficial de baja jerarquía fue un pionero en el uso de la tecnología aplicada al delito. Fue por los 90 que empezaban a utilizarse los primeros aparatos de telefonía celular analógicos, y con el caso Cabezas, Matzkin junto a el comisario Fojelman y el comisario Costa fueron los primeros en la fuerza en desarrollar tecnología para interceptar teléfonos celulares en forma ilegal», se lee en el dictamen fiscal.

El expolicía y espía se nutría de la información de Sudaamericadata, una empresa privada que tiene información particular de las personas, pero no se encuentra registrada en el Registro Nacional de Bases de Datos. No se sabe de dónde obtiene la información, ya que son datos sensibles: números de teléfono celular particular, correos electrónicos privado, montos exactos de ingresos salariales, «bienes personales» de los «objetivos» (incluyendo inmuebles a su nombre), incluso datos provenientes, al parecer, de la AFIP. La justicia investiga a Sudaamericadata por haber brindado información errónea ante sus requerimientos.

En el computador de Zanchetta hay, además, 19 videos donde el ex policía registró y grabó, «en forma subrepticia y solapada», reuniones en un bar o un local político partidario. Se identificó «a dos funcionarios públicos» y existen filmaciones en donde el acusado realizó una cámara oculta en el interior de una delegación policial, en la que registró el rostro de distintos funcionarios policiales. Además, infiltrándose en una conferencia o acto político, captó en imágenes su asistencia a dicho evento y la identidad de los expositores. Así filmó al ex intendente de Junín Mario Meoni y al actual, Pablo Petracca.

Se menciona también un informe titulado «359114-V1NCULOS FAMILIARES DE AMADEO.docx» con datos sobre un grupo familiar amplio de su «objetivo», el ex diputado Eduardo Amadeo, que comprendió a su esposa, su hijo, su nuera, su sobrina, el esposo de su sobrina, el cuñado de la sobrina, el sobrino político, su prima y su yerno.

Otro informe menciona a Jorge Macri y supuestas empresas fuera del país, mientras que otro se llama «GRINDETTI NÉSTOR HAMPÓN,docx» e incluye un listado de empresas en las cuales su «objetivo» desempeñaría distintos cargos.

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