El Consejo del Banco Central consideró la opción de reducir la tasa de interés en 75 puntos base en su última reunión de política monetaria realizada en octubre, tal como esperaba el mercado.

Sin embargo, dado el incierto escenario internacional finalmente optó, por la unanimidad de sus miembros, en aplicar un recorte de 50 puntos base a la Tasa de Política Monetaria (TPM), para llevarla a 9%, su menor nivel desde julio del año pasado.

“Todos los consejeros recordaron que la estrategia de política monetaria definida en la reunión anterior señalaba que: de irse dando el escenario central, en el corto plazo la TPM continuaría bajando; la magnitud y temporalidad del proceso de reducción de la TPM tomaría en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación; el consejo actuaría con flexibilidad en caso de que las condiciones macroeconómicas así lo requirieran. En este contexto, el consejo evaluó reducir la TPM en 50 puntos base o en 75 puntos base”, señalan las minutas del encuentro dadas a conocer este martes.

El documento agrega que todos consejeros coincidieron en que el escenario local de actividad e inflación tenía pocos cambios respecto de lo previsto, aunque el componente no volátil había bajado algo más rápido que lo proyectado.

En cuanto a los desarrollos externos, en lo inmediato, era de esperar un impacto inflacionario por el alza de algunos commodities y el mayor tipo de cambio. Pero, agregan las minutas, de persistir la estrechez de las condiciones financieras externas, los efectos de mediano plazo para la actividad y la inflación serían negativos.

Hubo coincidencia en que el comportamiento reciente del tipo de cambio, marcado por una mayor sensibilidad a las noticias y una mayor volatilidad, era reflejo de varios elementos. Por una parte, Chile iba más adelantado que otras economías en el proceso de convergencia inflacionaria y, consecuentemente, las perspectivas eran que se seguiría con el proceso de reducción de tasas.

Prudencia adicional

“Se sumaba que la Fed había incrementado su tono hawkish. Este cambio en el diferencial de tasas estaba generando incertidumbre en un mercado donde algunos inversionistas de mediano y largo plazo estaban menos presentes. Todo esto se reflejaba en un incremento del premio cambiario y de la sensibilidad del tipo de cambio”, indican las minutas.

Al respecto precisan que “en ese contexto, un grado adicional de prudencia podía ayudar a reducir la posibilidad de enfrentar tensiones financieras de corto plazo”.

De todos modos, el consejo consideró que era fundamental tener mayor claridad sobre la evolución de los desarrollos macrofinancieros recientes, profundizar en los factores subyacentes de la inflación y su persistencia, así como en su posible impacto contractivo.

Hubo acuerdo entre los consejeros en que en este momento era complejo evaluar el balance de estos impactos, precisamente porque estaban en desarrollo y eran acompañados de una volatilidad mayor que la habitual. En este contexto, y con una inflación que aún no completaba su proceso de convergencia, todos los consejeros coincidieron en que era necesario continuar con el ciclo de recortes de la TPM, aunque en esta oportunidad era aconsejable hacerlo a una velocidad algo menor, la que era bien representada por una reducción de 50 puntos.

Hubo consenso en que el Informe de Política Monetaria (Ipom) de diciembre, donde se revisaría el escenario macroeconómico completo, sería la ocasión propicia para dar los lineamientos de cómo proseguiría el proceso de reducción de la TPM.

Por último, el consejo enfatizó que el objetivo de la política monetaria era la inflación y su instrumento, la TPM. Se reiteró que eso no significaba que el tipo de cambio no tuviera un rol importante en el marco de metas de inflación, pues era un precio relevante en la economía, cuyos movimientos podían tener efectos significativos y, además, entregaba información valiosa sobre lo que ocurría en el escenario macroeconómico y financiero.

Se añadió que, en ningún caso, ello implicaba que la política monetaria o la política de acumulación de reservas buscaran un nivel de tipo de cambio. Más allá de que en algunas ocasiones muy especiales se habían implementado medidas de intervención cambiaria masivas, este no era el caso actual.

Perspectivas del mercado

Luego que en octubre la inflación anotara un aumento de 0,4%, ubicándose bajo las expectativas de los analistas que habían estimado un alza de 0,5%, las perspectivas del mercado para el nivel de precios en noviembre se redujeron.

De acuerdo a la Encuesta de Expectativas Económicas, dada a conocer el viernes por el Banco Central, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anotaría un incremento de 0,2% este mes, frente al 0,3% pronosticado en el sondeo anterior, mientras que para diciembre se prevé que el alza también será de 0,2%.

Dadas las menores presiones inflacionarias, ahora los analistas proyectan que el Banco Central retome recortes más agresivos y reduzca la TPM en 75 puntos a 8,25% en su reunión de diciembre, mientras que en el siguiente encuentro la bajaría a 7,75% para llegar a fines de 2024 a 5%.

El instituto emisor dio inicio en julio a su esperado proceso de reducción en la TPM bajándola de 11,25% a 10,25%, y en su reunión de septiembre continuó con las disminuciones al recortarla a 9,5%, para luego en octubre llevarla al nivel actual de 9%.

/psg