Los vaivenes de la economía. Cuando se conoció el crecimiento de la actividad de septiembre que registró un 0% se ponía cuesta arriba la opción de que el Producto Interno Bruto (PIB) del año fuera nulo o bien levemente positivo. Ahora, en cambio, esa opción revivió y las proyecciones de los expertos se acercan cada vez más hacia la proyección que entregó Hacienda en el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) de septiembre donde previó un 0% para 2023. El Banco Central fijó como rango de 0% a -0,5% en su último Informe de Política Monetaria de Septiembre (IPoM).
¿Por qué revivió? Las cuentas nacionales entregadas este lunes por el Banco Central abrió la puerta y sumó votos para que la economía registre un mejor rendimiento de lo esperado. Esto porque el tercer trimestre el PIB avanzó 0,6%, por sobre el 0,2% previsto anteriormente con el promedio de los Imacec. Con ello, entre enero y septiembre acumula una caída de 0,3%.
¿Qué lo explicó? el Banco Central corrigió al alza los registros de actividad de julio que pasó de 1,8% a 1,9%; de agosto que mejoró desde -0,9% a -0,4% y de septiembre que pasó de 0% a 0,3%. Lo anterior se explicó, principalmente, por la incorporación de información no disponible para las estimaciones mensuales, dijo el instituto emisor.
Además, el ente rector informó que “en línea con la política de revisiones de las cuentas nacionales, el PIB del primer y segundo trimestre se revisaron al alza, de -0,8 a -0,7% el primero y de -1,1 a -0,8% el segundo”.
El PIB no minero presentó una variación de -0,1% en doce meses, mientras que en términos desestacionalizados creció 0,2% respecto del trimestre anterior. Como contrapartida, el PIB minero subió 4,6% subió 1%. Esto es precisamente lo que los economistas argumentan para explicar la corrección al alza del registro de actividad. “Básicamente la minería explica el mayor PIB. Si bien el PIB no minero muestra una mejora, el salto de la minería termina por arrastrar al PIB”, sostiene el economista asesor de Euroamerica, Felipe Alarcón.
A esa visión se suma Pavel Castillo, economista y gerente de Intelligence en Corpa: “La minería y la producción de bienes están siendo el motor, mientras que la demanda interna parece estar siendo más resiliente de lo esperado”, añade.
Juan San Martín, economista de Bci, suma argumentos: “El crecimiento fue más de lo esperado debido a que se corrigieron al alza las cifras de la actividad económica de los últimos tres meses, impulsado por correcciones al alza en minería, servicios y comercio. En tanto, en manufactura se corrige a la baja. Por otra parte, la caída anual del consumo privado se modera, incluso se acelera 1,2% con respecto al segundo trimestre”.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, valoró la cifra: “Estamos muy cerca de evitar una cifra roja en la evolución de la actividad económica. Basta con que la actividad del cuarto trimestre contra el tercero crezca 0,2% a 0,3% para que tengamos una variación de 0%”.
En ese sentido, el secretario de Estado enfatizó que “en el debate público mucha gente dudaba de esto, planteaba que íbamos a tener una cifra negativa, que íbamos a estar junto a Argentina, o Haití y se ha corrido ríos de tinta con respecto a este tema, pero lo que vemos es que la recuperación de la economía ha sido mejor de lo que estimado y eso nos deja en buena posición para cerrar el año sin una caída de la actividad”.
Cambio en las perspectivas
Hasta antes de conocer este dato, los expertos esperaban que la economía registrara este año una contracción entre 0,5% y 0,3%, en cambio ahora, las proyecciones se ajustaron al alza con un rango entre -0,3% y 0,2% pero con una mayoría que se ubica en una variación anual de 0%. Para se concrete el último trimestre debe crecer 0,7%, lo que para algunos es factible dado que la base de comparación que tiene el cuarto trimestre de 2022 cuando la economía se contrajo 2,4%.
“Con la cifra del tercer trimestre, pero también como consecuencia de la revisión al alza de las cifras de los trimestres previos, no es mucho lo que debe crecer la economía en el cuarto trimestre para no contraerse este año. Además, las bases de comparación son muy poco exigentes, de manera que un crecimiento del PIB en torno a 0% o levemente superior es totalmente factible”, afirma el socio de Valtin y Coordinador Macroeconómico de Clapes UC, Hermann González. El economista está en la parte alta de las perspectivas, ya que en su escenario base tiene un rango entre 0% y 0,2% para el PIB de este año.
Carolina Molinare, economista del OCEC-UDP, también corrigió al alza su proyección para este año luego de conocer estas cifras. “Se descarta el escenario negativo para 2023, en el que se espera un crecimiento de entre 0% y 0,2%. Y un crecimiento anual entre 1,0% y 1,5% para el cuarto trimestre”, asevera.
Entre quienes tiene en su escenario base una proyección de PIB de 0% está César Guzmán, subgerente de Macroeconomía de Inversiones Security, no obstante, él enfatiza que esta previsión la tenía de antes de conocer los últimos datos: “Más allá de las correcciones de las cuentas nacionales, nuestro pronóstico durante prácticamente todo el 2023 ha sido de un nulo crecimiento en el año en su conjunto, que implícitamente tiene un cuarto trimestre con un alza interanual de 1%”. Esa misma estimación entrega Castillo, quien espera un 0% de PIB.
Levemente más abajo en las previsiones se sitúa Rodrigo Cruz, economista de Banco Santander, quien plantea que “mantenemos nuestra visión de una leve contracción para el año, en torno a -0,1%. Si bien una variación nula no es descartable, la debilidad de la demanda interna y del mercado laboral nos hacen pensar que es menos probable una sorpresa al alza que logre empujar el crecimiento”.
San Martín dice que en su análisis “hay un 25% de probabilidad que la economía este año anote un crecimiento positivo, en torno a 0,1%”, pero que su escenario base es de una caída de 0,1%. Misma cifra espera Felipe Alarcón, de Euroamerica.
En la parte baja de las previsiones se ubica Natalia Aránguiz, socia de Socia y Gerente de Estudios en Aurea Group, ya que tiene como proyección base una contracción de 0,3%.
Lo qué paso en el trimestre
En el tercer trimestre, la demanda interna exhibió una caída de 3,6%, incidida por un menor consumo e inversión. Por su parte, cifras ajustadas por estacionalidad dieron cuenta de un aumento de 0,3% en el PIB respecto del período anterior.
En el detalle, el consumo total cayó 2,2%, siendo afectado principalmente por el consumo privado, que se contrajo 3,6%, ya que el consumo de gobierno avanzó 3,9%.
La inversión, en tanto, sigue mostrando debilidad. En el tercer trimestre volvió a caer luego de que el segundo trimestre registrara un alza de 1,5%. En cambio, ahora retrocedió 4,1%. Esta es, además, la mayor caída desde el cuarto trimestre de 2020 cuando retrocedió 9,8%. Ahora, si se compara el nivel en montos, la inversión llegó a su menor registro desde el segundo trimestre de 2022.
En el desglose de esta variable, construcción y otras obras fueron las que más se contrajeron, con una merma de 6,3%, mientras que maquinarias y equipos subió 0,2%.
Según el Banco Central, las exportaciones netas presentaron la mayor contribución al crecimiento del PIB, efecto que fue explicado en gran medida por la caída de las importaciones. En tanto, las exportaciones aumentaron marginalmente.
El resultado de las exportaciones (0,2%) fue incidido principalmente por mayores envíos de productos químicos, celulosa, frutas y servicios de turismo. Este efecto fue contrarrestado, en gran parte, por menores exportaciones de cobre, litio, madera y vino. Las importaciones, por su parte, decrecieron 10,9% en línea con menores internaciones de maquinaria y equipo, combustible y vestuario y calzado.
De acuerdo al informe del ente rector, el ingreso nacional bruto disponible real presentó un crecimiento menor al PIB (0,4%), producto de mayores rentas pagadas al exterior que fueron parcialmente contrarrestadas por un aumento en los términos de intercambio. El ahorro bruto total ascendió a 22,3% del PIB en términos nominales, compuesto de un ahorro nacional de 16,6% del PIB y un ahorro externo de 5,7% del PIB, correspondiente al déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.
Por sector económico, la variación de 0,6% observada en el PIB del tercer trimestre estuvo determinada, principalmente, por el resultado positivo de la minería, los servicios personales y Electricidad, Gas y Agua. En contraste, las mayores incidencias a la baja se registraron en las actividades de comercio, servicios empresariales, transporte e industria manufacturera.
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