Un grupo internacional de astrónomos descubrió un nuevo sistema planetario poco común conformado por seis planetas que giran alrededor de su brillante estrella madre en perfecta armonía rítmica, lo que hace suponer que no ha sufrido alteraciones desde su formación hace miles de millones de años, informó este miércoles la revista Science.

El sistema fue identificado como HD110067. Su estrella central, que posee características similares a las del Sol, está a una distancia de 1.000 años luz de la Tierra, en la constelación de Coma Berenices.

En 2020, se detectaron inicialmente dos exoplanetas mediante el satélite de sondeo de exoplanetas en tránsito de la NASA (TESS, por sus siglas en inglés), mientras orbitaba cerca de su estrella anfitriona. El TESS se basa en el método de tránsito, que consiste en medir la disminución del brillo de la estrella anfitriona durante el paso del planeta por delante del disco del astro.

Dos años después, los científicos confirmaron un tercer exoplaneta en el sistema, tras examinar nuevos datos tanto del TESS como del satélite de caracterización de exoplanetas (CHEOPS, por sus siglas en inglés) de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Órbitas casi perfectamente sincronizadas

En un nuevo estudio publicado en la revista Nature, se explicó que se logró determinar la existencia de los tres exoplanetas exteriores restantes luego de observarse cambios en la cantidad de luz de la estrella central, debido a que los tres planetas conocidos estaban en resonancia orbital, es decir, que sus órbitas están casi perfectamente sincronizadas.

El exoplaneta más cercano a la estrella anfitriona realiza tres órbitas por cada dos del siguiente planeta, en una resonancia 3/2, un patrón que se repite entre los cuatro planetas más cercanos. En el caso de los planetas exteriores, realizan cuatro órbitas por cada tres del planeta siguiente, mostrando una resonancia 4/3.

De acuerdo con la ESA, es importante encontrar sistemas orbitalmente resonantes, puesto que podrían brindar información sobre la formación y posterior evolución de este nuevo sistema planetario. Por otro lado, para precisar si los planetas recién encontrados podrían considerarse como ‘subneptunos’ o ‘supertierras’, los especialistas tuvieron que calcular sus masas mediante los datos obtenidos por los telescopios Calar Alto (España) y Galileo (Italia).

Las observaciones proporcionadas por ambos telescopios terrestres permitieron estimar las masas de los exoplanetas, que varían entre 3,9 y 8,5 veces la masa de la Tierra. Al conocer estos parámetros, se pudo clasificar a estos objetos astronómicos en la categoría de ‘subneptuno’, puesto que se consideran más grandes que nuestro planeta pero más pequeños que Neptuno. Asimismo, se sugirió que estos planetas cuentan con atmósferas densas, núcleos rocosos y posiblemente océanos que los cubren.

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