El equipo de campaña del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró este martes que el ex mandatario Donald Trump tiene “casi garantizada” la nominación del Partido Republicano tras vencer a Nikki Haley en las primarias de New Hampshire.
“Los resultados de esta noche confirman que Donald Trump tiene casi asegurada la candidatura republicana”, dijo en un comunicado la directora de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, que también afirmó que el movimiento del ex líder “ha consumado su control del Partido Republicano”.
Trump se impuso este martes en las elecciones primarias republicanas en New Hampshire con un 53,7 % frente al 45,3 % de su contrincante, la ex gobernadora y ex embajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley, con un 33 % de los votos contados.
New Hampshire era la segunda escala de las primarias para la Casa Blanca del Partido Republicano, que comenzaron la semana pasada con los caucus de Iowa.
Para la directora de campaña de Biden, “Trump está ofreciendo a los estadounidenses la misma agenda radical que les ha hecho perder a los republicanos una elección tras otra”.
Esa agenda consiste en “debilitar la democracia estadounidense, favorecer a los ricos en detrimento de la clase media y prohibir el aborto en todo el país”.
“Una cosa está cada vez más clara hoy: Donald Trump va directo a repetir un enfrentamiento con la única persona que lo ha vencido en las urnas: Joe Biden”, finalizó Rodríguez.
Este martes también se celebraron unas primarias demócratas que el partido no reconocía y que, aunque no se había presentado oficialmente a las mismas, Biden ganó gracias a una campaña a favor de escribir su nombre en las papeletas o ‘write-ins’.
Tradicionalmente las primarias demócratas arrancaban en este estado del noreste, pero a petición de Biden el Partido Demócrata alteró el calendario y comenzarán oficialmente el 3 de febrero en Carolina del Sur, debido a su mayor diversidad demográfica.
Sin embargo, New Hampshire se opuso y celebró sus primarias de todos modos.
Como consecuencia no se otorgarán delegados, lo que la convierte en algo meramente simbólico en el proceso general de nominación.
Los partidarios de Biden lanzaron una campaña para escribir a mano los votos al presidente y así evitar que dos rivales se lanzaran sin oposición para reclamar una victoria sin sentido.
Se trata de Dean Phillips y Marianne Williamson, que no tienen casi ninguna posibilidad de perjudicar a Biden, ya que ningún rival en las primarias ha arrebatado jamás la nominación a un presidente en ejercicio en la era de la política moderna.
En 2020 Biden perdió en New Hampshire, un estado con mayoría de población blanca, y salió adelante por un fuerte apoyo de los afroestadounidenses en las primarias de Carolina del Sur.
El mandatario estadounidense viajó a Virginia (este) con su vicepresidenta Kamala Harris para defender en un mitin el derecho al aborto, amenazado o ya prohibido en gran medida en algunos estados gobernados por los republicanos.
El derecho al aborto, la inmigración y la inflación se perfilan como los principales temas de estas elecciones en un país todavía muy polarizado.
“Donald Trump es el principal responsable de quitar esta libertad en Estados Unidos”, afirmó en un discurso interrumpido varias veces por manifestantes propalestinos que protestaban contra la ofensiva israelí en Gaza.
Cerca de diez personas, que terminaron expulsadas del recinto, proclamaron eslóganes a lo largo de la intervención de Biden.
“Esto nos va a llevar un tiempo. Tenían todo esto planeado”, remarcó Biden entre las diferentes interrupciones, en las que el público también hmostró su apoyo al mandatario mientras él permanecía en silencio, según informó la Casa Blanca.
Tras abandonar el lugar del evento, otro grupo de activistas propalestinos volvió a increpar a Biden con frases como “debería darte vergüenza”.
(Con información de EFE, AFP y Europa Press)
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