El mercado de viviendas nuevas en la Región Metropolitana alcanzó un mínimo histórico, incluso por debajo de los volúmenes registrados en 2020 durante la emergencia sanitaria, con 31 mil ventas, y en 2016, cuando el segmento se vio golpeado por la aplicación del IVA a la venta de este tipo de propiedades, con 33 mil viviendas, según los registros de la consultora inmobiliaria Tinsa.
Con un total de 22.528 unidades vendidas en 2023, este es el nivel más bajo desde 2022 cuando alcanzaba las 23.337 unidades totales.
El más reciente informe de la consultora evidencia una disminución de 5,5% en 12 meses que se atribuye a un complejo escenario económico en el país a raíz de la inflación, y el alza de la UF. Además de las exigencias y condiciones para acceder a créditos hipotecarios que se han dificultado para quienes quisieran solicitarlo.
La jefa de estudios inmobiliarios de Tinsa, Rocío Cáceres, explica que pese a esto, la “caída fue más moderada en comparación con el 38% registrado en 2022, gracias a que tuvimos una inflación más estable y se activaron nuevos mecanismos por parte de la banca y de distintos actores del mercado para facilitar la adquisición de viviendas”.
Más en detalle, la caída fue impulsada por la disminución en las ventas de un 7,2% de departamentos nuevos en comparación a 2022 totalizando 18.873 ventas versus 20.334 el año anterior. Este segmento representa el 83,8% de la participación del mercado de viviendas nuevas. Por el lado contario, se observó durante el 2023 una leve recuperación en la venta de casas nuevas, con un incremento de 4,2% en relación con el año anterior, pasando de 3.509 a 3.655.
Desde Tinsa señalaron que las comunas más afectadas de la región fueron las comunas de la zona oriente, con una caída de 6% en las ventas del último trimestre en comparación al trimestre anterior, y de 11% en el acumulado de 2023 en comparación a 2022. Al mismo tiempo, las comunas de la zona centro subieron un 1% respecto al periodo anterior, pero tuvieron una variación anual de -14%. La zona periférica tuvo una caída de 3% en comparación al tercer trimestre, pero con un aumento de 7% en relación a las ventas acumuladas al cierre del año.
La cifras de Tinsa precisan que las comunas con una mayor variación positiva fueron La Granja (242%), y Quinta Normal (140%). Por el lado contrario se posicionaron Pedro Aguirre Cerda e Isla de Maipo con una variación negativa de 63% cada una.
De esta forma, la mayor parte del stock disponible se concentra en Santiago Centro 7.814, equivalente al 15,2%, seguido de Ñuñoa con 6.460 (12,6%), La Florida con 5.874 (11,4%) y Cerrillos con 2.824 (5,5%). Los registros de Tinsa muestran que el desempeño de estas comunas fue dispar en 2023, con una evolución de -8%, 12%, 3% y 71% respectivamente.
Proyecciones 2024
Pese a las malas cifras del 2023, la jefa de Estudios Inmobiliarios de Tinsa espera que el mercado inmobiliario ya haya tocado fondo, por lo que la proyección para este año es más positiva, con un crecimiento moderado. “Creemos que la dinámica de venta no va a seguir disminuyendo porque hay pocos factores que nos hagan creer que el mercado de vivienda nueva tendrá un desempeño igual o menor, pero tampoco esperamos un rally de ventas inmobiliarias en 2024″, estimó Cáceres.
El leve crecimiento estaría sustentado por el recorte de las tasas a largo plazo, la mejora en el control de la inflación, sobre todo en Estados Unidos, lo que permitirá observar una disminución de las tasas de interés durante el primer semestre, según señalan desde Tinsa. A lo anterior, se suma a que se seguirán implementando nuevas iniciativas para apoyar la adquisición de vivienda nueva.
“Hay una serie de propuestas en este sentido, como la que impulsa la Cámara Chilena de la Construcción, de eliminar o suspender al menos por un año el IVA a la venta de viviendas, que sería una buena herramienta para acelerar la reactivación”, detalló Cáceres.
Finalmente, la ejecutiva de Tinsa apuntó a que la menor producción o ingreso de proyectos en estos últimos dos años, ha permitido que el stock se mantenga en estándares sanos.
“En el cuatro trimestre de 2022 teníamos un stock de 59.805 unidades que, un año después, se han reducido a 51.329. Esa menor disponibilidad seguramente la vamos a seguir viendo en los próximos tres o cuatro años porque la producción inmobiliaria es de procesos lentos. Los proyectos no se reactivan de la noche a la mañana, pero a la vez es un fenómeno que permite regular el mercado y mantener precios más estables”, concluyó.
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