Levantarse o despertarse del lado equivocado de la cama o con el pie izquierdo son dichos comunes que simplemente significan que arrancamos el día sintiéndonos cansados, infelices, incómodos, tristes o de mal humor. Por el contrario, despertarse con el pie derecho sería, precisamente, que nos despertamos cargados de energía, felices y listos para afrontar lo que nos depare el día.
Ahora un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Michigan y Dartmouth Health (Estados Unidos) explica la conexión que existe entre el horario de sueño y nuestro estado de ánimo. Te adelantamos la moraleja: la próxima vez que te despiertes sintiendo que te has levantado con el pie izquierdo recuerda que no es cosa tuya; es de la ciencia.
Analizando la falta de sueño
La investigación analizó los datos de pulseras de actividad Fitbit de más de 2.500 médicos en formación (pasantes) a lo largo de dos años. Midieron la frecuencia cardiaca continua, el recuento de pasos, los datos del sueño y las puntuaciones diarias del estado de ánimo de los participantes, y estimaron el tiempo circadiano y el tiempo de vigilia a partir de mediciones de movimiento y frecuencia cardiaca portátil minuto a minuto. Los pasantes podían completar la evaluación en cualquier momento del día que consistía en una sola pregunta: «¿Cuál fue tu estado de ánimo hoy?».
Descubrieron que los ciclos de humor autoinformados por los pasantes alcanzaron su punto más bajo cerca de las 5 de la mañana y su punto más alto alrededor de las 17:00 p.m. La falta de sueño hizo que estos cambios de humor fueran más intensos, lo que provocó peores estados de ánimo y mayores cambios de humor a lo largo del día. Curiosamente el punto más bajo tenía lugar independientemente de cuánto durmieran los voluntarios. Es la fase de mal humor inherente a tu cuerpo. Por tanto, el estado de ánimo se deterioraba cuanto más tiempo permanecían despiertos los participantes.
«El estado de ánimo tiene un ciclo natural con su punto más bajo por la mañana y más alto en la noche, independientemente de la falta de sueño. La falta de sueño es un proceso separado que disminuye aún más el estado de ánimo», explicó Benjamin Shapiro, autor principal del estudio y psiquiatra de Dartmouth Health, en su trabajo publicado en la revista PLOS Digital Health. «Así que alguien que esté despierto toda la noche a las 5 a. m. debería tener un estado de ánimo aún más bajo que si se despertara a las 5 a. m. Sin embargo, en un día normal, su estado de ánimo a las 5 a. m. seguirá siendo más bajo que el de la noche».
Todo esto, que parece un trabalenguas o juego de palabras, aclara muchas dudas al respecto de la importancia entre nuestro horario de sueño y cómo nos sentimos y comportamos el resto del día. Es más, según los investigadores, si encima pasamos toda la noche despiertos, el punto bajo de alrededor de las 5 de la mañana incide en nosotros aún peor de lo habitual.
| «Descubrimos que el estado de ánimo sigue un ritmo conectado con el reloj interno del cuerpo»
Reloj biológico
Los investigadores encontraron una conexión entre nuestro reloj biológico interno, llamado ritmo circadiano, que funciona en un ciclo de 24 horas -mientras gestiona las funciones corporales esenciales-, y nuestro estado de ánimo. El desajuste entre nuestro reloj interno y el entorno externo altera el ritmo natural de los procesos de regulación del estado de ánimo; esto es, que el hecho de que nos sintamos eufóricos, felices, irritables o tristes no son estados de ánimo aleatorios, sino que siguen un patrón completamente predecible por la ciencia a lo largo del día y la noche.
«Descubrimos que el estado de ánimo sigue un ritmo conectado con el reloj interno del cuerpo, y la influencia del reloj aumenta a medida que alguien permanece despierto más tiempo», aclaró Danny Forger, coautor de la investigación.
Si bien hay muchos factores que pueden afectar nuestro sueño, desde el estrés hasta el ruido exterior, ciertos medicamentos y muchas más cosas, garantizar que tengamos el mejor ambiente posible para dormir y que lo hagamos en las horas en sintonía con nuestro reloj biológico parece un buen punto de partida para abordar nuestro estado de ánimo en los días venideros.
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