Nadie niega la positiva sorpresa que trajo el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de febrero,con un potente crecimiento mensual de 4,5% en dice meses -el mayor desde mayo de 2022- que se ubicó en la parte más alta de las expectativas y que confirmó el buen arranque de año de la economía chilena.
Sin embargo, desde el mercado también llaman a tomar esto «con cautela» y a poner atención en ciertos factores que pudieron haber «exagerado» el dato.
Desde el Gobierno, en tanto, el ambiente es de celebración. «La supuesta recesión no solamente no sucedió, sino que nos hemos recuperado y el país tiene expectativas de crecimiento. Tenemos razones para ir despejando las incertidumbres y viendo el futuro con mayor esperanza. Este año 2024 es un año de crecimiento económico», subrayó la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo.
Mientras que, quien está a cargo de las finanzas públicas, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, manifestó que «efectivamente 2024 va a ser un año de crecimiento mayor a los años recientes», añadiendo que lo que trajo febrero son » cifras positivas que dan cuenta de que la economía efectivamente está transitando por un proceso de crecimiento que se ha ido asentando».
Fuera del Ejecutivo, distintos analistas platearon que los datos deben revisarse «con pinzas», considerando, por ejemplo, que 2024 es un año bisiesto, por lo tanto, febrero tuvo un día hábil más que el mismo mes de 2023. Lo que, en todo caso, según Marcel, significó «menos de la tercera parte de la cifra de crecimiento en doce meses».
Según Andrés Pérez economista jefe Latam de Itaú, «todos los sectores crecieron en el mes y en la medida interanual, con variaciones relevantes en minería, servicios e industria».
Sin embargo, sostuvo que «el buen inicio del año se debe mirar con cautela». En ese sentido, comentó que «si bien es favorable que la economía continúe en la senda de recuperación gradual, en línea con nuestra proyección, seguramente algunos factores puntuales han contribuido al desempeño mejor a lo esperado en el margen».
«Aunque los datos de actividad económica han sido mejores a los esperados y el débil mercado del trabajo también pareciera recuperarse, la persistencia e intensidad de la recuperación de la economía dependerá fundamentalmente de dinámica de la inversión, la cual no da señales claras de repuntar», añadió.
A su vez, Sergio Lehmann economista jefe del BCI, consideró que «es una buena noticia sin duda. Pero no hay que olvidar que la cifra se ve favorecida por un día más en febrero por año bisiesto, algo que naturalmente pega en todos los sectores».
Dejando de lado ese factor, el economista indicó a Emol que «la economía se expande de la mano de la baja de tasas que ha impulsado el Banco Central, pero limitado por un potencial en torno a 2%. Ese elemento no ha cambiado».
En tanto, Priscila Robledo, economista jefe en Fintual, indicó que «es una muy buena señal que ya es el segundo mes que vemos expansión en todos los sectores», por eso, consideró que «es un cambio bien significativo respecto de las tendencias del año pasado y nos habla de que la economía va por buen camino».
No obstante, Robledo sostuvo que «la expansión de 4,5% anual debe tomarse con pinzas en este mes en particular, ya que hay efectos estacionales que de cierta manera exageran el dato».
En ese sentido, profundizó que «con cifras ajustadas por estacionalidad, la economía se expandió un más moderado 2,8%. De todas maneras, eso no compromete el mensaje de recuperación en la actividad. En febrero la actividad finalmente superó su máximo nivel alcanzado en noviembre de 2021».
Por su parte, Ignacio Muñoz, investigador Clapes UC, aseveró que «durante los próximos meses, la tendencia de tasas para el crecimiento son positivas y, con ello, el repunte de la economía, debería continuar».
Según Muñoz aquello «se sustenta en la existencia de bases de comparación menos exigentes, menores tasas de interés y niveles de inflación considerablemente menores a los observados el año pasado».
Al igual que los otros economistas, planteó que «dado el efecto positivo que el año bisiesto tuvo en febrero, lo anterior no necesariamente implica que el crecimiento de 4,5% se replique en los meses siguientes. De hecho, para marzo esperamos que el Imacec se ubique entre 2,0% y 2,5%».
De esta forma, Muñoz proyecta para el primer trimestre de este año «un crecimiento interanual entre 2,9% y 3,1%».
Una estimación que también ajustó Alejandro Fernández, socio de Gemines consultores, quien señaló que «esto apunta a que vamos a tener que revisar positivamente nuestras proyecciones para el año. Yo tenía un 2%, hoy día creo que probablemente estemos en torno a un 2,5% y eventualmente un poco más arriba».
Respecto de los efectos que este Imacec pueda tener en las decisiones de los recortes de la Tasa Política Monetaria (TPM) por parte del instituto emisor, Marco Correa, jefe de Bice inversiones comentó con que «seguimos observando una estabilización en la actividad económica local, lo que llevaría a que las autoridades del Banco Central corrigieran al alza sus estimaciones de crecimiento para este año».
Lo anterior, según Correa, «también se daría en las proyecciones de inflación de las autoridades. Así, continuarían con sus reducciones la TPM, que sigue en niveles altamente contractivos, pero podrían hacerlo con mayor cautela, implementando recortes más graduales».
En esa misma línea, Patricio Jaramillo, director de Riesgo Financiero en Deloitte sostuvo que «este dato de actividad sumado a indicadores financieros recientes de crecimiento del crédito y el dinero estarían confirmando un punto de inflexión, donde la economía chilena ya habría tocado piso».
«Esta inflexión se asocia fuertemente al ajuste en la TPM que se ha venido materializando desde julio pasado. Si bien, esto no cambia el panorama en términos de una expansión acotada para el 2024, si confirma que lo peor del ajuste ya estaría quedando atrás», cerró.
Por último, Nicolás García, economista senior de Coopeuch sostuvo que «es importante tener presente que los próximos dos registros del Imacec se verán afectados por un cambio en la composición del número de feriados en cada mes: el registro de marzo será algo más moderado y el de abril algo mayor, debido a que este año la Semana Santa fue en marzo, mientras que en 2023 fue en abril».
Con todo, para marzo proyectan «un alza anual del Imacec de 3,4%, explicado principalmente por los servicios, mientras que el Imacec no minero anotaría un aumento de 2,8%».
Mientras que para el PIB de 2024, «mantenemos nuestra proyección en un crecimiento de 3%».
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