En línea con las expectativas de crecimiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, Moody’s espera que Chile crezca un 2% durante este año con un crecimiento promedio para los próximos de un 2,3%. Ante esto, la agencia clasificadora de riesgo manifestó su preocupación en base con el crecimiento promedio superior al 4% registrado en el pasado.

Las proyecciones de Moody’s para este año van en línea con las recientes del Banco Mundial y el FMI, que dijeron recientemente que crecerá un 2% en 2024. En tanto, el Banco Central espera un crecimiento entre 2% y 3% para este año. Mientras que, las proyecciones del gobierno del Presidente Gabriel Boric estiman para este año un crecimiento de un 2,5%.

Otras de las perspectivas de la agencia de la clasificadora de riesgo fue la expectativa de que la inflación en Chile cierre este año con un alza de 3,7% y en 2025 llegue a la meta de 3%.

“Fortaleza institucional y gobernanza son factores que dan fuerte apoyo al perfil crediticio de Chile. La fortaleza fiscal también es importante y más elevada que la observada en los pares. Sin embargo, se ha venido debilitado debido a déficits fiscales persistentes y una creciente deuda”, dijo el senior vice president, sovereign risk de Moody’s Ratings, William Foster, en el marco de un seminario de la firma para analizar el contexto de Chile.

Ante este contexto, Foster comentó que los déficits fiscales son observados por la firma desde 2015. “Proyectamos déficits fiscales de alrededor de 2.2% en 2024 y de 1.6% en 2025, los cuales reflejan presiones del gasto social que no son totalmente compensadas por mayores ingresos. Los déficits fiscales han llevado a un aumento de la deuda notable durante la última década, desde 21% de PIB en 2016 hasta casi 14% en el año pasado”, agregó.

Sin embargo, el analista estimó que Chile cuenta con un mejor espacio fiscal que los países de la región.

De cara al futuro, Foster de Moody’s comentó que Chile tiene pendiente el desafío de mejorar su productividad y que los “riesgos sociales persistentes podrían afectar las perspectivas de crecimiento económico y el perfil de crédito soberano”. Así, el analista estimó que Chile tiene la tarea de dar respuestas a responder las demandas sociales junto con medidas de sostenibilidad fiscal, recuperar la capacidad de crecimiento y elevar la productividad.

En esa línea, Moody’s planteó que la nota crediticia de Chile, que hoy es A2 con perspectiva estable, se puede ver afectada de observarse un mal “manejo macroeconómico que dé lugar a desvíos significativos en la gestión de la política fiscal, llevando a un deterioro mayor a lo esperado en los déficits y los indicadores de ayuda o la materialización de los pasivos”.

Mientras que, por el otro lado, la evaluación crediticia de la agencia para el país podría ser mejor en caso de que, “si los esfuerzos de consolidación fiscal permiten revertir de manera duradera la tendencia observada en los indicadores de ayuda pública durante los últimos cinco años y si los colchones financieros del gobierno aumentan significativamente”.

“Un aumento sostenido de crecimiento económico a mediano plazo respaldado por políticas gubernamentales que aumenten la productividad y promuevan la diversificación económica también podría ejercer una presión al alza sobre la calificación”, agregó.

Mirada del Banco de Chile

Por otro lado, y con expectativas más positivas, está Banco de Chile. Rodrigo Aravena, economista jefe de la firma, estimó proyecciones más altas que Moody ‘s para Chile durante este año. “Partimos pensando una cifra en torno a un 1,7%. Hoy creemos que algo cercano al 2,4 o 2,5% es algo bastante probable. Incluso no se puede descartar que el crecimiento para el año pueda ser algo superior”, comentó en el seminario.

“Faltan muchas cosas, hay muchos elementos que hay que mirar con atención, reformas, hay que entender el crecimiento que estamos teniendo en el resto del mundo, principales fundamentos, etcétera, pero básicamente el bottom line de lo que estamos hablando es que sí, hay una aceleración, creemos que hay un componente transitorio importante, nos estamos recuperando de una recesión, porque Chile el año pasado sí tuvo recesión, puede haber sido una parte del año, no todo el año”, apuntó.

Sin embargo, Aravena matizó el optimismo apuntado que, según su juicio, las razones de las cifras de crecimiento proyectadas para este año responden a “bastantes componentes transitorios”.

“Vemos que la economía ya superó el nivel de actividad que tenía en noviembre del 2021. Llevamos varios meses con crecimientos mensuales desestacionalizados, pero básicamente nuestra principal tesis para este año es que el alza y crecimiento 2024 va a obedecer a una aceleración mayor a la esperada del inicio de año más que una mejora fundamental es el futuro. Estamos viendo una desaceleración respecto de las cifras con las que partimos el año”, agregó.

Así, Aravena del Banco de Chile apunta que el crecimiento de Chile va a estar cerca del 2,5% para este año, “pero para el próximo año creemos que ya va a ser difícil crecer mucho más que el tendencial, que es una cifra en torno al 1,9% y 2%. el desafío principal hacia adelante es crecimiento, crecimiento y crecimiento”.

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