Los productores y exportadores de cerezas de Chile se han trazado el objetivo de llegar con su fruta a un cuarto de la población de China, su mejor cliente.

Para completar sus metas a dos años, el país delinea estrategias que buscan captar a unos 100 millones de nuevos compradores entre los jóvenes asiduos al comercio electrónico, para sumarlos a los consumidores habituales de esta baya, ícono del Año Nuevo Chino.

“Tenemos que cautivar a 351 millones de consumidores (en China). Vamos a pasar de 241 millones de consumidores a 351 en dos años. Es una tarea monumental”, dijo en conferencia la directora ejecutiva del Comité de Cerezas de la asociación gremial Frutas de Chile, Claudia Soler.

La directora ejecutiva explicó ante directivos del sector durante el Global Cherry Summit llevado a cabo la semana pasada en el país, que el desafío para adelante es “lograr que 110 millones de consumidores chinos que no comen cerezas chilenas, lo comiencen a hacer”.

Más de 1.000 personas se reunieron en la Región de O’Higgins, zona que concentra la mayor cantidad de plantaciones frutícolas del país, en torno al principal encuentro de los cereceros a nivel mundial dedicado al mercado chino, de acuerdo con la asociación gremial Frutas de Chile.

375.000 toneladas de cerezas

Chile ha escalado en los últimos años hasta ser el principal proveedor de fruta fresca de clima templado a China, con especial participación de la cereza chilena, con más del 90 por ciento de la producción dirigida al país asiático, según cifras del gremio.

Los envíos de cerezas chilenas a China pasaron de alrededor de 40.000 toneladas en 2015-2016 a más de 375.000 toneladas en el pasado verano austral, con un aumento de unos seis millones de consumidores chinos respecto a la temporada anterior.

Para Soler, la clave está en “seguir invirtiendo de manera conjunta en el mercado chino montos relevantes y acordes a las necesidades del mercado para los diferentes tipos de consumidores”.

Chile espera en la temporada venidera un incremento del 37 por ciento en la producción de cerezas, gracias a aquellas plantaciones que pronto comenzarán a dar frutos por primera vez, alza que viene aparejada de una mejora en la capacidad de procesamiento y la cadena logística.

La directora ejecutiva indicó a la agencia de noticias Xinhua en esa línea que uno de los grandes retos para la industria es exportar unos 115 millones de cajas al socio asiático este año y otros 125 millones de cajas el siguiente, en comparación con los 83 millones de cajas del verano pasado.

Las exportaciones de cerezas al país asiático aumentaron un 29 por ciento en volumen en los últimos siete años, con una creciente demanda de la mano de millonarias campañas de promoción que incluyen a los mercados minoristas, los mayoristas y el comercio electrónico de China, según Frutas de Chile.

Para enfocar dichas campañas, se realizó en China una encuesta que indicó que el comprador chino “va cambiando sus hábitos de compra”, conforme avanza la sofisticación de las plataformas de compras en línea, de acuerdo con el sondeo.

Soler subrayó al respecto la alta participación que han adquirido los jóvenes en las dinámicas de consumo, segmento “donde hemos ido perdiendo penetración y que tenemos que volver a cautivar y acercar”.

“Los consumidores tienen que confiar en que la industria de alimentos de Chile se preocupa por el medio ambiente”

En la misma convención, el director ejecutivo de la consultoría internacional Ipsos, sede China, Tonnies Feng, aseguró que factores como la rápida urbanización, el menor tamaño de las familias y una mayor preocupación por consumir alimentos saludables, así como de bajo impacto al medio ambiente, definen los hábitos de compra de la población actual.

Feng presentó otro sondeo de Ipsos que concluyó que la cantidad de chinos que compran un alimento por sus beneficios a la salud ha crecido, al amparo del internet y las redes sociales.

Un ejemplo es el aumento en la popularidad de la fruta fresca, principalmente aquellas “orgánicas y con denominación de origen”, señaló Feng.
Añadió, según los resultados del estudio, que los jóvenes cercanos a la década del 2000, la llamada generación “Z”, aportan cada vez más al mercado interno.

“Las compras en línea y en vivo se están haciendo cada vez más populares. Existe una autogratificación, una demanda por el disfrute inmediato y es importante la experiencia de compra”, sostuvo.

En el caso de las cerezas, continuó, “los jóvenes ‘postean’ el momento de disfrute en sus redes sociales”.

“Por ejemplo, cuando están haciendo comidas con cerezas toman una foto y les gusta expresar cómo aman este fruto y lo comparten. Eso es un hecho muy significativo en las redes sociales chinas”, explicó el experto.

Mencionó también la estrecha relación entre consumo, cuidado del medio ambiente y productos “ecoamigables”, al optar en el caso de los alimentos por la comida fresca, libre de pesticidas y aditivos, además de empaques reciclables.

“La reputación de una marca en China tiene que ver con sus capacidades verdes y sustentables. Los consumidores tienen que confiar en que la industria de alimentos de Chile se preocupa por el medio ambiente”, declaró Feng.

La cereza se ha convertido en la fruta más sembrada de Chile, al desplazar a la uva de mesa, con 74.148 hectáreas al cierre de 2023, de la mano con la demanda china.

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