El Banco Mundial se sumó a las mejores perspectivas que distintas entidades ya tienen previstas para Chile. En su último informe publicado este martes mejoró sus proyecciones para el Producto Interno Bruto (PIB) desde 2% a 2,6%. Así se alineó con el rango del Banco Central de 2% y 3% y con la previsión que tiene Hacienda de 2,7%.
Para el próximo año la mantuvo en 2,2%, mientras que para el 2026 la bajó levemente a 2,3%.
Según explicó el organismo internacional, este crecimiento “estará respaldado por una fuerte demanda externa de productos básicos de energía verde. El consumo se recupera de su debilidad de 2023. El Banco Central ha recortado agresivamente las tasas de interés a medida que la inflación anual subyacente y general han caído cerca de su objetivo del 3%, que también debería permitir que la inversión se recupere en 2024 y 2025″.
En cuanto a América Latina y el Caribe se prevé que disminuirá aún más sus perspectivas hasta ubicarse en un 1,8 % en 2024, para repuntar luego hasta el 2,7 % en 2025, conforme las tasas de interés se normalicen y baje la inflación.
Según las proyecciones, los precios de los productos básicos respaldarán las exportaciones de la región, aunque el tenue crecimiento de China podría limitar la demanda de los principales productos básicos.
Para los principales países de la región, el Banco Mundial prevé que el crecimiento de Brasil se moderará al 2 % en 2024 y al 2,2 % en 2025, sustentado por los recortes de la tasa de política monetaria y la recuperación del consumo y la inversión privados.
Asimismo,el crecimiento proyectado de México se desacelerará a 2,3 % en 2024 y al 2,1 % en 2025, limitado por una política monetaria restrictiva, a pesar de la baja prevista en la inflación y las tasas de interés.
Se espera también que Argentina se contraiga un 3,5 % en 2024, pero se recupere con un crecimiento del 5 % en 2025 a medida que se aborden los desequilibrios económicos y disminuya la inflación.
En Colombia, se prevé que el crecimiento aumente al 1,3 % en 2024 y al 3,2 % en 2025, impulsado por la recuperación del consumo privado y las exportaciones.
El análisis del Banco Mundial también ve riesgos a la baja. Entre ellos figuran la posibilidad de que las condiciones financieras mundiales se vuelvan más restrictivas, los elevados niveles de deuda local y la desaceleración del crecimiento de China, que afectará las exportaciones de la región.
Los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático también representan un riesgo. Por el contrario, una actividad económica más sólida en Estados Unidos podría tener un impacto positivo en América Central y el Caribe.
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