Esta semana el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, generó un intenso debate en la comisión mixta sobre el proyecto que permite realizar las próximas elecciones regionales y municipales en dos días. Esto, al proponer sorpresivamente y a última hora, cambiar el concepto de «electores» por «ciudadanos», para definir a quienes se les cobraría una multa en el caso de no concurrir a votar.

En la práctica, con este cambio, la ley dejaba como voluntario el voto para los inmigrantes, ya que quedarían sin sanción. La movida encendió las alarmas en la oposición, donde acusaron al gobierno de estar haciendo un traje a la medida del oficialismo, dado que ese sector estima que los extranjeros suelen inclinarse por la derecha (ver datos más abajo).

Pese a que la iniciativa no vio la luz, parlamentarios oficialistas volvieron a la carga ayer. Los diputados socialistas Daniel Manouchehri, Daniela Cicardini y Daniel Melo anunciaron que enviarán un proyecto para suprimir el derecho a voto de los extranjeros avecindados en Chile en las elecciones parlamentarias y presidenciales.

Lo propio hizo el senador Gastón Saavedra (PS) quien ingresó un proyecto que modifica la ley sobre migración y extranjería para establecer que «solo una vez obtenida la residencia definitiva se debe contar cinco años más para que los extranjeros puedan acceder al padrón electoral».

Voto migrante en favor de Kast y Matthei

La propuesta de Elizalde y los proyectos presentados por parlamentarios PS se enmarcan en la polémica que se ha instalado en el Congreso por los intentos del oficialismo para reponer el voto voluntario «por secretaría». El martes el oficialismo no dio los votos para aprobar el informe de la comisión mixta para hacer la elección de octubre en dos días y que reponía las sanciones para los que no votan, aunque bajando los montos originales de la multa.

En el sector aseguran que aún ronda el fantasma de lo sucedido en el plebiscito constitucional del 4 de septiembre de 2022, cuando el Rechazo ganó con un 61,8%. Se trata de la primera elección en que se repuso el voto obligatorio y donde según datos del Servel los migrantes autorizados para votar fueron 514.628.

De la mano con el aumento de la población migrante habilitada para votar, algunos estudios han mostrado las tendencias políticas por las que se inclinan estos nuevos votantes.

Por ejemplo, en materia presidencial, una encuesta de Panel Ciudadano-UDD realizada en mayo de este año, arrojó que los candidatos de derecha son los principales beneficiados con el voto de los extranjeros.

Si la elección dependiera sólo de los votantes extranjeros, el ranking de preferencias quedaría así: José Antonio Kast (30%), Evelyn Matthei (28%) y un empate con 5% entre Michelle Bachelet y Rodolfo Carter. Más atrás vendrían Camila Vallejo (3%), Johannes Kaiser (2%) y Carolina Tohá (2%).

En el caso del candidato del Partido Republicano, el número de inmigrantes que lo apoya casi dobla el número de electores nacionales que le darían su voto (17%).

Lo mismo, pero a la inversa, pasa con la ex Presidenta Bachelet, quien tiene un 11% de intención de voto entre los votantes chilenos.

El estudio también muestra que el votante que no suele participar en comicios, pero que por la multa vota «obligado», también se inclina por Matthei y Kast, con un 29% y 25%, respectivamente.

«Como el gobierno sabe que la elección la tiene perdida, levanta el tema de la comodidad para votar, pero eso no alcanza y llevan el voto con multa a sin multa y que pasa a ser un voto voluntario. Con eso se garantizan que la votación va a ser menor», arremetió Kast ayer contra la propuesta del oficialismo.

Las dudas sobre el veto

En medio de este debate, en el oficialismo están a la espera de que el gobierno ingrese el veto anunciado para reponer las multas.

Sin embargo, parlamentarios de oposición ya han advertido que lo más probable es que el veto -que sólo se puede aprobar o rechazar- venga con el cambio de «electores» por «ciudadanos», dejando así sin multa a los votantes extranjeros que no participen en los comicios.

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