Tan solo dos días estuvo Isabel Amor a cargo de la dirección del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) en la Región de Los Ríos, hasta que desde el nivel central del organismo se comunicara la salida de la profesional.
En torno a la causa principal, se indicó que sería por “pérdida de confianza”, a lo que la funcionaria acusó que apuntaba a la condena que cumplió su padre por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Pese a ello, desde SernamEG contestaron rápidamente, enlistando una serie de conductas que supuestamente habrían detonado en la desvinculación de Amor, subrayando que la decisión “obedece a sucesivas omisiones de información relevante”.
“Entre ellas, destacan no informar de las dificultades de su relación con agrupaciones de derechos humanos; la resistencia a asumir el diálogo con las asociaciones de funcionarios de SernamEG a nivel regional como parte natural del ejercicio del cargo; comentarios desafortunados relativos a la condena de su padre, expresados al conocer al equipo del servicio que trabaja en la región de Los Ríos”, agrega el comunicado.
Al respecto, en entrevista con 24 Horas, la profesional calificó como “vaga e irrisoria” la respuesta entregada por el servicio, aseverando que la situación de su padre fue abordada tanto con su jefatura como con su equipo, a lo que afirmó que “lo tomaron con mucho cariño”.
“Mi experiencia en Ñuble me enseñó que esta verdad, que tiene que ver con la condena de mi padre, es una verdad que yo tengo que llevar por delante, sobre todo cuando esté hablando con familiares de detenidos desaparecidos o sobrevivientes de torturas y tratos inhumanos. Y por lo mismo, cuando yo me presenté, les dije que esta era mi situación, que yo prefería decírselos inmediatamente, que tenía varias cuestiones que podían ser distintas, una era tener un padre condenado, la otra era ser lesbiana, que tenía una carrera en Derechos Humanos de 15 años aproximadamente y el equipo lo tomó con mucho cariño”, relató.
En este sentido, aseguró quedar “bastante abrumada, porque fue mi primera vez sentándome frente a un equipo de gente que no conozco, que tengo que liderar y que les cuento esto y les digo todas las cosas tal y como yo las sé”.
En torno a las razones esgrimidas en la misiva emitida por el SernamEG, Amor asegura que esta “evidentemente se centra en cuestiones que tienen que ver con mi padre”, expresando estar “súper decepcionada, es que es un trabajo que yo quería hacer mucho”.
“Esto es una cuestión que de verdad da mucha vergüenza que el Estado chileno esté nuevamente llenándose la boca con que vamos a parar con la violencia hacia las mujeres en el trabajo y hagan una cuestión así, una declaración pública ordinarísima (sic), que no fija ningún parangón con la realidad”, dijo.
Prosiguió señalando que “honestamente estoy súper molesta y preocupada, porque yo además me vine a Los Ríos a esto. Yo tenía un trabajo en Chillán, tenía un sueldo, una casa, un horario, tenía todo bastante armado y dejé todo eso para venirme a un cargo, en el que creí que yo iba a ser de más utilidad para el Estado de Chile, a pesar de que iba a ganar 25% menos. Me vine, dos días, pasa esto. Lo que han hecho es darse una vuelta gigante para decir absolutamente nada”.
Asimismo, aseguró estar defraudada del gobierno, y que habría “motivaciones políticas” en torno a su desvinculación, acusando una “vulneración grotesca a mis derechos humano
“Yo tengo el derecho a trabajar, hay condenas a nivel de la Corte Interamericana que dice que el Estado si bien puede usar su capacidad de usar la cláusula de confianza, no lo puede hacer para pasar a llevar otros derechos humanos. El costo que ha tenido a nivel emocional, a nivel familiar, ha sido una cuestión horrorosa”, indicó.
A la vez, sindicó a la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, como la “responsable final” de esta determinación que conllevó a su salida de la dirección regional del organismo.
“La ministra podría haber parado esto en algún momento. Ella me conoce del activismo, creo que nunca he sido santa de su devoción y tampoco soy tan importante para ella como para importarle, pero es evidente que acá algo pasa en relación a mi figura tiene que ver con mi derecho de expresión y mis vínculos con mi papá”, precisó.
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