Según datos de la industria, el consumo de pan por persona en Chile supera los 90 kilos al año. Una cifra que nos posiciona en el mundo como una de las naciones que más come este alimento, junto a Turquía y Alemania.

Según Nicolas Guzmán, panadero y miembro del directorio de Indupan, las razones son tres. “Primero, está muy arraigado en la idiosincracia nacional, siendo un símbolo cultural en los hogares de todo el territorio. Segundo, en Chile tenemos muy buen pan, de buen sabor y con materia prima de excelente calidad y, por último, es un alimento que tiene buena relación precio calidad”.

Sin embargo, en los últimos años se ha generado un importante debate entre quienes lo consideran un aliado indispensable en la mesa y quienes lo catalogan como un enemigo nutricional. Opiniones divididas que, desde el gremio, buscan dilucidar y para ello iniciaron la campaña #YoComoPan.

¿Es saludable consumir pan a diario?

 #YoComoPan tiene como objetivo promover su consumo responsable y nutritivo, además de celebrar su preferencia por los chilenos casi como emblema patrio. Juan Mendiburu, presidente de Indupan, enfatiza en que “el pan es una fuente excelente de carbohidratos complejos, vitaminas y minerales esenciales; por eso queremos que los consumidores comprendan que no se trata de eliminarlo de su dieta, sino de elegir opciones de mejor calidad y en las cantidades adecuadas”.

La misma consideración es validada por profesionales de la salud. Romina de la Fuente, nutricionista de la Universidad Católica, recomienda principalmente “el consumo de pan integral antes que cualquier otro. No obstante, considerando que la población chilena aún compra mucho el pan corriente, podemos hacer una selección del que más conviene consumir y, en este caso, la marraqueta lleva la delantera en cuanto a calidad, ya que no contiene materia grasa”.

De la Fuente subraya la importancia de tomar decisiones informadas sobre la ingesta de pan, sobre todo en un país donde las enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes tipo 2, tienen una alta prevalencia. “La clave está en consumir la porción adecuada al gasto calórico de cada persona y en elegir un pan que haya sido elaborado con ingredientes de calidad”.

Además, la nutricionista hace un llamado a considerar no sólo el tipo de pan que se come, sino también a lo que se le añade. «Si se acompaña con alimentos como huevos, jurel, atún, palta, pollo o carne de soya y se incluyen verduras como tomate, cebolla, champiñones u hojas verdes, estaremos consumiendo un pan mucho más nutritivo y saciante”.

La marraqueta como reina de la mesa

Si bien después de la pandemia este producto ha ido evolucionando, tanto en sus procesos de producción como en las variedades, lo cierto es que la marraqueta sigue siendo la preferida en la mesa de los chilenos. “Hoy en día se compran mucho las clásicas baguette, ciabatta, panes de molde con fermentos, masa madre, semillas, nuevos tipos de harinas y cereales, etc., pero la marraqueta es el pan que está arraigado en nuestras costumbres y la elegida por excelencia”, afirma Guzmán, también conocido como @hacedordepan.

Por tal razón, la iniciativa #YoComoPan está llegando a varias comunas de Santiago para regalar marraquetas y continuará promoviendo el consumo saludable de este noble y básico alimento, junto con educar a los compradores sobre cómo hacer del pan un componente equilibrado y nutritivo de su dieta diaria.

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