Una intensa jornada se vivió ayer en la Cámara de Diputados luego que el oficialismo y la oposición ingresaran, por separado, cuatro acusaciones constitucionales contra tres ministros de la Corte Suprema, vinculados al caso Audio y cuestionados por filtraciones.

El ingreso de los textos a la sala de partes lo inició el oficialismo, con dos libelos acusatorios: uno, contra el ministro Jean Pierre Matus, y otro, contra la suspendida ministra, Ángela Vivanco.

Más tarde, hizo lo propio la oposición, quienes optaron por hacer un solo texto para acusar constitucionalmente a la ministra Vivanco y al ministro Sergio Muñoz.

Así las cosas, se produjo un escenario inédito donde Vivanco junta dos intentos de acusaciones constitucionales, pero provenientes de distintos sectores, lo que complica el escenario para ambas partes.

Más tarde, fue el turno de hacer girar la tómbola en la testera de la Sala. Allí se sortearon tres comisiones, las que de acuerdo al sorteo, quedaron todas con mayoría de parlamentarios de oposición. La primera comisión revisará el «pack» de Chile Vamos, contra Muñoz y Vivanco; otra, revisará el libelo contra Matus; y la tercera, contra Vivanco, esta vez, de autoría del oficialismo.

Sin embargo, este proceso abre un dilema político inevitable, pese a que los parlamentarios afirman que buscarán ser neutrales a raíz de la gravedad de la crisis. Esta mañana, el diputado Jorge Guzmán (Evópoli) dijo a 24 Horas que «aquellos que voten políticamente, creo que están lejos de ese estándar ético de defender las instituciones del Estado».

¿Se podrá garantizar neutralidad?

Expertos plantean que de todas formas, podrían darse tensiones de poder frente a los avances de los libelos, especialmente en el caso de Vivanco -ya que enfrenta el texto de Chile Vamos con el del oficialismo-, y el de Sergio Muñoz, que además de que la derecha lo sujetó al de Vivanco, ya había generado tensión ayer, puesto que el ministro ha contando usualmente con más apoyos de la izquierda.

Kenneth Bunker, analista político y académico de la USS, comenta que «está bastante claro qué sector político apoya a qué juez. No creo que haya muchas confusiones con eso, lo vimos con la presentación de los libelos, y creo que van a votar acorde, van a empujar su propia agenda.

«Ahora, hay veces en que se pueden negociar votos, se pueden dar situaciones donde, como en la ocasión del senador Carlos Bianchi o de Patricio Walker, que fueron dos ocasiones que se dieron vuelta al final, pero creo que en este caso, es mucho más ideológico y más grande la batalla», comentó.

Por su parte, Tomás Duval, analista político y académico de la U. Autónoma, comenta que «las acusaciones constitucionales son el recurso más poderoso que tiene en Congreso para castigar a jueces que dejen de cumplir sus obligaciones o se aparten de la constitución o las leyes , lo que implica que están generaran la tensión en su tramitación en la Cámara desde un punto de vista político».

A su juicio, la acusación contra el ministro Matus podría tener luz verde «ya que su presentación está encabezada por un DC e incluye a gran parte del oficialismo, y me parece que también incluiría apoyos de la derecha», mientras que la de Muñoz es una de la las «más impredecibles, porque hasta ahora sólo concita apoyos en la oposición».

Primer escenario

Uno de los escenarios que se podría dar es que al momento de revisar el pack de Chile Vamos, es decir, contra Vivanco y Muñoz, la izquierda decida no apoyarlo.

Esto, no sólo porque la izquierda tiene su propio libelo contra Vivanco, sino porque también está el peso de la ‘cercanía’ con Muñoz. De votarlo en contra, el oficialismo podría quedar en la posición de querer «salvar» a este último.

Segundo escenario

Otro escenario que podría darse en torno a los libelos es que la derecha, en su pack Vivanco-Muñoz, haya querido obligar a que la izquierda apoye el libelo, presionados principalmente por la figura de Vivanco, la más cuestionada y complicada en la trama del caso Audio.

No obstante, esto también abre la opción de que Chile Vamos sea cuestionado por querer «perjudicar» a Muñoz; tema que, de todas maneras, fue abordado ayer en la Cámara y que generó varios momentos de tensiones entre los legisladores.

Por ejemplo, la diputada Lorena Fríes (FA), dijo que la AC contra Muñoz «se analizará en su mérito». «Este no es un trabajo que estamos haciendo para empatar políticamente, porque esto tiene que ver con la buena política, y la buena política significa que tener que ver si hay méritos para que ese u otro ministro de la Corte Suprema sigan estando allí, porque lo que no puede haber es ministros corruptos», afirmó.

Tercer escenario

En el caso hipotético de que no resultara fructífero el apoyo para que avance el pack Vivanco-Muñoz de Chile Vamos, este sector también se enfrentará a un dilema ético cuando sea el turno de votar el libelo contra Vivanco impulsado por el bloque oficialista.

Esto dejaría en evidencia que el texto de Chile Vamos apuntaba a arrastrar a Vivanco con Muñoz, o los podría empujar a la tentación de caer en un gallito político respecto a la calidad de la acusación constitucional de su sector versus la del oficialismo.

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