El arzobispo de Santiago, Fernando Chomalí, aseguró este viernes 20 de septiembre, en conversación con Canal 24 Horas, que el «aborto y la eutanasia es un acto de violencia».

Tras ser consultado sobre estos proyectos que son impulsados por el Gobierno, la autoridad religiosa afirmó que el Ejecutivo y los políticos «se equivocan» al apoyar estas iniciativas.

«Esos seres humanos son los más débiles, son los más indefensos, son los más inocentes, son los más pobres, los que dependen absolutamente de otros y son los que más hay que cuidar», explicó.

En ese sentido, dijo que «además, las personas que están en el lecho de enfermo, que se sienten queridos, respetados y eso lo vemos en nuestras obras sociales, en la Fundación Las Rosas, pobres bien queridos, acompañados de todo punto de vista, jamás, no se les pasa ni por la mente pedir que su vida termine; ellos dicen ‘hasta que Dios me lleve’. Y en el caso de los embarazos complejos, hay instituciones que a estas mujeres que viven dramas, que son a veces terribles, pero ese drama acompañado en todo sentido, suelen terminar siempre con el niño en el brazo».

Y por lo tanto, señaló que «no podemos solucionar problemas serios, complejos, difíciles, a través de un acto de violencia y el aborto y la eutanasia es un acto de violencia».

«Muchas veces se dice ‘la libertad’, pero es una libertad equivocada, porque no apunta al bien de personas indefensas. Y evidentemente estamos en una sociedad plural. La ministra (Vallejo) dijo que yo era una voz más, tiene toda la razón, pero la presento en un país democrático», agregó.

Fernando Chomalí también comentó que «sería terrible que en una facultad de Medicina, que por naturaleza forma a personas para sanar, se les enseñe a eliminar a seres humanos inocentes. Sería terrible que hubiese un ramo de eutanasia, de aborto, eso sería un fracaso. Y espero que esa ley no salga y por supuesto también vamos a trabajar arduamente para que haya objeción de conciencia, porque absolutamente nadie puede obligar a una persona a ir en contra de su conciencia, que está formada para hacer el bien, cuidar, sanar en lo posible, pero nunca dañar», cerró.

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