En un llamado a impulsar el crecimiento y de impulsar reformas tributarias, el Banco Mundial (BM) actualizó sus estimaciones de crecimiento para América Latina y el Caribe, donde el panorama para Chile empeoró respecto al reporte anterior.

El Banco Mundial estimó que el Producto Interior Bruto (PIB) real de Chile crecerá un 2.5% en 2024, una caída frente a la evaluación de 2,6% entregada en junio de este año por el organismo internacional. En tanto, para el próximo año y 2026, los pronósticos se mantienen en 2,2%, en línea con el informe anterior.

A nivel de sus pares y, en relación con las estimaciones de PIB para 2024, Chile se ubica por debajo de Paraguay (3,9%), Uruguay (3,2%), Perú (3,1%) y Brasil (2,8%). Mientras que, el país crecería, este año, más que Argentina (-3,5%), Ecuador (0,3%), Bolivia (1,4%) y Colombia (1,5%). Chile también crecería este año más que México (1,7%).

Además, Chile supera a las estimaciones del Banco Mundial para América Latina y el Caribe. Según el organismo mundial, la región crecerá 1,9% en 2024, superando ligeramente anteriores estimaciones, pero esta crecería más que el país de cara al 2025, ya que se prevé un PIB de 2,6%.

En tanto, las cifras de crecimiento del Banco Mundial están por debajo de la última que entregó el gobierno del Presidente Gabriel Boric. En el contexto de la discusión del Presupuesto 2025, el Ejecutivo reportó perspectivas de crecimiento de 2,6% para este año y 2,7% para el próximo. En tanto, el Banco Central de Chile proyectó, en el Informe de Política Monetaria (Ipom) de septiembre, que el país crecería este año en un rango de un 2,25% y 2,75% y, para el 2025 y 2026, la proyección del ente emisor se ubica en 1,5% y 2,5%.

Oportunidades para crecer

Las nuevas perspectivas para Chile y sus pares se dan en un llamado del Banco Mundial a crecer una vez que los desequilibrios de la economía, como la alta inflación y alza de tasas, han ido en retirada en la región y el mundo, según la mirada del organismo.

“La región ha logrado avances en el manejo de la inflación y la estabilización macroeconómica. Este es un momento clave para aprovechar estos logros y atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos y empoderar a la región para liberarnos de este ciclo de bajo crecimiento”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, en un comunicado.

Según la mirada del organismo internacional, el nivel de la inversión pública y privada es bajo. “Los países no están aprovechando plenamente las oportunidades del nearshoring”, dijo el BM.

A nivel regional, según el estudio del Banco Mundial, en términos reales, la inversión extranjera directa (IED) está en niveles inferiores a los de hace 13 años, y los anuncios de nuevas inversiones favorecen a otras regiones.

“Pese a tener salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de la región como destino de nearshoring”, agregó el Banco Mundial.

De esta forma, el organismo llamó a la región a aprovechar oportunidades como desarrollar industrias relacionadas con una ayuda al calentamiento global. “La transición verde y la tendencia al nearshoring, requiere amplias reformas estructurales para lograr que la región sea más productiva y competitiva”, agregó William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

“Esto demandará generar un mayor espacio fiscal, mejorar la eficacia del gobierno, así como reducir la carga tributaria que pesa sobre los sectores productivos. Este es un buen momento para que la región reconsidere cuál es la mejor manera para que sus sistemas tributarios generen ingresos y, al mismo tiempo, estimulen el crecimiento y promuevan la equidad”, agregó.

Impuesto a la riqueza

El documento de nuevas perspectivas para la región aborda con especial énfasis los impuestos a la riqueza, para “la equidad y el crecimiento”. El informe recomienda enfocarse en impuestos en las propiedades.

“Según algunos estudios, los impuestos a la propiedad, adecuadamente administrados, podrían contribuir hasta el 3% del PIB, mejorando significativamente la capacidad de la región para financiar el desarrollo”, resalta el Banco Mundial.

En el texto se plantean ideas como que el impuesto a la propiedad puede ayudar a reducir el desequilibrio fiscales. “Los impuestos subnacionales a la propiedad ofrecen una solución prometedora a este desafío”, dice el texto.

Otro tipo de impuestos es a la propiedad rural, ya que pueden también sirve para fomentar la protección ambiental, según el Banco Mundial. “Al penalizar el uso ineficiente de la tierra, pueden incentivar a los propietarios a adoptar prácticas más productivas y ambientalmente amigables”, detalla el documento.

Según el informe, la relación deuda-PIB escaló al 62,8% en 2024, frente al 59,1% en 2019, y el elevado endeudamiento y los servicios de deuda continúan obstruyendo la capacidad de la región para crear el espacio fiscal necesario para el gasto y la inversión públicos.

Las medidas también se basan en que, América Latina y el Caribe tiene algunos de los impuestos a las corporaciones más altos a nivel mundial, con un promedio de 24,7%, por encima del promedio de la Ocde, de 23,9%, y de Asia, de 19,0%. Sin embargo, la región recauda sólo el 2,7% de sus ingresos a través de impuestos a la riqueza, en comparación con el 12,8% en América del Norte y el 4,3% en Europa occidental y central.

“Pueden empoderar a los gobiernos subnacionales a cargo de su recolección, incentivar un uso de la tierra más productivo y respetuoso con el medio ambiente, y alejar la carga fiscal del entorno empresarial”, agrega.

De esta forma, el Banco Mundial se aleja de la idea de un impuesto a la riqueza con especial atención a las grandes fortunas, en especial en relación con el tributo a los billonarios propuesto por el presidente brasileño Lula da Silva y su par francés Emmanuel Macron. En relación con un impacto para la región, el Banco Mundial desestima un impacto relevante para ir en ayuda de los déficits fiscales de la zona. La región concentra pocos billonarios y estos tampoco tendrían problemas en movilizar su residencia fiscal, según estima el organismo internacional.

“Cálculos preliminares sugieren que los ingresos potenciales representarían un 0,1% del PIB, asumiendo que no existe movilidad alguna en América Latina y El Caribe. Al igual que con el impuesto sobre la renta, es probable que se necesite ampliar la base del impuesto a la riqueza para elevar los ingresos de manera significativa”, dice el BM en su informe.

En esa línea, el llamado es a concentrarse en impuestos a las propiedades: “El 80% de la riqueza en la región se concentra en bienes raíces, incluso entre el 10% de los que más ganan. Sin embargo, los países normalmente recaudan solo el 2% de sus ingresos tributarios de los impuestos a la propiedad”.

No obstante, el Banco Mundial también matiza sobre el tiempo en que los países puedan ver impactos significativos por motivo de los impuestos a la propiedad. “Los beneficios no serían automáticos. Se debe invertir en capacidad administrativa, además de llevar a cabo tasaciones adecuadas para asegurar la progresividad”, concluye el BM en su informe.

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