En enero de 2023, por primera vez los cotizantes de AFP superaron los 6 millones. Ese mes, el total de cotizantes del sistema alcanzó los 6.030.866. Sin embargo, fue un hito de un solo mes, ya que desde entonces todos los meses se han mantenido por debajo de los 6 millones y, es más, al comparar ese peak que registraron al iniciar 2023, versus lo ocurrido en agosto de este año -la última fecha disponible-, se registra una caída de 4,6%, hasta los 5.754.682 cotizantes.

Eso es lo que revelan las cifras que consolida la Superintendencia de Pensiones en su sitio web, donde es posible ver que en esos últimos 19 meses el número de cotizantes que anotaron las AFP ha disminuido en 276.184 personas.

Lo que refleja este indicador, es justamente lo que está ocurriendo con las personas que tienen un empleo formal remunerado, ya que ellos son los que están obligados a cotizar en el sistema. En todo caso, hay que considerar que el número de cotizantes en AFP del mes de agosto de 2024 corresponde, en realidad, a aquellos trabajadores que devengaron sus remuneraciones en el mes de julio de 2024.

Al analizar esta caída en el número de cotizantes, el director del OCEC-UDP, Juan Bravo, estima que “la razón fundamental es la fuerte desaceleración económica que vivió el país durante 2023 y que afectó negativamente el dinamismo del empleo dependiente formal en el sector privado, lo que se refleja en la debilidad de las cifras de los cotizantes dependientes de AFP”.

Agrega que “el proceso de recuperación es lento, ya que la economía está creciendo muy poco. Lo más preocupante es que los pronósticos para 2025 y 2026 apuntan a que la economía seguiría creciendo en torno al 2%, por lo que, de cumplirse este pronóstico, la recuperación del mercado laboral y, en particular, del empleo dependiente formal, continuaría a un ritmo muy paulatino”.

Si bien el número de cotizantes registrado en agosto implicó un alza de 0,88% con respecto al mes inmediatamente anterior (casi 50 mil cotizantes adicionales), también significa una baja de 0,57% en comparación a igual mes del año anterior (casi 33 mil cotizantes menos a nivel interanual).

El economista y director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la UC, David Bravo, comenta que esta caída que se observa en el nivel de cotizantes de AFP en los últimos 19 meses, “contrasta fuertemente con los datos de la encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Si se toma en dicha encuesta, usando las bases de datos disponibles, a los ocupados que realizan cotizaciones, la tendencia encontrada en la encuesta es la contraria: un aumento de 5,74 a 5,92 millones en el mismo periodo, es decir, un incremento de 177 mil empleos”.

Por eso mismo, Bravo sostiene que “el dato del INE es la mejor estimación disponible para el empleo total en el mercado laboral (actualmente una tasa de ocupación de 56,3% con un número total de ocupados de 9,24 millones) porque no hay otras fuentes disponibles. Sin embargo, cuando se toman los datos administrativos, tanto en tendencia como en nivel pienso que se trata de información más sólida para el número de ocupados formales”.

En ese sentido, explica que “si tomamos esas dos piezas de evidencia, la única conclusión es que los datos de informalidad están creciendo mucho más fuerte que lo que el INE está reportando regularmente en el periodo analizado. Es decir, si el empleo total entre diciembre de 2022 se incrementó desde 9,01 a 9,24 millones, un aumento de casi 227 mil personas en total, entonces como el empleo de cotizantes cayó en 177 mil personas se puede concluir que el empleo informal (definido aquí como ocupados que no cotizaron para pensiones) se incrementó en casi 503 mil personas en el periodo”.

A juicio de David Bravo, esto “quiere decir que la situación del mercado laboral es peor a la que ya muestran los datos del INE, lo que evidentemente tiene relación con la falta de repunte en el crecimiento (y en el rezago que toma el repunte en el empleo); pero también el deterioro en el empleo formal en empresas es preocupante y puede tener motivos que van desde las medidas que se han tomado que han sido imprudentes en el contexto de un mercado laboral en problemas (como el aumento del salario mínimo), hasta otras que se han anunciado y que son anti-empleo y que empeoran los incentivos a la contratación formal”.

La economista y académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes, cree que hay dos temas que están detrás de la baja que se ha registrado en el número de cotizantes desde enero de 2023 a la fecha. “El primero, es el estancamiento del empleo asalariado privado, que está vinculado con el estancamiento de la inversión. La correlación entre el crecimiento de la inversión y el empleo asalariado privado, es superior al 80%. Entonces, en un contexto en que la inversión está frenada, se frena también el empleo asalariado privado”, afirma.

En segundo lugar, Cifuentes asegura que “también hay un tema demográfico. Efectivamente uno ve con los datos de demografía, que durante estos años la población en edad de cotizar o en edad de trabajar, se estanca, y deja de crecer producto del tema demográfico. ¿Cómo podría resolverse esto? Aumentando la formalidad. Aquí todavía tenemos un porcentaje enorme de trabajadores que no cotiza. Y eso es de lo que nos tenemos que preocupar: de aumentar la tasa de cotizantes, dado que la masa de personas que son susceptibles a cotizar, está bastante estancada”.

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