El director general de la PDI, Eduardo Cerna, decidió dar curso al “retiro absoluto” de la institución de la jefa nacional de Inteligencia Policial, la prefecta Cristina Vilches Montenegro, debido a su vinculación con las tareas solicitadas por el ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, previo a la denuncia en su contra por violación.

La institución señala que la medida tomada por Cerna se adopta “en razón al estándar de prudencia necesaria para llevar a cabo las actuaciones en el marco de la Ley de Inteligencia”.

La ahora exdetective de la PDI saltó al ojo público luego de conocerse que Monsalve, siendo subsecretario, la contactó para concretar la revisión de cámaras del Hotel Panamericano, donde habría ocurrido el ataque sexual contra la subalterna que lo denunció el pasado 14 de octubre, por una presunta violación que tuvo lugar el pasado 22 de septiembre en el lugar.

De acuerdo con fuentes que están al tanto de las diligencias del caso, la semana antes de que se estampara la denuncia, la del 7 de octubre, Monsalve se habría empezado a preocupar, transmitiendo a funcionarios policiales que creía estar siendo objeto de un sabotaje, que su celular podría haber sido clonado, y que, en definitiva, podría enfrentar un ataque. En medio de eso es que incluso aparece la teoría de que podría haber sido drogado.

Por eso, señalan los mismos personeros, fue que solicitó personalmente Cristina Vilches -quien ya declaró ante la Fiscalía- que se concurriera hasta el restaurante Ají Seco Místico y al Hotel Panamericano, en el centro de Santiago, para comenzar indagaciones.

Ayer el fiscal jefe de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, Xavier Armendáriz, durante la audiencia de cautela de garantías señaló que Monsalve “sin que mediara ninguna denuncia ni ninguna comunicación oficial a autoridades superiores por parte del imputado, ordenó llevar adelante diligencias con sigilo y que no solo consistieron en las intervenciones de cámaras, sino que además llegaron al círculo íntimo de la víctima”.

“El primer detective que habló con la víctima fue dentro del curso de estas diligencias ordenadas, pedidas, sugeridas, por parte del imputado”, agregó.

El contacto de detectives con la denunciante

Según detallan fuentes conocedoras de las pesquisas, los detectives de la PDI llegaron hasta el domicilio de la denunciante entre el viernes 11 y domingo 13 de octubre. Allí establecieron contacto con el conserje del edificio, quien les señaló que la había visto y que “estaba bien”.

Este jueves, en entrevista con Canal 13, la nueva abogada de la víctima, María Elena Santibáñez, afirmó que personal de inteligencia llegó hasta el domicilio de la denunciante, haciéndose pasar por repartidores, y que intentaron hacer que saliera a la calle para conversar con ella, cosa a la que, aseguró la jurista, su defendida no accedió.

“Yo me enteré ayer que se trataba de funcionarios de inteligencia, sabía del suceso que había ocurrido, y efectivamente toman contacto con ella. Hablan por teléfono con ella y le piden que se presente frente a ellos, que baje a donde estaban”, indicó.

Agregó que el encuentro no se produjo: “no fue presencial, pero sí hubo una conversación”.

La jurista insistió en que “de que eran funcionarios policiales nos enteramos el día de ayer”, ya que los efectivos -afirmó- no se habrían identificado como tales. “De hecho aparecían vestidos de otra manera, simulando una cuestión completamente distinta (…) Simulaban traerle un encargo”, recalcó.

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