A casi una semana de la explosión en un baño del Internado Nacional Barros Arana (INBA), que se atribuyó a una bomba molotov y dejó 35 estudiantes heridos, el Ministerio Público recibió los resultados de peritajes químicos, encargados al Laboratorio de Carabineros (Labocar), los que dieron cuenta del acopio de una gran cantidad de combustible, tipo bencina, al interior del recinto educacional.

Esos nuevos antecedentes fundaron la solicitud de una autorización judicial —que ya se concedió— para incautar documentación, protocolos y todo aquello relacionado con la normativa interna del colegio, dado que las pesquisas se han ampliado. La diligencia es realizada en este momento por personal policial en el establecimiento, según se confirmó a este medio.

Se indaga la presencia de una eventual «fábrica» de artefactos incendiarios, es decir, el almacenamiento y producción de bombas molotov, así como posibles responsabilidades de adultos.

Uno de los objetivos de esta diligencia es establecer si se incumplieron protocolos internos, considerando la cantidad de combustible que habría habido en el lugar para que se produjera una explosión de esa envergadura. La Fiscalía Metropolitana Centro Norte trabaja con Labocar y el OS9 de Carabineros.

Durante la última década, en varios de los llamados liceos emblemáticos de la Región Metropolitana, especialmente aquellos ubicados en la comuna de Santiago, proliferaron episodios de violencia, desórdenes, cortes de tránsito, barricadas y lanzamiento de bombas molotov, comandados por grupos de adolescentes que vestían overoles blancos. El año pasado se conoció que había unas 40 investigaciones al respecto.

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