Este miércoles, el diputado Joaquín Lavín León renunció a la militancia de la Unión Demócrata Independiente (UDI) en medio de la investigación por facturas ideológicamente falsas emitidas por la municipalidad de Maipú cuando su esposa Cathy Barriga se desempeñaba como alcaldesa. Esta indagatoria nace a raíz de la causa en contra de la exchica Mekano por los delitos reiterados de falsificación de instrumento público y fraude al Fisco, que acorde al Ministerio Público, causó un perjuicio de más de $30 mil millones.

El paso al costado del gremialismo, casa política que compartía con su padre Joaquín Lavín, se da a un día después de los allanamientos que realizó la Brigada Investigadora Anticorrupción de la PDI en sus oficinas y su domicilio ubicado en Peñaflor, residencia en donde Barriga se mantiene con arresto domiciliario.

A primera hora los detectives se apersonaron en el Parlamento para irrumpir en el despacho de Lavín, procedimiento que no re realizaba en los pasillos de la sede legislativa desde 2008. Tras esto, el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, aseguró que en la colectividad no dudarían en tomar medidas como la expulsión o la suspensión de la militancia en el caso de que se comprobara algún ilícito. Escenario que no llegó a concretarse con la renuncia del diputado.

Quien comunicó los detalles de la renuncia fue el jefe de bancada Gustavo Benavente, que desde el Congreso dijo: “Valoramos el gesto de Joaquín Lavín. Junto con ello, esperamos que la investigación siga su curso, que se haga de la manera más objetiva y rápida posible”.

“El nos contó que estaba bastante golpeado, cansado además, pero nos dijo que él iba a probar que era inocente. Él iba a demostrar su inocencia. Yo no sé si puedo creerle porque no conozco la investigación”.

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