El legado de este gobierno de extrema izquierda, con partidos que tienen diputados con el 1%, que con suerte representan a sus familias y unos pocos conocidos, hoy quieren llegar a acuerdos de como repartirse los ahorros previsionales de los trabajadores. Para ello las convicciones se dejan bajo la alfombra, y lo que dijeron o votaron en gobierno anterior rechazando todo atisbo de mejorar las pensiones, es más, negaron la “sal y el agua”, ahora tienen un frenesí por distribuir el 6% adicional del ahorro previsional, que es del trabajador donde el gobierno no puede apoderarse ni un solo peso, ya que no les pertenece.
Da lo mismo las palabras o las ganas de administrar ese ahorro, ni tampoco que personeros de la oposición, se contagiaron con las volteretas de Boric, y qué, para conversar, están cediendo 0,5%, a sabiendas que la palabra “solidaridad “es voluntaria y no impuesta. No estamos en dictadura, teniendo claro que el gobierno de turno lo hace tratando de imponer su ideología estatista, con una mentalidad y pensamiento “woke” que ya está en retirada en EEUU y en varios países, donde muchas empresas ya están dejando de implementarla por su ideologización que ha desvirtuado la idea original.
Las pensiones son bajas por varios factores, como son que el ahorro obligatorio del 10% que se descuenta a cada trabajador para su futura pensión es insuficiente, después de más de 4 décadas. Por otra parte, los sueldos bajos y los períodos de cesantía, es un factor importante, donde se deja de cotizar y por ende, perjudica no solo a la futura pensión, sino también la protección a la familia previsionalmente, en caso de accidente, enfermedad, fallecimiento y la parte de protección de salud familiar.
Dicho lo anterior, no olvidar que desde el estallido social o delictual, donde destruyeron no solo el metro, iglesias, supermercado, pequeñas empresas, donde estuvimos a nada de perder la democracia, el país nunca más volvió al crecimiento sostenido que nos tenía en el podio Sudamericano, hasta que llegó este gobierno de jóvenes revolucionarios, con falta de preparación pero diestros en usar a las fundaciones de los más vulnerables, para apoderarse de dineros que todos pagamos con nuestros impuestos, que utilizaron al lumpen y los llevaron al congreso a darles las gracias por favor concebido, fueron premiados con pensiones más altas que tienen los actuales pensionados, que cada día con sacrificio, deben sacar a sus familias adelante.
Reunir más dinero para mejorar las pensiones, no debe ser a través de despojar del 6% adicional, que si bien es cierto será de cargo del empleador, que es un impuesto al trabajo, una pyme no aportará adicionalmente si es que no cuenta con trabajadores, por lo mismo, ese porcentaje es del trabajador, aunque el gobierno diga lo contrario. En consecuencia, el 6% adicional debe ir íntegramente a la cuenta individual de cotización obligatoria de cada trabajador, y el aumento de pensiones debe ser con impuestos generales, así como el gobierno financia, con nuestros impuestos, a los 100.000 apitutados políticos o grasa estatal, y que enlodan a quienes son funcionarios públicos que trabajan decentemente por sus familias, debe aumentar la PGU a $250.000 promesa que hasta hoy solo fueron palabras que se las lleva el viento.
Margot Guerrero Bruner
Asesora Previsional
Corredor de Seguros