En un giro político que resquebraja la unidad de la derecha, el senador Francisco Ossandón (RN) logró consolidar una alianza transversal con la centroizquierda para imponerse como presidente del Senado, derrotando al candidato oficialista de Chile Vamos, José Antonio Kast. El triunfo, sellado con 28 votos contra 21, se fraguó tras un audio explosivo enviado por Ossandón a sus pares de RN, donde denunciaba una oferta de la derecha al PS: «Rafael Prohens, a nombre de RN y del presidente del partido, le ofrece la vicepresidencia del Senado al PS siempre que voten por Kast», reveló el senador.
Análisis estratégico: claves de una derrota anunciada
1. Indisciplina en la derecha: ¿Un fantasma que revive?
La votación expuso grietas profundas en Chile Vamos. Aunque Kast contaba con el respaldo inicial de los 27 senadores de la coalición, cuatro de ellos —incluidos María José Gatica (RN) y el independiente Alejandro Kusanovic— se desmarcaron. «Las elecciones no se ganan desde el Congreso», ironizó un analista cercano al oficialismo, aludiendo a la prioridad de los parlamentarios por reelecciones sobre la disciplina partidista.
- Impacto inmediato: La derecha pierde el control de la mesa directiva en un año electoral crítico, debilitando su narrativa de gobernabilidad ante el electorado.
2. Operación Ossandón: El juego de alianzas ocultas
Tras el audio, Ossandón aceleró negociaciones con el PS, PPD, FA y el Partido Socialcristiano. El acuerdo incluyó entregar la vicepresidencia al PPD Ricardo Lagos Weber, cercano a la ministra Carolina Tohá. «Juan Castro [socialcristiano] fue clave: puso sobre la mesa el nombre de Ossandón y dejó la puerta abierta al oficialismo», detalla un operador de la bancada PS.
- Contrapunto: Mientras RN atribuye el quiebre a «agendas personales», el PS celebra la maniobra: «Mostramos que, con unidad, incluso en minoría, se puede gobernar», afirmó Paulina Vodanovic, presidenta del PS.
3. Matthei: ¿Liderazgo en entredicho?
Evelyn Matthei, favorita en las encuestas presidenciales, enfrenta un dilema: aunque intentó neutralizar la rebelión interna, su figura quedó ligada a la falta de cohesión. «Ella intuyó que Ossandón era un escenario viable, pero no pudo contenerlo», señaló un consultor estratégico.
- Datos clave: La derrota llega horas después del fracaso de la acusación constitucional contra Maya Fernández, sumando presión a Chile Vamos.
4. Oficialismo: Unidad como arma política
La izquierda, aunque minoritaria, demostró cohesión al respaldar a Ossandón. «Es una elección con miras presidenciales: fortalecemos nuestra posición en el último año de Boric», admitió un senador del FA. Además, aseguraron comisiones clave, como Hacienda para Ximena Rincón.
Cierre prospectivo: ¿Hacia una derecha fragmentada?
El episodio deja tres alertas para Chile Vamos:
- Crisis de autoridad: Los presidentes de partido, como Rodrigo Galilea (RN), no logran contener a sus parlamentarios.
- Riesgo electoral: La imagen de desgobierno podría erosionar la ventaja de Matthei, quien ahora debe demostrar control sobre su coalición.
- Nuevo mapa de poder: La alianza entre RN díscolos, socialcristianos y la izquierda redefine el tablero legislativo, con Lagos Weber y Tohá como actores centrales.
«No queremos explicaciones, queremos cohesión», resumió un militante de Chile Vamos, mientras analistas advierten: si la indisciplina persiste, la derecha podría llegar dividida a las presidenciales de noviembre
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